Perspectivas del sector

El año 2017 se cerrará con un nuevo récord de matriculaciones

CESCE prevé que se supere el 1,3 millones de nuevas matrículas y un aumento del 7% en la producción de vehículos. 

El año 2017 se cerrará con un nuevo récord de matriculaciones

El sector del automóvil se consolida como motor de la economía española. Según CESCE (Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación), las matriculaciones de automóviles en España superarán los 1,3 millones de vehículos en 2017, lo que supone 14% con respecto a 2016.

La producción tampoco se queda atrás y crecerá un 7% superando los tres millones de vehículos ensamblados en las factorías españolas frente a los 2,88 millones de 2016, según se recoge en el informe sectorial elaborado por la compañía que preside Jaime García-Legaz.

Asimismo y tal y como se extrae del informe las buenas noticias no se quedarán aquí y A las previsiones apuntan a que se seguirá creciendo al menos hasta 2020.

La industria del automóvil, que en 2016 alcanzó un récord de facturación de 32.600 millones de euros, un 16%  más que en 2015, es uno de los motores del crecimiento económico y de la generación de empleo, aportando el 11,7% del PIB nacional. España es actualmente el octavo productor mundial de vehículos y el segundo de Europa donde sólo es superado por Alemania.

Según CESCE, “la clave del éxito” de las plantas españolas es su importante perfil internacional en tanto que la gran mayoría de los vehículos que se fabrican en España se destinan a los mercados exteriores. El automóvil en su conjunto, incluyendo la fabricación de automóviles y los componentes, fue el sector que más contribuyó al crecimiento de las exportaciones españolas en 2016, con un incremento interanual del 9,9%, alcanzando un valor de 37.706 millones de euros. En el último año España exportó 2,43 millones de vehículos, el 84,3% del total de los vehículos fabricados en nuestro país.

Estas cifras de producción, matriculación y exportaciones superan las expectativas iniciales, hecho que CESCE atribuye a que “se han hecho todos los deberes necesarios para dotar y mantener a la industria española de la automoción de todos los mecanismos necesarios para ser competitiva y atraer nuevas inversiones de los constructores”. Destaca en este punto que se ha dotado al mercado laboral de una flexibilidad que permite adaptar de manera inmediata la producción a la demanda y los agentes sociales han aceptado unas condiciones que permiten que los costes laborales estén por debajo de la media europea. También se ha mejorado la productividad de las factorías, a las que se han destinado millones de euros para robotizarlas.

Los autores del informe subrayan, asimismo, que la industria española del automóvil cuenta con una industria auxiliar fuerte y competitiva, cuyas ventas crecieron un 7% en 2016, hasta 34.000 millones de euros, mientras que las exportaciones superaron los 19.500 millones, con un incremento interanual del 3,3%.