Un 38% ya los ha incrementado y un 34% prevé hacerlo

Tres de cada cuatro autónomos subirán sus precios después del verano, según el Banco de España

El último informe del Banco de España revela que un 38% de los negocios españoles ya han subido sus precios debido al aumento de los costes y un 34% más prevé hacerlo a lo largo del tercer trimestre de 2022.
Fachada del Banco de España
Fachada del Banco de España
Tres de cada cuatro autónomos subirán sus precios después del verano, según el Banco de España

El aumento de costes que llevan soportando los autónomos y las empresas desde principios de este año podría obligar a tres de cada cuatro negocios españoles a subir sus precios. Así lo confirma la última encuesta del Banco de España realizada entre más de 5.500 profesionales durante el segundo trimestre de 2022. En su informe, el Órgano Supervisor prevé que de aquí a final de verano, nada menos que un 74% de las actividades habrán incrementado el valor de sus productos.

El organismo que dirige Pablo Hernández de Cos señaló como los principales "culpables" de la subida de precios al aumento del coste de la electricidad y de las materias primas, el incremento de los costes laborales y muy especialmente, el encarecimiento del carburante. Esto, advierten el Supervisor y otros organismos, podría acabar desencadenando en una espiral inflacionaria - los costes se repercuten en los precios, aumenta el IPC, incrementan los salarios que están indexados a él y se vuelve a provocar un nuevo aumento de costes-. 

En las respuestas recogidas por el Banco de España durante estos tres últimos meses, las actividades encuestadas muestran haber subido en muchos casos sus precios en una proporción similar a lo que han aumentado sus costes. Concretamente, un 38,1% de los negocios afirmó haber incrementado ya el valor de sus productos o servicios, mientras que un 35,7% espera subirlos a lo largo del tercer trimestre del año, es decir, de aquí a septiembre. Si se cumplieran las perspectivas, a finales de verano podría darse el caso de que casi un 75% de los negocios españoles hubieran aumentado sus precios de venta. 

En un año, casi el 92% de los negocios podrían haber subido sus precios por los costes, según el Banco de España

Si las previsiones se ampliaran al horizonte de un año, prácticamente todos los negocios habrían repercutido total o parcialmente el aumento de los costes en sus precios. Concretamente, de este mes a 2023, serían un 54% más de las actividades encuestadas las que pretenderían subir el valor de sus productos o servicios.  De este modo, sumando a las empresas que ya han incrementado el valor de sus productos y las que pretenden hacerlo, según sus respuestas en la encuesta, dentro de un año un 92% de los negocios españoles podrían haber subido el precio de sus productos y servicios debido al aumento de los costes.  

Si bien, según el Banco de España, todos los sectores se habrían visto desde principios de año afectados por estos incrementos, el impacto habría sido todavía mayor en aquellas actividades que presentan más dependencia de de la energía, como la industria, la construcción y el transporte. De hecho, en la encuesta se refleja que el principal motivo por el que los negocios se han visto obligados a subir sus precios -para un 75% de los encuestados- es el encarecimiento de la energía. 

A ello se suma también ahora la incidencia de las dificultades para recibir suministros de los proveedores habituales y de la escasez de mano de obra que se ha mantenido en niveles similares a los de finales de 2021. En concreto, casi un tercio de las empresas de la muestra declara que las dificultades de suministro han tenido un impacto negativo sobre su actividad reciente. Estos efectos siguen concentrados en determinadas ramas, como la industria manufacturera, donde esa proporción alcanza casi el 50%. La incidencia de estos problemas ha aumentado también en la construcción y el transporte.

En todo caso, apunta el Banco de España, pese a esta tendencia a subir los precios, "los incrementos actuales y los previstos siguen siendo inferiores al coste de los consumos intermedios". En otras palabras, los negocios no han repercutido por lo general todo el aumento de costes que están soportando en el valor de sus productos. 

 Temor por una posible espiral inflacionaria

Más allá de los riesgos que puede suponer para un autónomo subir los precios -perder clientes- o no hacerlo -reducir demasiado el margen de beneficio-, a nivel macroeconómico, el aumento del valor de los productos tiene consecuencias que pueden alargar todavía más la crisis. Durante estos últimos meses, distintos organismos -como el propio Banco de España- han venido advirtiendo del riesgo que se corre de caer en una espiral inflacionaria si el incremento de costes se traslada a una subida de precios y de salarios.

Este fenómeno consiste básicamente en una primera subida en los costes de las materias primas. Esto afecta a los precios de venta de dichos bienes, que aumentan. A su vez, los salarios también se incrementan al estar indexados con los precios a través de indicadores como el IPC. Estas subidas de sueldos provocan incrementos de costes y se vuelve una vez más al principio.

Respecto a esto, en su último informe, la OCDE ya asumía que las subidas de precios se trasladarán a los salarios, aunque de forma moderada.  "Hay riesgo de que una mayor inflación se enquiste si se producen más alteraciones en el mercado de la energía o si hay un mayor traspaso entre los precios y los salarios", advierte. En ese sentido, éste y otros organismos subrayan la importancia de un pacto de rentas para repartir la carga de la inflación y al mismo tiempo prevenir una espiral de precios

Factores que influyen o que pueden obligar a los autónomos a subir los precios

La demanda sobre un producto o servicio es, según los expertos, el principal factor que influye en su precio final. Esto se debe a lo que se conoce en marketing como la ‘función de demanda’, en la que se compara la evolución de las unidades compradas en un periodo de tiempo según los precios marcados. Lo más natural es encontrar una relación en la que a mayor precio menor demanda. No obstante, no siempre es así.

Otro aspecto que hay que tener en cuenta para fijar el coste final de un producto es la 'sensibilidad del precio’, entendida como la capacidad que tiene un elemento de afectar al precio mediante cambios en la demanda. Por lo que el precio como tal no es el foco de atención, sino el resultado de una situación de mercado a la que un comercio debe adaptarse para seguir siendo competitivo.

Teniendo en cuenta ambos conceptos, el trabajador por cuenta propia podrá identificar distintos factores en base a los que tomar las decisiones sobre la estrategia que quiere llevar a cabo con su producto. Es importante que el precio del artículo o servicio en cuestión vaya acorde a los intereses y objetivos del negocio:

  • Maximizar el beneficio a corto y largo plazo.
  • Obtener un determinado rendimiento de la inversión.
  • Mantener o mejorar la participación en el mercado.
  • Impedir la entrada de competidores.
  • Liderar la calidad del producto.
  • Buscar la estabilidad de precios.
  • Buscar solo rendimientos de supervivencia.
  • Recuperar la inversión.
  • Crear o mantener la imagen del negocio y el producto.

Asimismo, el autónomo cuando fija el precio de un producto debe enfrentarse a:

  • Competidores.
  • Intermediarios.
  • Proveedores.
  • Acreedores.
  • Organizaciones de consumidores y usuarios