Cambio en el mercado laboral

El 80% de las empresas ya han externalizado parte de sus servicios con autónomos

Las nuevas tecnologías y la incorporación de los milenials y centenials al mercado de trabajo son la punta de lanza de un nuevo modelo de relaciones laborales en el que la figura del ‘freelance’ cobrará mayor protagonismo.

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El 80% de las empresas ya han externalizado parte de sus servicios con autónomos

La realidad de la digitalización apunta un nuevo paradigma laboral protagonizado por la subcontratación de servicios (outsourcing en terminología anglosajona), gran parte de los cuales son prestados por autónomos y pequeñas empresas. Según un informe de la IDC España, sobre la Externalización de Servicios Tecnológicos, el 82% de las grandes empresas tienen externalizado total o parcialmente los servicios e infraestructuras tecnológicas. Es decir, han depositado en manos de terceros su proceso de transformación digital.

Esto conlleva que -además del cambio del paisaje de las oficinas en las que los teléfonos de escritorio se han sustituido por móviles de última generación y donde las reuniones en la sala de juntas han dejado paso a las conference call en espacios abiertos- se esté produciendo una transformación en el modelo de relaciones laborales. De hecho, el concepto de plantilla tradicional con empleados fijos está quedando relegado a un segundo plano y cada vez son más los autónomos que se incorporan a las grandes compañías. Pensemos, por ejemplo, en los instaladores de las empresas de telefonía, los asesores de entidades financieras y aseguradoras o los 'estartaperos' que prestan sus servicios a los gigantes del sector energético.

"El modelo por cuenta ajena seguirá subsistiendo pero indudablemente se va a producir un cambio en la forma de quién va a prestar el servicio dentro de una empresa", afirmó Javier Hervás, socio responsable del área laboral de KPMG, durante un almuerzo informativo celebrado el día de ayer. Cristina Hebrero, directora de People & Change en la consultora, abundó sobre esta misma idea "el concepto de plantilla tradicional con empleados fijos a tiempo completo ya no es la norma a seguir. Cada vez se incorporarán más colaboradores externos y freelance  a las organizaciones”. Es más, de no darse este giro es poco probable que las empresas mantengan sus niveles de competitividad, “el perfil de la plantilla actual no es el que va a permitir el éxito de las empresas  en un futuro", apostilló.

Esta conciencia de cambio de modelo parece haber calado entre los directores de Recursos Humanos (RRHH). Según el informe el futuro de los Recursos Humanos elaborado por la consultora en el que se ha encuestado a directores de RRHH de empresas de todo el mundo, el 70% coincide en la necesidad de transformar o reconfigurar  la fuerza de trabajo. 

Muchos 'milenials' no quieren ser asalariados

El nuevo modelo de relaciones laborales viene acompañado de un cambio cultural. “Muchos milenials y centenials no quieren iniciar su vida laboral por cuenta ajena”, explicó Hervás. De hecho, del informe de la consultora se extrae que el 38% de los CEO's de las compañías reconoce que es necesario reposicionar su propuesta de valor al empleado para llegar mejor a las nuevas generaciones.  Además, si tenemos en cuenta los datos de Seguridad Social, el pasado año 2018 cerró con un total de 540.556 autónomos persona física menores de 35 años, es decir, un 27% sobre el total (1.993.902) a los que habría que añadir los que desarrollan su actividad bajo una fórmula societaria.

Ahora bien, ¿están las empresas preparadas para la convivencia empleado -autónomo?

Pese a las mejoras que se han producido en los últimos años queda mucho recorrido en este ámbito. “Las compañías han cambiado a un ritmo más rápido que la legislación, lo que lleva a situaciones prácticas complejas", destacó el responsable del área laboral de la consultora. Prueba de ello es lo que está ocurriendo con casos como el de los repartidores de las plataformas digitales, en los que no existe un criterio unificado y, según el Tribunal que corresponda, se reconoce o no la ajeneidad en la relación laboral.

A este respecto, Hervás insistió en que "hay que dotar de seguridad jurídica la figura del freelance" entendiendo que es una figura distinta del autónomo propiamente dicho. Lo cual, aseguró, debe pasar por "definir de forma clara las relaciones laborales entre empresas y trabajadores por cuenta ajena".

Esto implica a su vez avanzar hacia una definición clara de la figura del TRADE (Trabajador Autónomo Económicamente Dependiente), que en palabras del abogado está “muy próxima a la del contrato parcial”, y potenciar en las compañías el uso de los Acuerdos de Interés Profesional (AIP) que ya emplean compañías como Bimbo y Bakery Donuts Iberia.   

Todo ello, "daría mucho juego en el entorno de las pymes" que podrían generar un mayor número de empleos sin incurrir en los excesivos costes laborales que son, muchas veces, la principal traba para la contratación. Y es que, al salario base de cada trabajador contratado hay que sumarle aproximadamente un 30% más de costes entre cotizaciones e IRPF. Esto sin tener en cuenta la posibilidad de un despido que conlleva el abono del finiquito e indeminización correspondiente.

Por otra parte, el hecho de que los autónomos cobren cada vez más protagonismo en las plantillas de las grandes empresas no debe suponer una precarización del empleo. Todo lo contrario. Las compañías requieren perfiles cada vez más profesionalizados. Si al factor talento se le añade la mejora de la rentabilidad por, entre otras, una rebaja de costes, el sentido común dice que el ahorro se trasladará a los empleados en forma de incremento salarial. “Si las vías van a ser más rentables habría que subir los salarios”, concluyó Hervás.