Llevan 16 años luchando por las trabajadoras por cuenta propia

La asociación de autónomas valencianas harta del machismo en el entorno empresarial

Desde hace 16 años, la Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia (EVAP) trabaja para visibilizar a las mujeres que están al frente de un negocio en su Comunidad. Lo que empezó como una comida entre autónomas, se ha convertido en un lobby que aglutina a más de 350 asociadas.  

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Uno de los actos de EVAP.
La asociación de autónomas valencianas harta del machismo en el entorno empresarial

Son profesionales competentes y están formadas. La mayoría dirigen su propio negocio y tienen trabajadores a su cargo. El resto, ostenta un alto cargo en una compañía. Y, sin embargo, cuando llegan a una reunión o un acto que presiden muchas veces son confundidas con "la secretaria de, o la esposa de". Esta es la situación a la que frecuentemente se enfrentan muchas de las mujeres que forman parte de la Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia (EVAP). Una entidad que lleva 16 años luchando por visibilizar el papel de la mujer en el entorno empresarial valenciano.

“Al final, nuestra labor como asociación es tan fácil y lógica de explicar que basta con decir que las mujeres suponemos el 51% de la población y no tiene sentido que la mayoría de los altos cargos sean hombres. Ya no vale la excusa de que la incorporación de la mujer al mundo laboral ha sido tardía. Ahora son ellas mayoría en muchas carreras, son ellas las que mejores notas sacan… No tiene sentido que todos los altos cargos sean hombres” afirmó Cristina Argente, la coordinadora general de EVAP.

Fue la falta de representación e identificación con el mundo empresarial valenciano, “en el que muchas mujeres no se veían reflejadas”, lo que motivó la creación de la Asociación. Al principio, según contó Argente, eran un grupo de entre 10 y 15 autónomas y empresarias que se reunía de forma habitual para comer. “Las reuniones coincidieron justo en un momento en el que se empezaban a organizar y formarse los movimientos sociales que luchaban para los derechos de la mujer, pero no había ninguno con el objetivo de apoyarles en el ámbito profesional”. Razón por la que se animaron a crearla.

De eso han pasado ya 16 años y el grupo de autónomas que se reunía para comer, se ha convertido en una asociación que representa a 350 mujeres, de ellas el 75% por son trabajadoras por cuenta propia o empresarias, y el 25% son asalariadas, “pues no tenía sentido cerrar las puertas a las profesionales que trabajasen por cuenta ajena” dijo Argente.

Además, todas ellas se enfrentan en su día a día a situaciones parecidas. “Las asociadas nos cuentan constantemente casos de micromachismo que viven, pues son confundidas con la mujer de, o la secretaria de. O, incluso, le dicen lo guapas que van, o lo bonicas que son. Es una situación que al revés no tiene sentido. Cuando un ingeniero va a una obra nadie le pregunta si el es secretario o le alaga diciéndole como va vestido, ni se llega a cuestionar si él dirige el proyecto” afirmó Cristina Argente, la coordinadora general de EVAP.

¿Qué hace EVAP?

Las mujeres que forman parte de EVAP son líderes en sus campos. “Ya sea trabajando por cuenta propia o en una compañía. Nuestras asociadas pueden ser desde expertas en consultoría, comercio, comunicación y marketing. Hasta abogadas, economistas, arquitectas, ingenieras, coaching... Pasando por el sector salud: psicólogas, médicas, fisioterapeutas…”.

Desde EVAP luchan para empoderarles, darle visibilidad a su trabajo y que éste sirva de ejemplo para las futuras generaciones. “La mayoría de las acciones que realizamos van destinadas a que nuestras asociadas tengan visibilidad: les alentamos a que se presenten a los premios, tanto los que otorgan desde el ámbito público, como desde el privado; buscamos que la prensa acuda a ella cuando necesiten algún experto para un artículo o para una tribuna de opinión; y también les animamos a que se presenten como candidatas en las elecciones para dirigir y formar parte de asociaciones, colegios profesionales u otras entidades de su sector” dijo Argente.

En este sentido, la coordinadora general de EVAP denunció el paradigma que se da en muchas carreras universitarias en las que la mayoría de las alumnas son mujeres, como la de Enfermería, y “en donde no tienen un rango destacado, no hay decanas, ni presidentas. Nosotros, como asociación, lo que hacemos es apoyarles y acompañarles en la campaña”.

A parte dar visibilidad a las mujeres empresarias, desde EVAP realizan casi semanalmente diferentes talleres, cursos de formación y jornadas para sus asociadas. De hecho, es rara la semana en su agenda en la que no tengan un mínimo de tres días con diferentes actividades. Todo ello lo logran, reveló Argente, “a través de los comités -tienen 10 en total-.  Somos una asociación muy activa y cada comité se encarga de realizar una actividad, buscan el motivo que se va a tratar y el espacio. Nuestras asociadas se sienten orgullosas de pertenecer a EVAP y no vienen sólo a escuchar, si no que se involucran. Esta asociación no es tanto de lo que puedas recibir, si no de lo que puedas aportar”.

Además, contó la coordinadora, todas las mujeres que trabajan en la Asociación lo hacen de forma voluntaria y sin recibir una aportación económica a cambio. “La única contratada por la asociación soy yo” afirmó Cristina Argente. El coste para formar parte de EVAP es de 200 euros anuales.