Sólo se rechazan el 4% de las peticiones

EL BCE dice que la banca española lidera el crédito al pequeño negocio en Europa

Según la última encuesta del Banco Central Europeo, entre abril y septiembre de este año, los negocios españoles pidieron más préstamos y se encontraron con menos negativas.
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EL BCE dice que la banca española lidera el crédito al pequeño negocio en Europa

Aunque los autónomos y los pequeños negocios españoles solicitaron más préstamos a las entidades financieras entre los meses de abril y septiembre de 2019, éstas les pusieron menos trabas que el año anterior. En ese periodo, y según los datos de la última ‘Encuesta a pymes’ elaborada por el Banco Central Europeo (BCE), el porcentaje de préstamos rechazados se redujo un punto con respecto al anterior informe, del 5% al 4%. Cifra que es, además. inferior en dos puntos a la media registrada en la Unión Monetaria Europea (6%).

El resultado se corresponde, a su vez, con el número de negocios que reconocieron haber tenido menos dificultades para obtener un préstamo bancario, que también se recortó un punto.

Para qué se piden y para qué se usan: crecer y crear empleo

En relación al porcentaje de autónomos y pequeños negocios que se dirigieron a un banco para solicitar crédito, bien para financiar el circulante o bien para financiar alguna inversión a largo plazo, éste creció dos puntos y pasó del el 29% al 31%. Esta cifra se sitúa también por encima de la media de los países de la zona euro, que fue del 26%. A pesar de este ligero repunte, tal y como explicaron desde el Banco de España, el porcentaje “se mantiene próxima a los valores más reducidos observados durante los últimos años

Así mismo y siguiendo el destino de la financiación obtenida, el informe del BCE destaca que una parte importante de los negocios se financiaron para contratar nuevos empleados; mejorar la capacitación de los que ya tenían en plantilla; y desarrollar nuevos productos y servicios.

Los resultados obtenidos a lo largo del semestre muestran que “la financiación no fue un problema” para los negocios, según afirmó el portavoz de la Asociación Española de la Banca (AEB), José Luis Martínez Campuzano. “La proporción de pymes españolas que solicitaron préstamos volvió a crecer, con un nivel ya por encima del de la Unión Monetaria. Y también siguió mejorando el acceso a la financiación bancaria, aunque a un ritmo algo inferior”.

Misma tesis defendieron desde Banco de España: “En resumen, la ultima edición de la SAFE (informe del Banco Central Europeo) muestra que el acceso de las pymes españolas a la financiación externa continuó mejorando, aunque a un ritmo cada vez más moderado”. De hecho, y a pesar de la reducción de solicitudes rechazadas, frente al 16% de los que percibieron una mejoría en el acceso a financiación en anteriores encuestas, sólo el 11% la reconocieron entre abril y septiembre de este 2019. 

Aumento de los tipos y endurecimiento de las garantías

Por otra parte, con respecto a las condiciones de los préstamos, el informe del Banco Central Europeo, refleja que el porcentaje de negocios que se quejaron de un aumento de tipos de interés superó en dos puntos al de los que constataron un descenso. Algo que no ocurría desde 2014. Además, aseguraron que ha habido un endurecimiento de las garantías (avales) y condiciones requeridas.

Todo lo contrario de lo que ocurrió con la cuantía de los préstamos y los plazos de vencimiento, que resultó ser más positiva. En ambos casos, la percepción mejoró en tres y dos puntos a la del informe previo.   

Preocupación por el incremento de costes laborales

El documento del BCE repasa también la percepción de la coyuntura económica y del mercado de trabajo a la que se enfrentan los autónomos y pequeñas empresas, tanto en España como en la Unión Europea.

Si bien obtener financiación ha pasado a ser la menor de las preocupaciones para estos colectivos, los costes laborales cobran mayor protagonismo. La mitad (50%) reconoce que los incrementos que se han producido a raíz de la aprobación de medidas como la subida del 22,3% del SMI (Salario Mínimo Interprofesional) -hasta los 900 euros mensuales en 14 pagas- o del 7% de las bases máximas de cotización, están representando un lastre para sus balances.  Asimismo, el 51%  de negocios también destacaron el aumento de otros costes, como los financieros, que se habrían producido durante el semestre analizado. La conclusión es que ambas barreras, unidas a la incertidumbre económica y política actual, están suponiendo un freno a las inversiones y, por extensión, al crecimiento empresarial y la competitividad.

Mejoran las ventas pero a menor ritmo

De hecho, el informe refleja que, “en el caso de España, se mantiene una mejora en ventas, pero con un porcentaje neto menor que en la encuesta previa”, señaló Martínez Campuzano, portavoz de la AEB. En concreto, aunque más empresas afirmaron haber aumentado sus ventas que las que declararon lo contrario, la diferencia entre ambas se redujo del 20% al 15% con respecto a la encuesta anterior.  Esta contracción de las ventas afectó especialmente al comercio, donde sólo el 7% informó de un aumento de su facturación (seis puntos menos que en la edición anterior). Asimismo, también fue en este sector en el que hubo un mayor número de negocios que reconocieron haber perdido beneficios (20%).

No obstante, la situación de los autónomos y pequeños negocios españoles, no es exclusiva de nuestro país. Los datos del conjunto de la zona euro reflejan una realidad muy similar entre los países que la conforman.

Un 13% sufre los efectos de la morosidad

Otro de los apartados en los que se detiene el informe del BCE es la morosidad que padecen los autónomos y los pequeños negocios. Según sus datos, el 13% aseguró que “experimentaron problemas de forma regular, debido a pagos atrasados de entidades privadas y públicas”. Dentro de este porcentaje, tres de cada diez afirmaron que, éstos, se habían producido en los últimos seis meses.

Esta circunstancia desató una reacción en cadena, “como consecuencia, la mayoría de los proveedores se vieron afectados negativamente”, explica el documento del Banco Central Europeo. Que añade que, como consecuencia de ello, buena parte de los negocios “señalaron cambios en sus planes de inversión y producción”.