Tendrán que adaptarse a muchas medidas

Los albergues del Camino de Santiago dudan si abrir o dar el año por perdido

Los pequeños negocios que viven del Camino de Santiago, en su mayoría albergues, ya pueden abrir. Sin embargo, muchos han dado ya el año por perdido. La falta de peregrinos y las estrictas medidas de seguridad se lo están poniendo muy difícil a estos autónomos.

Los albergues del Camino de Santiago dudan si abrir o dar el año por perdido

El próximo uno de julio abrirán los albergues públicos, la Catedral de Santiago y la Oficina del Peregrino volverá a recibir a los caminantes. Sin embargo, eso no significa que este año sea sencillo realizar el Camino de Santiago. Al menos será muy distinto a como lo conocíamos hasta ahora.

Las distancias de seguridad y medidas de protección sanitaria cambiarán por completo las relaciones y vivencias en el camino. Y, posiblemente, también la afluencia. El ambiente de fraternidad que se vivía en los albergues ya no está permitido, Además, por ahora, no es posible avanzar en la ruta debido a la desecalada por fases. A esto hay que sumar que la crisis sanitaria y económica ha llegado en plenos preparativos para el próximo Año Jacobeo, que se celebrará en 2021.

Según algunos negocios que viven del Camino la temporada puede estar perdida. Muchos albergues, principales negocios de la Ruta Xacobea, han decidido echar el cierre hasta el año que viene. Para abrir tendrían que acometer una inversión que no ven rentable. Separar las camas, cerrar espacios comunes, y tener el aforo más limitado. "Económicamente es muy complicado que un albergue pueda permitirse esas reformas. Además, la esencia de un albergue es justo la contraria: es compartir y pasar momentos juntos  Hasta que esto no cambie no me planteo reabrir", aseguró Roberto Corral, dueño del albergue San Luis de Francia en Villamayor del Río.

Como indicaron desde la Asociación Amigos del Camino de Santiago, "todos coinciden en que, por mucho que aumente el turismo nacional, el 85% de los peregrinos son extranjeros y, con el cierre de fronteras y el miedo a viajar, tendrían que cambiar mucho las cosas para que esta temporada fuera rentable. Esperan que 2021, año Jacobeo, devuelva la luz al camino de las estrellas. De hecho, seguro que muchos han prometido hacer la ruta en cuanto pase la crisis".

Algunos albergues abrirán con medidas

Camino de Santiago es la denominación que tienen una serie de rutas de peregrinación cristiana de origen medieval que se dirigen a la tumba de Santiago el Mayor, situada en la catedral de Santiago de Compostela. En los últimos años, el crecimiento de este fenómeno fue espectacular, sobre todo, durante la primavera y el verano en los últimos 100 km de las principales rutas a Santiago. Una de las claves para este crecimiento es que las motivaciones para hacer el Camino de Santiago ya no son exclusivamente religiosas: el abanico se ha abierto a todo tipo de caminantes, en busca de aventura, de retos personales y de ganas de conocer el norte de España de una forma diferente. 

Sin embargo, según la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, "debido a los efectos en la movilidad de la ciudadanía tras la crisis sanitaria del Covid-19 y la celebración en 2021 del Año Jacobeo se plantean nuevas necesidades de adaptación y transformación del Camino de Santiago". Cada albergue -si abre- diseñará medidas de seguridad específicas para sus alojamientos. No obstante, todos y cada uno deberán cumplir una serie de normas básicas.

¿Cómo serán las habitaciones de los peregrinos?

El Camino de Santiago no será lo mismo sin esas habitaciones con literas y hasta arriba de gente. Como todos los peregrinos saben, es habitual compartir habitaciones cuando se realiza la ruta. Por lo que se han adaptado unas nuevas normas para regular el correcto uso y establecer medidas de seguridad, tanto en las habitaciones individuales como en las compartidas.   
Cada habitación dispondrá de soluciones hidroalcohólicas y también es recomendable instalar alfombras desinfectantes en la entrada de cada una. Se deberá reorganizar el espacio, de forma que las camas y literas cumplan la distancia mínima de seguridad, así como regular el aforo máximo permitido. Además, se facilitarán sábanas y mantas embolsadas en las habitaciones compartidas, de modo que, el peregrino será el que haga su propia cama y no deberá tocar las camas de los demás clientes.

