Se echarán a la calle el 27 de enero

Los autónomos del sector lácteo denuncian la "pasividad y complicidad" de Agricultura en su precaria situación

El próximo 27 de enero, los autónomos del sector lácteo se manifestarán frente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación por su “pasividad y complicidad” en la gran crisis que afronta el colectivo. Situación que, en el último año, conllevó el cierre de más de 800 granjas.

Más de 800 granjas de leche cerraron el 2021.
Más de 800 granjas de leche cerraron el 2021.
Los autónomos del sector lácteo denuncian la "pasividad y complicidad" de Agricultura en su precaria situación

Los autónomos del sector lácteo se unen a las protestas del mundo rural frente a la precariedad que afrontan tanto ganaderos como agricultores. En 2021, más de 800 granjas dedicadas a la producción de leche cerraron por el aumento de sus costes fijos y una venta a la baja que ni siquiera cubre sus gastos. Por ello, el próximo 27 de enero, estos trabajadores por cuenta propia se manifestarán frente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) denunciando que, siendo conocedor de la recesión del sector, muestra “pasividad y complicidad” incumpliendo las normas que el Ejecutivo planteó para paliar esta situación.

El mundo rural quiere elevar sus protestas por toda España para hacer patente su precaria situación. El pasado 23 de enero miles de agricultores y ganadores se manifestaron en Madrid para denunciar la escasa rentabilidad de sus negocios. Y, desde hace meses, particularmente el sector lácteo ha incidido en el mismo problema. “Venimos desde agosto del año pasado reclamando al ministerio medidas. Hemos tenido reuniones con la industria láctea e incluso con distribuidoras como Mercadona. Sin embargo, tras reformas como la Ley de la Cadena Alimentaria - que exige un pago justo por nuestros productos – reuniones, consultas públicas y un sinfín de tomas de contacto; el Ministerio es pasivo y cómplice al no mover un dedo y hacer efectiva sus propias reglas de juego”, explicó Adoración Martín, responsable del sector vacuno de leche a nivel nacional en la Unión de Uniones y en la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL).

Las protestas, que se han venido dando a lo largo de todo el territorio y se han prolongado desde mediados hasta finales de 2021 han puesto de manifiesto que los granjeros sufren un problema a nivel estatal y que las reivindicaciones aún quedan lejos de verse satisfechas. “El ministerio nos exige cumplir con normativas medioambientales, con la ley de bienestar animal. No obstante, no exige a la industria ni a las distribuidoras que la Ley de Cadena Alimentaria se haga efectiva. Anualmente se cierran un 7% de las granjas lácteas en nuestro país, lo que se tradujo en más de 800 granjas en 2021”, afirmó Martín. La representante, además de ejercer como autónoma durante 38 años, añadió que “la asfixia y la hucha de los ganaderos no puede enfrentarse a la terrible situación que afronta el sector. El cierre granjas será incontable si el ministerio no mueve un dedo”. “Nos hemos enfrentado a las vacas locas, a la lengua azul y a varias crisis económicas, pero ninguna fue como esta. Se ha juntado la pandemia, la bajada de precios y un aumento de costes al 25%. La sociedad se ha olvidado que nos jugamos la vida por abastecer al país en los peores momentos de la crisis sanitaria”, comentó Martín.

Los costes de producción agravan la precariedad del sector lácteo

Desde que comenzara 2021, los costes de producción del sector lácteo no han hecho más que incrementarse vertiginosamente. El precio de la leche se ha incrementado, pero este incremento no llega a cubrir lo que han subido los costes de producción. El precio medio en noviembre estaba en 36 céntimos el litro, mientras que los costes en ese momento estaban en torno a los 40 céntimos y ascendiendo. Situación que ha sido incluso peor, según afirman desde la Unión de Uniones, para los autónomos dedicados a la elaboración de yogures, quesos o producto derivados.

