Mala praxis con los autónomos

El 60% de las grandes compañías europeas pagan tarde a sus proveedores

No son sólo las españolas. La mala praxis de la morosidad también afecta a las grandes corporaciones europeas. Un informe elaborado por Intrum revela que las empresas de gran tamaño de la UE se aprovechan de su posición dominante para pagar tarde a sus proveedores. De hecho, el 60% reconoce hacerlo de forma sistemática y el 21% de manera intencionada.

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El 60% de las grandes compañías europeas pagan tarde a sus proveedores

Las grandes multinacionales de Europa abusan de su posición dominante para no pagar a tiempo a sus proveedores. De hecho, seis de cada diez compañías europeas reconocen pagar tarde de forma sistemática y el 21% reconoce que lo hace intencionadamente. Es uno de los datos que aparece en el Informe Europeo de Pagos, elaborado por Intrum, del cual también se extrae que España es el tercer país europeo en el que las empresas tardan más a pagar, solo por detrás de Grecia y Portugal. Hay casi 60 días de diferencia del plazo de pago entre las firmas españolas y las finlandesas o las alemanas.

En concreto, en España, el 64% de los proveedores españoles encuestados afirma haber aceptado pagos con retraso de las grandes corporaciones españolas, un 20% más de las que lo hicieron en 2017. Unos datos que no resultan nada agradables para el colectivo de autónomos y de pequeñas y medianas empresas dedicadas a suministrar a estas grandes compañías. De hecho, son las empresas grandes, las que superan los 1.000 trabajadores, las más morosas con sus proveedores autónomos ya que les pagan al cabo de 115 días, según el último informe sobre la morosidad pública y privada elaborado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).

Los negocios españoles no aplican las medidas necesarias para protegerse

El 56% de los negocios españoles no aplica las medidas habituales para protegerse de la morosidad. Tanto es así, que España se sitúa entre los cuatro países que menos se protegen frente a la morosidad, junto con Grecia, Portugal e Italia.

A pesar de que el 51% de las pequeñas empresas afirma conocer la Directiva Europea de Lucha contra la Morosidad (en este sentido, Irlanda es el único país que supera a España), solo el 12% de ellas se acoge al derecho de aplicar un recargo de 40 euros por retrasos en el pago de cliente B2B y del sector público, situando a España muy por debajo de la media europea, que alcanza el 29%.

La realidad es que la mitad de los negocios españoles recibe peticiones para alargar los plazos de pago. No obstante, a pesar de ello sólo pierden un 0,7% de sus ingresos anuales por esta situación, 1,3 puntos menos que en 2017. Pero el problema no es la pérdida de ingresos.

La morosidad impide el crecimiento de los pequeños negocios

Las consecuencias de no recibir los pagos a tiempo pueden ser sumamente graves para los negocios españoles porque, como mínimo, frena el desarrollo de los autónomos. El principal problema de la morosidad para los pequeños negocios es que les deja sin liquidez y eso, a corto medio plazo, supone su quiebra ya que el autónomo siempre deberá hacer frente a los costes derivados de su actividad. Se calcula que uno de cada cuatro cierres de pequeños negocios en España se debe directamente a la morosidad.

Otro de los problemas aparejados a las situaciones de morosidad es el de no poder predecir los flujos de caja y, por tanto, no poder realizar inversiones que podrían mejorar la competitividad del negocio o permitir su crecimiento.

¿Puedo protegerme frente a los impagos?

A nivel europeo, la medida más empleada por las empresas para salvar sus cuentas es solicitar el pago por adelantado, al que recurre el 42% de los encuestados. No obstante, en España esta medida queda relegada a un tercer plano y es empleada solamente por uno de cada diez negocios. La realidad es que esta medida no es realmente efectiva en el caso español, ya que muchas grandes empresas prescinden de los proveedores que les solicitan el pago por adelantado.

Por lo que, a diferencia de lo que ocurre en otros países, en España la medida más común para protegerse de la morosidad es realizar un seguro de crédito, a lo que recurren el 19% de los negocios.

Otra manera de proteger al negocio que señala el estudio es la que prefiere el 18% de los proveedores encuestados y es entregar sus facturas pendientes de cobro a una empresa especializada en gestión de deuda, una vez que ha pasado una media de 109 días desde su vencimiento.

Otra medida utilizada por los españoles es la verificación crediticia, empleada por el 14% de los negocios. Básicamente, se trata de una comprobación de la solvencia económica, algo que tampoco garantiza el pago a tiempo, ya que en la mayoría de ocasiones la solvencia económica no es el problema. Además, son pocas las grandes empresas que aceptarían esta condición.

 Por último, entre las medidas menos utilizadas por los españoles se encuentran las garantías bancarias, empleado por el 6% de los encuestados, y el factoring, que su utilización desciende hasta el 2%.