Por las menores perspectivas de crecimiento

Autónomos y pymes necesitaron más financiación en 2018

Los autónomos y las pequeña empresas recurrieron más a los bancos y al crédito a proveedores en 2018. Según Cesgar, organización que agrupa a las sociedades de garantía recíproca, las causas fueron las menores perspectivas de crecimiento en su facturación y la mayor necesidad de circulante.

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Autónomos y pymes necesitaron más financiación en 2018

La escasez de financiación bancaria y el ahorro de costes explica el importante uso del crédito comercial, que según el VIII Informe de financiación de la Pyme elaborado por Cesgar, la patronal de las sociedades de garantía recíproca, fue de un 37,6% entre las empresas que buscaron crédito en 2018.

El informe destaca el aumento de las necesidades de financiación de los autónomos y las pymes en el ejercicio de 2018. Un 36,5% frente al 31,3% de un año antes. Porcentaje que se incrementa hasta el 43,8% si se excluye a los autónomos y las microempresas de menos de 10 empleados.

El menor optimismo en las perspectivas de crecimiento interno de las empresas sería una de las razones que justificarían las anteriores cifras, explican desde Cesgar. Aunque un 41,8% afirman que su facturación aumente durante este año 2019 el dato es el más bajo desde 2016 (44,3%) y retrocede casi seis puntos con respecto a  2017 (47,1%).

Aunque las necesidades de circulante es lo que motiva a la mayoría de los autónomos y las pymes a solicitar financiación (68,1%), interanualmente el porcentaje cae 8,5 puntos (76,6%). También es representativo el incremento de peso de la inversión en equipo productivo que se dio en 2018 por parte de los autónomos y pymes que requirieron financiación (36,7%). Varios factores estarían detrás de esta última causa, la renovación de los equipos por la propia obsolescencia de los mismos y las mayores necesidades de producción para dar respuesta al incremento de la demanda. "En este aumento seguramente se combine tanto la renovación como la ampliación de los citados equipos productivos", recalcan desde Cesgar.

En la parte contraria la demanda de crédito a la innovación experimenta un preocupante retroceso, disminuyendo del 6,2% al 2,17% en tan solo un año. Esto pese a que casi la mitad de las pequeñas empresas innovadoras reconocer necesitar financiación. En opinión de las citadas fuentes de las Sociedades de Garantía Recíproca, "esta caída es coherente con la reducción de la base de pymes innovadoras, que se confirma también en otros estudios recientes. Puede tener su explicación en que tanto los autónomos como las pymes, en momentos expansivos del ciclo como el actual, dedican todos sus recursos -que son limitados- a dar respuesta a la demanda".

Lo que también deja claro el informe es que cuanto mayor es el tamaño mayor es también la necesidad de financiarse. Seis de cada diez pymes reconocen esta necesidad, el doble que los autónomos, colectivo donde se da en tres de cada diez.

Fórmulas escogidas para financiarse

Casi cuatro de cada diez proveedores de autónomos de pymes les permiten que paguen sus productos o servicios a futuro. Un plazo que no debería exceder en ningún caso de los 60 días establecidos en la Ley de Morosidad. Pese a que esta fórmula continúa siendo la más empleada para financiar el circulante, el dato mejora con respecto a los resultados obtenidos en 2017, cuando el porcentaje alcanzó el 41,8%. Fuentes de Cesgar, explican a Autónomos y Emprendedores que "su grado de utilización está directamente vinculado al aumento de actividad y facturación observado durante 2018 en las pymes".

En relación al resto de fórmulas de financiación ganan terreno las líneas de crédito, que fueron utilizadas por el 28,2% de los titulares de negocios (casi tres puntos por encima del anterior informe) e instrumentos como el leasing, cuyos solicitantes pasaron del 11,4% al 14,1%. Ambas muy por encima de alternativas como el crowdlending o del crowdfunding, que apenas son empleadas por un 0,2%.

Sólo un 4,6% recurrió al ICO

Del informe llama la atención que sólo el 4,6% recurrió a financiarse a través de una Línea ICO (Instituto de Crédito Oficial). Escaso éxito que coincide con los datos de cierre del ejercicio del organismo que preside José Ignacio García de Quevedo. El pasado 2018 las Líneas ICO financiaron 41.440 operaciones por importe de 2.500 millones de euros. Cifras muy inferiores a las registradas en el año anterior, cuando el número de operaciones se situó en 79.900 y el volumen financiado alcanzó los 4.594 millones de euros.

Esto tiene que ver carácter anticíclico del ICO. Cuanto más fácil es el acceso al crédito menos recurren los autónomos y las pequeñas empresas a esta vía de financiación. Aún así, fue precisamente en éstos donde el Instituto de Crédito Oficial encontró su mayor nicho de clientes. El 66,3% de las operaciones concedidas fueron a parar a las microempresas de menos de 10 empleados, formalizándose casi el 55% de las líneas por importes de hasta 25.000 euros.

Más facilidad de acceso al crédito

En la presentación del informe Antonio Coucerio, presidente de CESGAR afirmó que en 2018 hubo una mayor facilidad para acceder a la financiación. Un 65,4% afirmó no haber tenido dificultades veintiún puntos por encima de 2017 (44,2%).

Los datos concuerdan con la encuesta de Préstamos Bancarios de España del pasado mes de enero, donde se afirmaba que las condiciones de acceso al crédito nuevo de las sociedades “se suavizaron de forma generalizada en todas las modalidades”. Tendencia que parece se extenderá este primer trimestre del año según sostiene la entidad que gobierna Pablo Hernández de Cos que, por otra parte, advierte de la parálisis en el crecimiento de la demanda de crédito de autónomos, pymes y empresas.

En lo que sí tuvieron problemas fue en la imposibilidad de disponer de garantías, lo que les impidió a muchos acceder al crédito. Se percibe también un incremento de los que señalan que la falta de comprensión sobre sus negocio fue la causa principal para no haber obtenido el crédito deseado.