“A finales de diciembre, hemos experimentado un incremento de 20 euros por tonelada en la compra de piensos para nuestro ganado. La luz sigue subiendo, el gasóleo está alcanzando picos históricos, pero la leche no se mueve”, comentó Martín. “En España, por cada 25 vacas se genera un puesto de trabajo indirecto. El ministerio debe replantearse que nuestro papel es fundamental para la economía y no dejar que, por ejemplo, el agua se eleve un 30%. Si en un supermercado cuesta 80 céntimos el litro de leche ¿Cómo podemos estar cobrando menos de 40 céntimos?, cuestionó la ganadera. Desde Unión de Uniones señalan directamente a la industria y distribuidoras de productos lácteos. “Aquí reside la complicidad del ministerio. A sabiendas de que estas industrias ejercen abusos contra el eslabón más débil de la cadena de producción y estar denunciados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), no mueven ni un dedo. Tienen todos los datos sobre cómo se comporta la cadena láctea, pueden ver de primera mano la ruina de los ganaderos y sus familias y prácticamente están de brazos cruzados”, lamentó la ganadera.

El sector lácteo planea seguir movilizándose

Manifestaciones, tractoradas o tirar litros de leche como protesta son algunas de las acciones que los autónomos dedicados a la producción láctea han definido para hacer oír su voz. Sin embargo, el colectivo no puede dejar de trabajar y ve inviable convocar una huelga general para seguir “haciendo ruido”. “En el mes de diciembre planteamos una huelga general. Sin embargo esta debería ser secundada por el 80% del sector. Galicia es la mayor productora de leche a nivel nacional y en 2015 tuvo una muy mala experiencia que enfrentó a las granjas por culpa de una huelga. Aunque la situación sea asfixiante, nosotros en un día de huelga seguiremos ordeñando nuestras vacas y yendo a trabajar, lo único que podemos hacer es cortar la cadena de suministros durante varios días para desabastecer a la industria”, explicó la representante de los ganaderos.

“Estamos asistiendo a la permisividad del Ministerio de Agricultura a la ruina de los ganaderos de leche, por ello iremos el 27 de enero a denunciar la complicidad del MAPA con industria y distribución a sus propias puertas. Reclamamos un golpe sobre la mesa y que de una vez por todas el MAPA se deje de palabras y pase a la contundencia contra quien incumpla la ley. De lo contrario seguiremos con protestas y denuncias públicas frente a la Administración”, afirmó Martín.

Una macroconcentración del campo para denunciar su precaria situación

No sólo los autónomos del sector lácteo están sufriendo esta precariedad. El pasado 23 de enero, según la Delegación del Gobierno de Madrid, 6.000 agricultores y ganaderos se manifestaron contra la pasividad del Ejecutivo al mundo rural. La protesta convocada por los distintos representantes del campo fue acompañada por tractores, caballos, carros de bueyes y burros. Sin embargo, esta no será la última protesta del sector.

Va a haber muchas manifestaciones en las próximas semanas. Además de haber paralizado el Paseo de la Castellana el día 23, los agricultores de toda España quieren hacerse oír. El día 26, Logroño, Santiago de Compostela, Salamanca y Burgos – un día clave y quizás el más importante en cuanto a movilizaciones – saldrán a la calle. No podemos plantear una huelga general porque eso en el campo no existe. No podemos dejar de alimentar a nuestros ganado o cuidar nuestros cultivos. Pero si queremos hacer ver a la Administración, la ciudadana e incluso Europa, que somos capaces de movernos a la capital y hacer mucho ruido”, explicó Diego Juste, portavoz de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) días antes de la manifestación.

Éstas son las demandas de los autónomos del mundo rural en sus manifestaciones

  • Plan de choque ante el incremento de los costes de producción agrícolas y ganaderos.

  • Aplicación “a rajatabla” de la Ley de la Cadena Alimentaria para garantizar unos precios justos para nuestros productos.
  • Por una PAC para la agricultura y ganadería familiar, que establezca mayores apoyos para jóvenes y mujeres rurales.
  • Control exhaustivo de las importaciones y aplicación de cláusulas que impiden relaciones comerciales injustas en los acuerdos con terceros países.
  • Fortalecimiento del sistema de seguros agrarios, con cambios que lo hagan más universal y accesible.
  • Planes hidrológicos adaptados al futuro del sector agrario que permitan la consolidación, modernización y optimización de los regadíos, así como un reparto más justo entre las explotaciones.
  • Reducción de las tarifas eléctricas que están ahogando al mundo rural y aplicación de la doble potencia en el sector agrario, tal y como ya recoge la ley.
  • Retirada del lobo del LESPRE y desarrollo de planes de gestión sostenible de la especie.
  • Adecuados servicios sociales y sanitarios en el medio rural y desarrollo de planes educativos, formativos y de empleo que permitan el progreso sostenible del medio rural.