Dicen que son "los grandes olvidados" de la industria

Los autónomos de la cultura tomaron las calles para exigir medidas al Gobierno

Los autónomos de la cultura, desde dj's hasta maquilladores o técnicos de sonido, salieron a la calle el pasado jueves para exigir al Gobierno que ayude al sector. Dicen que son "los grandes olvidados" de la industria.

AlertaRoja
Los autónomos de la cultura tomaron las calles para exigir medidas al Gobierno

Diferentes puntos de España se llenaron el pasado jueves de autónomos vestidos de rojo y negro. Es la manera que utilizaron miles de personas para reivindicar la importancia de un sector que aglutina a una gran cantidad de trabajadores por cuenta propia y pequeños negocios, la cultura.  

Hace más de seis meses que los autónomos al frente de estas actividades, como Dj's, técnicos de iluminación y de sonido, artistas, interpretes, guionistas, maquilladores o realizadores, viven al límite, sin ingresos y sin ayudas. Por eso, todos ellos salieron a la calle para reclamar al Gobierno que ponga en marcha un plan urgente para salvar al sector.

Los eventos de los que viven estos autónomos fueron lo primero que se paralizó y, según aseguran desde el sector, será lo último que se reactivará. De hecho, muchos continúan sin actividad y los pocos que han logrado retomar su trabajo señalan la incertidumbre e inseguridad jurídica a la que se están enfrentando en los últimos meses: cada día cambian las restricciones y no saben hasta cuándo ni cómo podrán seguir desarrollando su actividad.

Una buena parte de los espectáculos programados este año han sufrido modificaciones en la organización o, incluso, se han cancelado por completo en el último momento. Además, las últimas restricciones impuestas por el Gobierno afectaron especialmente al sector. Desde mediados de agosto, la celebración de cualquier concierto, teatro u otro tipo de acontecimiento multitudinario necesita una autorización expresa, sujeta a una evaluación de riesgos por parte de una autoridad sanitaria. Pero son las comunidades autónomas las que, en base a dicha evaluación, tienen la última palabra. 

La sociedad se vuelca con los autónomos del sector

El sector cultural en España engloba a casi 700.000 profesionales, según los datos del último anuario estadístico del Ministerio de Cultura. Al contrario de lo que pueda parecer, este sector no está únicamente formado por músicos o actores. Detrás de cada concierto, película u obra de teatro están cientos de miles de profesionales que permiten que el espectáculo salga adelante. Son, por ejemplo, los técnicos de sonido y de iluminación, los maquilladores o quienes montan los escenarios, entre muchos otros autónomos.

Todos ellos se unieron para reivindicar la necesidad de medidas urgentes y para quejarse de la falta de ayudas, a través de encuentros organizados en 28 ciudades del país. Los mensajes y el apoyo a este colectivo ha inundado las redes sociales. Durante toda la jornada, multitud de perfiles en Twitter e Instagram secundaron las peticiones de los profesionales de la industria cultural, a través de los hashtags #AlertaRoja y #HacemosEventos. También las figuras más conocidas de la industria se lanzaron a las redes para crear conciencia de la situación: Lola Índigo, Leiva, El Kanka, Rayden o Marwan mostraron su preocupación en Twitter.

Desde las organizaciones de autónomos también quisieron apoyar el movimiento. El presidente de la Federación Nacional de Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, mostró su apoyo sumándose a las denuncias del sector e instó al Ejecutivo a "salir a su rescate".  

Precisamente, a pocas horas de celebrarse las diversas manifestaciones, el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, mantuvo una reunión con los consejeros culturales de las comunidades autónomas y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para analizar las consecuencias que ha tenido la pandemia en el sector. En el encuentro, Uribes pidió a las CCAA que se planteen reconocer las salas de conciertos como lugares de cultura y no de ocio nocturno

Medidas específicas para autónomos

La organizadora del movimiento, Alerta Roja, que agrupa a más de un centenar de organizaciones del sector, recogió en el manifiesto medidas concretas para el colectivo de trabajadores por cuenta propia. 

  1. Una prórroga de la prestación por cese de actividad y la posibilidad de acceder a ella acreditando una caída de ingresos del 30% y no del 75, como está establecido actualmente.
  2. Ayudas que lleguen realmente a todos los autónomos al frente de actividades que, por estar marcadas por la estacionalidad, no se encontraban dadas de alta en Seguridad Social en el momento en el que empezó la pandemia. Menos de 2.000 autónomos de "temporada" pudieron acceder al cese de actividad que se puso en marcha específicamente para ellos a partir de julio.
  3. Reconocimiento de cese de actividad extraordinario para los autónomos acogidos a la Tarifa plana.
  4. Reducción del IVA cultural y del IRPF en función de la estacionalidad e intermitencia de la actividad.

Asimismo, se pide la recuperación de los ERTE por fuerza mayor total. Solicitan también que la medida se extienda "hasta que sea posible trabajar con el 100% de los aforos".

No han podido acogerse al cese

Uno de los mayores problemas que tuvieron estos pequeños negocios fue su dificultad para acceder al nuevo cese de actividad que entró en vigor en julio y que tenía como objetivo amparar a muchos trabajadores por cuenta propia del sector que no habían podido acceder a la antigua prestación extraordinaria, por estar al frente de negocios "de temporada". Sin embargo, los requisitos que se pedían dificultaron el acceso de estos profesionales.

No sólo fue difícil acceder para ellos, sino para casi todos los autónomos al frente de negocios estacionales ya que, para acogerse a estas ayudas, se exigían muchos requisitos como no haber estado dado de alta entre marzo y junio de 2020 - los meses en los que estuvo vigente el estado de alarma. o haber estado dados de alta al menos cinco meses entre marzo y octubre de 2018 y 2019. 

Precisamente, José Luis Nieto, presidente de la Asociación de Músicos Profesionales de España (AMPE), lamentó los obstáculos que estos autónomos han encontrado desde el principio para acceder a esta prestación. 

Asimismo advirtió que "esto es un problema que viene de atrás". Según Nieto, los efectos de la pandemia sobre la industria son claramente un reflejo de lo que ya vivía el colectivo. En definitiva, la crisis del coronavirus ha sacado a la luz un problema que ya existía: "Hay tanta irregularidad  en la actividad y en la contratación de los profesionales, que no pudimos tener ningún tipo de ayuda [...] La alerta roja surge directamente porque no hay soluciones ".

El presidente de la AMPE resaltó además lo mucho que cuesta vivir de la cultura. Frente al pensamiento popular de que la industria musical es un negocio que mueve millones, lo cierto es que nada más lejos de la realidad. "Para ganar un euro con una canción, ésta debe reproducirse como mínimo 8.800 veces".