Así, los albergues llevan semanas desinfectando escrupulosamente todo con lejía. “Hasta he pintado las paredes y barnizado los muebles”, comentaron desde Albergue O Montino, de A Coruña. A lo que añadieron que han comprado sábanas desechables, toallas de microfibra y  geles hidroalcohólicos y mascarillas para proporcionar a sus peregrinos. Además, aseguró que han “separado las literas dos metros y ya nos han dicho que la de arriba tiene que quedar libre, que no puede dormir nadie”. Por ello, de las 120 plazas que tiene, solo ocupará la mitad y preferentemente a grupos.

Para el uso de los aseos y las duchas serán obligadas todas las medidas de protección individual que ya se usaban anteriormente, como es el caso del empleo de chanclas. Pero también se incluirán nuevas pautas para garantizar una mayor seguridad.

En cuanto a las comidas, no se recomienda el uso de buffet. Igual que en otras estancias, habrá turnos de comedor para garantizar el aforo y la distancia de seguridad. Se eliminará el menaje tradicional y se sustituirá por uno desechable, tanto la cubertería como los platos y los manteles.

Las mochilas y las botas son el imprescindible de todo peregrino. Por ello, el equipaje de todos los peregrinos permanecerá en espacios desinfectados de forma frecuente y también se establecerán medidas para evitar el contacto directo con los objetos que se guarden en los albergues. Si los establecimientos cuentan con una zona específica para dejar las mochilas, debe de ser desinfectada de forma frecuente y contar con soluciones desinfectantes. Además, se facilitarán bolsas de plástico para que los peregrinos depositen sus objetos en el interior.

En definitiva, los albergues de las rutas están trabajando duro y siguiendo las indicaciones para que los establecimientos sean totalmente seguros para los caminantes. Además, se está trabajando en una aplicación común para gestionar todos los alojamientos y sus reservas con antelación.

Nadie ha tenido la culpa, pero lo cierto es que el golpe del coronavirus va a ser inolvidable entre los profesionales que viven de la Ruta Xacobea: "sin el covid, este año hubiera sido buenísimo”, lamentaron desde el Albergue O Montino.

Normas básicas de apertura

Por ello, el ICTE - Instituto para la Calidad Turística Española - ha compartido una guía con medidas para la reducción del contagio por el coronavirus:

  • Distancia de seguridad. Siempre se deberá mantener la distancia de seguridad (1,5 - 2 metros) entre empleados y clientes. Se organizará la circulación de personas y se hará una redistribución de los espacios. Si fuera necesario se establecería un control de aforo.

  • Lavado de manos y protección individual. Se deberán organizar turnos de personal que garanticen la distancia de seguridad, y se facilitarán elementos de protección individual como guantes, mascarillas, etc. Por último, es aconsejable lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón o con el uso de alguna solución desinfectante.
  • Ventilación y desinfección frecuente. Se ventilará siempre que sea posible las distintas zonas del albergue, junto con la correcta desinfección a lo largo de la jornada laboral de los objetos de uso personal (gafas, móvil…) y de los elementos del puesto de trabajo (pantalla, teclado…). También, se limpiará con frecuencia las zonas de uso compartido como duchas y aseos, y otras superficies de uso cotidiano como pomos, grifos, etc.
     

Pautas específicas para cada zona del albergue

Además de establecer medidas generales, el Instituto para la Calidad Turística Española detalla recomendaciones de seguridad concretas para cada una de las zonas que poseen los albergues.

En la recepción y acogida se debe evitar el saludo con contacto, se tienen que incluir las medidas de desinfección en la zona de recepción y se recomienda colocar alfombras desinfectantes en la entrada. También se fomentará el auto-checking, el pago con tarjeta y otros medios electrónicos que faciliten la reserva y el checking online para evitar contactos innecesarios.

Asimismo, se eliminarán en la medida de lo posible los elementos decorativos, los folletos y otros materiales informativos impresos. Para ello, se recomienda la información online. Además de esto, habrá que garantizar la distancia de seguridad en todo momento. Si no es posible, se deberán agregar elementos físicos como mamparas protectoras o, sino, utilizar mascarilla. En cuanto a la distancia de seguridad entre los clientes, se colocarán marcadores de distancia visibles para evitar aglomeraciones.