Muchos lo harán en negocios sostenibles

Los autónomos españoles que venden en Latinoamérica quieren aumentar sus exportaciones

El 68% de los autónomos y las pymes españolas que ya están instalados en Latinoamérica tiene previsto aumentar su presencia en este continente. Una parte importante de ellos lo harán en negocios orientados cubrir las necesidades de la población.

México
Los autónomos españoles que venden en Latinoamérica quieren aumentar sus exportaciones

La pérdida de fuerza del comercio internacional de la que alertaba la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) esta misma semana, derivada de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China o el Brexit y el previsible aumento de las presiones arancelarias, no desanima al sector exterior español. En él operan ya 165.690 pequeños exportadores de los que 35.739 son regulares, es decir, llevan vendiendo sus productos y servicios en el exterior cuatro años seguidos o más.

Las incertidumbres de algunos mercados maduros han abierto la puerta a la diversificación de destinos como Latinoamérica. En el caso concreto de los autónomos y las pymes siete de cada diez (68%) aumentarán su presencia en un mercado que cuenta con 626 millones de habitantes, según el Panorama de Inversión Española en Iberoamérica publicado recientemente por el IE Business School. Además, el 41% de éstos considera que su negocio en la región superará al de España.  “El compromiso inversor no se verá influido por una coyuntura algo más desfavorable, sino que mantendrá su carácter estratégico y a largo plazo, tanto para las grandes compañías como para las pequeñas, cada vez más presentes en la región”, explica Juan Carlos Martínez Lázaro profesor de Economía de la escuela de negocios.

Pese a lo convulso del momento el mercado interno latinoamericano continúa siendo el principal atractivo para el 88% de las empresas. Entre otros motivos por su diversidad. Más allá de los sectores tradicionales, como las infraestructuras, la llamada base de la pirámide -segmentos de población no integrados en la cadena de valor de las empresas-  la región ofrece un campo de oportunidades reales a los autónomos y pequeñas empresas que se han internacionalizado o quieren internacionalizarse. En términos económicos, la cifra se sitúa alrededor de los  cinco billones de euros de poder de compra “de los que las empresas españolas pueden aprovechar a través de modelos de negocio inclusivos y sostenibles”, ha explicado María Peña, Consejera Delegada de ICEX España Exportaciones e Inversiones.

Precisamente la entidad pública puso en marcha en 2017 el programa 'ICEX Impact +' cuyo objetivo es que las empresas y negocios españoles diversifiquen su presencia en mercados emergentes con alto potencial de crecimiento, aportando soluciones innovadoras y rentables que, además, generen un impacto positivo en sectores como el agroalimentario, textil, turismo sostenible, nuevas tecnologías, transporte, generación y suministro de agua o energías renovables. 

La iniciativa -que a finales del año pasado fue reconocida por la  Red Española del Pacto Mundial como una de las buenas prácticas a destacar por su aportación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y cuyas actuaciones se incrementarán un 18,75% este año- opera en Colombia y Ecuador y este año se extenderá a Bolivia y Perú, además de a Marruecos. "Son cada vez más las empresas españolas de diferentes tamaños y sectores que apuestan por estos modelos de negocio que, sin renunciar a los objetivos empresariales tradicionales, buscan dar respuesta a los retos globales en materia de desarrollo sostenible" ha explicado desde ICEX. Ahora bien, implementar este tipo de negocios y abordar estos mercados con éxito, exige superar una serie de riesgos y barreras tanto internas como externas, que requieren de alianzas entre los distintos actores (tercer sector, empresas y sector público) así como de procesos de innovación. Precisamente esta es uno de los ejes con los que cuenta el programa para multiplicar el impacto positivo social, económico y ambiental en los entornos en los que operan las empresas.

“Apostamos por instrumentos para que nuestras empresas, principalmente las pymes y los pequeños negocios -que son la gran mayoría-, accedan a mercados con un potencial de consumidores cuyo nivel de ingresos es inferior a los ocho dólares (7,10 euros) al día”, ha insistido María Peña. Cabe destacar que según las estimaciones del Banco Mundial hay unos 4.000 millones de personas con ingresos inferiores a los 2.700 euros al año, en torno al 5% de ellas en Latinoamérica.

México y Colombia los países preferidos

El pasado año 2018 las exportaciones a Latinoamérica supusieron un 4% del volumen total, que los 285.000 millones de euros. Entre los países y áreas con acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, pese al leve retroceso del 0,8%, México fue el que mayor volumen acumuló (4.560,2 millones de euros), seguido del conglomerado de naciones de América Central (1.138,1 millones de euros), Colombia (972,5 millones de euros) y Perú (779,7 millones de euros).

Por otra parte, según los datos del IE Business School, el 74% de las pymes españolas tienen presencia en México, lo que confirma su posición como mercado más importante de la región para este segmento. El segundo destino preferido es Colombia con el 50%, cuatro puntos por delante de Chile (46%) y seis de Brasil (44%).

Ante estas cifras no es de extrañar que el 11,84% de las actuaciones del Plan de Actividades de ICEX 2019 que incorpora 1.658 actuaciones entre ferias, misiones, formación, ... se vayan concentrar en la región, sólo por detrás de las destinadas a la Unión Europea (25,53%) y Asia (16,38%).

Emprendedoras por necesidad

Una de las aportaciones más importantes de los negocios sostenibles en los países en vías de desarrollo es la incorporación de la mujer al mercado de trabajo. En Latinoamérica el 60% de las mujeres trabajadoras de entre 15 y 24 años tienen un salario mensual de 280 dólares de media (menos de 250 euros al mes), según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Esto hace que muchas de ellas opten por el emprendimiento que “es un antídoto contra la discriminación laboral y otras barreras de acceso al empleo formal”, explica Laura Fernández Lord, responsable de Empoderamiento de la Mujer de la Fundación Microfinanzas BBVA en un comunicado.

De hecho, el Organismo Iberoaméricano de Juventud (OIJ) destaca que el porcentaje de mujeres jóvenes que emprenden como única salida laboral duplica al de los hombres. Y es que, en palabras de la portavoz de la Fundación que ofrece microcréditos y enseña a ahorrar a las emprendedoras latinoamericanas , “montar un negocio surge como una forma de compaginar el trabajo con las responsabilidades de cuidado y, para muchas es la única opción de obtener ingresos”.