Por la vuelta de las restricciones

Los bares en zonas con rebrotes están perdiendo hasta 400 euros cada hora

Con los nuevos rebrotes, algunas provincias ya han vuelto a las restricciones en sectores como la hostelería. Algunos bares han tenido que reducir de nuevo el aforo, el espacio y el horario de apertura. Las limitaciones les están generando pérdidas de hasta 400 euros la hora.

Los bares en zonas con rebrotes están perdiendo hasta 400 euros cada hora

Los nuevos brotes de Coronavirus han obligado a los gobiernos regionales a redoblar las restricciones para tratar de controlar la epidemia. Algunas de las medidas que han puesto en marcha han sido el cierre de locales de ocio nocturno o la obligación de atender con cita previa en los comercios. Por supuesto, las limitaciones también han llegado a la hostelería. Justo cuando parecía que los bares y restaurantes empezaban a recuperarse, muchos de estos negocios han retrocedido de fase y han vuelto a tener restricciones de aforo y horarios.

Los rebrotes han provocado que en, al menos, siete Comunidades Autónomas - Aragón, Cataluña, Castilla La-Mancha, Cantabria, Baleares, Murcia y Navarra -  se hayan impuesto restricciones y controles más estrictos en la actividad. Otras regiones ya las preparan o afirman estar dispuestos a elevar las limitaciones para contener la propagación del virus en la zona.

Según explicaron desde Hostelería de España, “se prevé que la facturación del sector descienda más de un 50%, con pérdidas de hasta 67.000 millones de euros. Además, 40.000 negocios ya han echado el cierre y se estima que 65.000 habrán desaparecido a final de año”.

Las restricciones cuestan a los hosteleros hasta 400 euros la hora 

En Cataluña, uno de los principales focos de contagio, se han implementado restricciones muy estrictas en algunas zonas. Así, se ha reducido el aforo en el interior de los establecimientos, limitándose al 50% del autorizado y el consumo debe realizarse en mesas. En cuanto a las terrazas, se debe guardar una distancia de dos metros.  Además, se debe cerrar a las 00:00 horas y el servicio para llevar se considera preferente al consumo en los locales.

Algo que está afectando mucho a la facturación de los hosteleros de la zona. Es el caso de Soma, un modesto bar ubicado en Hospitalet de Llobregat (Barcelona), “Ahora estamos a la mitad, por lo que sólo podemos facturar el 50% y hay día que a penas viene gente debido a los nuevos contagios y a las restricciones. Hay días que no ingresamos más de 30 euros en toda la mañana, lo cual no es nada. Hemos pasado de hacer una caja de 50 euros la hora a apenas cinco euros. Es una ruina”, lamentó Xavier del bar Roma.

Asimismo, el bar y restaurante Tofol en Segriá (Lérida), cuenta con las mismas restricciones. Se trata de un espacio con 80 metros cuadrados en el interior y una terraza en la que antes cabían 21 mesas. “La mayor caja la hacemos los fines de semana por la noche. Mientras el ticket del día está en los 3,30 euros, por la noche sube a los 6,50 euros”, apuntó el dueño.

Esto se debe a que, por la noche, se consumen más cócteles, cerveza y copas, mientras que a lo largo del día servimos mucho café y refresco. Además, en horario nocturno los clientes consumen más rápido”. Este hostelero aseguró que “los fines de semana facturamos más. Por ejemplo, un sábado hacemos una caja de tres mil euros, de los cuales la mayoría son por la noche. De hecho, entre las doce y la una se solía ganar 400 euros, mientras que ahora no se ingresa nada”.  

Medidas muy similares hay en otras zonas, por ejemplo, en el bar Iruñia de Pamplona que tiene grandes pérdidas debido a las restricciones actuales. “Hemos vuelto como al principio: ganamos la mitad las horas que estamos abiertos, pero tenemos los mismos gastos”, apuntó. Además, según asegura este autónomo, antes de la crisis podían facturar los fines de semana 50 euros cada hora en las primeras del día y hasta 200 euros durante las últimas horas.  

Por su lado, Aragón está siendo la zona en la que más se han cebado los nuevos brotes de Coronavirus y ha vuelto a fase 2, con todas las restricciones que eso conlleva para la hostelería. Por ejemplo, desde el restaurante Masivo de Zaragoza indican que las pérdidas son proporcionales a la reducción de aforo. “Normalmente teníamos todas las mesas llenas, pero ahora sólo podemos servir la mitad. Además, notamos mucho los fines de semana el tener que cerrar a las doce de la noche. Un sábado entre las doce y la una podíamos facturar 200 y 300 euros, pero ahora, durante esas horas no estamos ni si quiera abiertos ”.

Por su lado, el bar Endrina de Zaragoza explicó que la falta de barra les hace mucho daño. Sin ella, pierden un 70% de la facturación diaria. “Las restricciones nos dejan a penas sin mesas, sin barra y cerrando a las doce, lo cual hace que no sea rentable. Vamos a tratar de aguantar como sea, pero las cuentas así no salen".

Un verano sin ocio nocturno

Los locales enfocados completamente a la noche son los que peor lo tienen. El ocio nocturno ya tenía las limitaciones de aforo y en la utilización de las pistas de baile desde que se inició la “nueva normalidad”.

Se trata de locales que viven del ticket de la noche de los fines de semana. “Podíamos llegar a facturar 1.500 euros la hora las noches de los sábados”, lamentó el local Morrison, de Palma de Mallorca. Añadió que “la falta de turistas y las restricciones están haciendo que sea una época muy dura. No nos sale a cuenta abrir. Lamentablemente muchos tendrán que cerrar y, en nuestro caso, veremos lo que pasa pero vamos a intentar mantenernos a flote como sea”.

Ahora los nuevos brotes asociados al sector han hecho que en algunas zonas se prohíba directamente el desarrollo de estas actividades y en otras aumenten las restricciones. Sin embargo, han pedido a los gobiernos regionales que no se les estigmatice porque aseguran que son los que tienen más controles ante la COVID-19, ya que ven en la época estival una oportunidad para recuperarse económicamente tras el confinamiento.