Andalucía y Canarias dan ayudas a fondo perdido para el alquiler de locales

Los carteles de “se vende”, “se alquila” o “se traspasa” copan los cristales de cientos de negocios en España. El alquiler de los locales es una de las cargas más pesadas para los autónomos en este contexto de pandemia. El problema del mantenimiento de los mismos por parte de muchos autónomos ha llevado a algunas comunidades autónomas a desarrollar ayudas específicas para evitar la desaparición del tejido productivo de sus municipios o territorios. Por ello, cabe destacar el papel de Andalucía y Canarias a la hora de diseñar ayudas para el alquiler de locales a fondo perdido. El resto de gobiernos autonómicos incluyen los gastos del alquiler en una misma ayuda para los autónomos.

Andalucía aprueba 7500 solicitudes de autónomos para afrontar el alquiler

La Junta de Andalucía abonó la mitad de ayudas para el alquiler de autónomos y pequeños negocios de las 15.560 peticiones registradas a finales del 2020. Sin embargo, estas ayudas recogidas en el Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía (BOPA) no identifican el importe total destinado por la Junta para dicha subvención.

De las dos líneas de ayudas previstas, la primera está destinada para autónomos genéricos y está dotada de 900 euros. Por otro lado, la segunda ayuda está especialmente diseñada para el ocio nocturno y establecimientos recreativos infantiles, los cuáles dispondrán de 1.200 euros.

De las 7.552 ayudas aprobadas, 6.664 corresponden a la primera línea de actuación. Las 888 restantes irían destinadas a la Línea 2, lo que supondría que el volumen de ayudas ascendería a un total de 7.063.200 euros para ayudar a pagar el alquiler de los trabajadores por cuenta propia. Asimismo, Sevilla y Málaga lideran a las provincias andaluzas en la recepción de estas ayudas, superando la barrera de las 1.000 ayudas abonadas en la primera línea y 100 en la segunda.

Canarias ofreció ayudas directas a los autónomos para pagar alquiler

Desde el 10 de marzo, los autónomos canarios pueden presentar en un plazo hábil de 20 días ayudas directas y a fondo perdido de hasta 25.000 euros. La convocatoria tiene como objetivo financiar los gastos fijos de funcionamiento entre los que destaca la ayuda del pago del alquiler así como las facturas de los suministros esenciales.

La subvención consiste en un pago único, siendo 25.000 euros la subvención máxima a percibir. Para solicitarla se tiene en cuenta tres factores: el sector al que pertenece la empresa u autónomo, destacando hostelería y comercios; el número de asalariados al cargo del trabajador por cuenta propia y el porcentaje de reducción de facturación sufrida en los segundos semestres de 2020 y 2019.

 A pesar de la vital importancia de estas ayudas, desde la Asociación de Trabajadores Autónomos de Canarias explican que éstas han llegado demasiado tarde y son insuficientes para el contexto real de los autónomos canarios. La principal pega de la asociación viene ligada a la celeridad de entrega de las mismas. Canarias ya destinó distintas ayudas al colectivo de autónomos del archipiélago y desde la asociación critican la tardanza de las mismas.

Ayudas para el alquiler a nivel nacional

A expensas de que existen ayudas directas para los trabajadores autónomos en la totalidad del territorio español, sólo Andalucía y Canarias enfocan sus partidas para ayudar a los autónomos a pagar el alquiler de sus locales. Cabe destacar, que a día de hoy la mayoría de las ayudas para alquiler por parte de las CCAA están enfocadas a las viviendas particulares de los colectivos más necesitados.

Sin embargo, algunas administraciones públicas como el Gobierno de Cataluña propusieron una reducción del 50% a en el alquiler de locales dedicados a la hostelería. Propuesta definida el pasado octubre en el parlamento catalán, pero que no tuvo una ejecución final y quedó en el tintero. Asimismo, este medio no ha ubicado ningún otro tipo de ayuda directa para el alquiler de locales por parte de las administraciones autonómicas. 

Esta situación puede ser sintomática al Plan de Rescate por parte del Gobierno del pasado 22 de diciembre, enfocado a la hostelería, comercio y turismo. Un paquete de ayudas que tuvo como objetivo reducir los costes del alquiler que soportan los autónomos más afectados por la pandemia. Para ello, el Ejecutivo habilitó dos mecanismos que varían en función de si el propietario del establecimiento es un gran tenedor, o si, por el contrario, se trata de un pequeño tenedor (que tenga menos de diez inmuebles), y que en muchos casos son autónomos. Para animar a éstos profesionales a realizar la rebaja de la factura del alquiler, se habilitó un incentivo fiscal.

De esta forma, los arrendadores pueden deducirse la rebaja del precio del alquiler, que acuerden con los inquilinos durante esos meses, en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Así, por ejemplo, el propietario de un local comercial que obtiene una renta de 1.000 euros, si rebaja el precio del arrendamiento a 400 euros, va a poder aplicarse un gasto deducible en su IRPF equivalente a los 600 que deja de percibir. Y, si en lugar de rebajar este precio, perdona el alquiler del mes, el gasto que se va a poder deducir será total, es decir, de los 1.000 euros que no ha cobrado a la persona que tiene alquilado su local.