Cámara de España cree que las exportaciones crecerán cinco décimas por encima de lo que dice el Gobierno

La entidad que preside José Luis Bonet revisó ayer sus previsiones de crecimiento para el bienio y estima que se crearán 300.000 puestos de trabajo.
Cámara de España cree que las exportaciones crecerán cinco décimas por encima de lo que dice el Gobierno

“Sin duda es estructural”. Con esta contundencia Raúl Mínguez, director del Servicio de Estudios de Cámara de España explica el por qué las exportaciones tirarán de la economía española en el próximo bienio. Tal es así que el organismo que preside José Luis Bonet ha mejorado en cinco décimas las previsiones de crecimiento de las exportaciones para 2018 que se recogen en el ‘cuadro macro’ que el Gobierno enviaba a Bruselas a finales del pasado mes de abril. Así frente al 4,9% estimado por el Ejecutivo las ventas en el exterior avanzarían hasta el 5,4% según la entidad cameral.

Para 2017, la cifra se sitúa una décima por debajo de lo calculado por el equipo de Luis De Guindos, ministro de Economía y Competitividad. Algo que “no es significativo”, aclara Mínguez, quien insiste en que “la práctica internacional en las empresas se ha afianzado a nivel estratégico, operativo y práctico. Ya no es una opción”. Algo que tiene su reflejo en los datos. Según los datos de Economía, el año pasado cerró con 148.794 empresas exportadoras -de las que cerca del 34% son regulares (lo llevan haciendo desde hace cuatro años o más). Además, durante los dos primeros meses del año el número de empresas que venden sus bienes y servicios en mercados exteriores habría experimentado un crecimiento del 1,2%.

En relación a las importaciones la diferencia es aún mayor, tanto para 2017 como para 2018. La compra de bienes y servicios se incrementará en 5,6 y 4,8 puntos respectivamente (+1,3 y +0,7). Dato que es sintomático de la mejora de la economía, especialmente por lo que supone en la adquisición de bienes de equipo por parte de las compañías españolas, cuyo objetivo es dar respuesta a la demanda creciente.

No son éstos el único parámetro en el que Cámara de España es más optimista que el Ejecutivo y se posiciona en la línea de las previsiones de Banco de España y organismos internacionales como el FMI (Fondo Monetario Internacional) y la OCDE. En su conjunto la economía crecerá un 2,8%, tres décimas por encima del escenario previsto por Moncloa (2,5%) y de las que la propia entidad auguraba en el mes de febrero.

Empleo y consumo privado

En materia de empleo, se seguirán creando nuevos puestos de trabajo. Concretamente 300.000 este año. Para 2018, los vientos de cola amainan y Cámara de España estima una leve desaceleración, por “el agotamiento de los estímulos del pasado”, detalla Mínguez.

En cuanto a la evolución de los precios, éstos subirán el 1% y el 0,9% cada anualidad, lo que “no distorsionará el nivel de consumo”, cuya moderación, principalmente en el segundo año del periodo tiene que ver con la evolución normal “hasta este año la recuperación de la economía ha propiciado que se siga expandiendo (el consumo) alcanzando sus cotas máximas. A partir de ahora seguirá avanzando pero a menor ritmo”.

Riesgos e incertidumbres

Pese a las buenas noticias, estas previsiones podrían verse afectadas tanto por factores internos como externos.

En España todo pende de la aprobación de los Presupuestos Generales para 2017, que para el director del Servicio de Estudios de Cámara de España “son determinantes”. Ahora bien, esto no será suficiente y “debemos evolucionar hacia un modelo de pactos y consenso político si queremos consolidar el crecimiento económico”.

Además, aunque Mínguez afirma con rotundidad que “sí” se ha superado la crisis económica, advierte de que España deberá continuar adoptando medidas orientadas a reducir a la elevada tasa de paro. Al igual que con el déficit público, que “lastra la posibilidad de crecimiento, ya que las administraciones públicas se ven obligadas a detraer recursos que podrían dedicarse a otras cuestiones”.

A nivel externo, el proteccionismo de Estados Unidos y el Brexit son las principales amenazas que podrían mandar al traste el nivel de flujos comerciales actual.