La patronal negocia con Trabajo una revisión del registro horario

CEOE advierte que una subida de las cotizaciones limitará la mejora de los salarios

La subida del 7% de las cotizaciones sociales en diciembre pasado supuso un lastre para la atracción del talento y ha impedido a los autónomos empleadores y a las empresas mejorar los salarios. La CEOE pide al futuro Gobierno que no ponga más trabas a las empresas y negocia con Trabajo mejoras en la guía de aplicación del registro horario.

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Antonio Garamendi, presidente de CEOE y Francisco J. Riberas, presidente del IEF.
CEOE advierte que una subida de las cotizaciones limitará la mejora de los salarios

“Si las cotizaciones sociales no se hubieran subido un 7%, los empresarios tendríamos un 7% más de capacidad para pagar salarios”, así de contundente habló el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, sobre el lastre que está suponiendo para la creación de empleo y la mejora salarial el aumento de las cotizaciones sociales aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez el pasado mes de diciembre.

Garamendi que participó en la jornada de debate Formación de calidad para un empleo de calidad organizada por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), criticó duramente esta decisión que además obliga a muchos jóvenes cualificados a buscar alternativas en el mercado laboral de otros países. “No se pueden subir las cotizaciones sociales al 7%, si se quiere atraer talento. Es lo que yo llamo el efecto Ronaldo”.  

También se refirió a la noticia que ayer daba Autónomos y Emprendedores respecto  a  la subida de los costes laborales un 8,89% en los últimos diez años (7,71% en el caso de las empresas de 1 a 49 empleados), de la cual, casi el 40% se ha producido en el primer trimestre de este año 2019. Cabe recordar que en esas fechas se aprobó el Real Decreto 28/2008 que elevó las bases mínimas de cotización un 22,3% (mismo porcentaje que el Salario Mínimo Interprofesional), y las máximas el citado 7%.  A este respecto, el presidente de la CEOE se centró en la parte salarial, “los salarios están subiendo por encima de la inflación, pero hay que evaluar si suben como consecuencia de la calidad de los puestos de trabajo y la mejora de la preparación de los empleados”. Es decir, hay que esperar para comprobar si la mejora de las nóminas se debe a la subida del SMI a 900 euros mensuales o a que el empleo en España se está cualificando por la digitalización de la industria y los servicios.  

Por su parte, Francisco José Riberas, presidente del Instituto de Empresa Familiar, afirmó que “toda la política económica ha de mirarse en su conjunto y hay que adoptar aquellas medidas que tengan más sentido. Creo que aumentar la presión hacia el empleo cuando el principal problema que tiene este país es el desempleo no es lo más lógico”. Ahora bien, Riberas también quiso hacer una apreciación, “hay que cuadrar las cuentas”.

Mejorar el registro horario y suprimir trabas

Antonio Garamendi, fue muy crítico con otras de las decisiones adoptadas por el Ejecutivo socialista en los últimos meses. En concreto se refirió al registro de jornada, “es un tema que estaba abierto en el diálogo social y que se debería haber trabajado más seriamente bajo este marco. Que se haya resumido de golpe toda la casuística en un Real Decreto que es un  contrato de adhesión y quiere ser el paraguas de todas las formas de empleo, complica las cosas”.

En este sentido insistió en la confusión e incertidumbre que la medida ha generado entre autónomos, pequeñas, medianas y grandes empresas “cada día surgen más dudas y me preocupa que afecte a la productividad y competitividad de las empresas”. Asimismo afirmó que desde la CEOE se está trabajando “intensamente” con el Ministerio de Trabajo acerca de cómo mejorar la guía de aplicación del registro horario.

A su vez, desde la patronal de los empresarios esperan que en el periodo que se abre “no haya tanto decreto electoral” y se trabaje para eliminar las trabas al crecimiento y la competitividad de las empresas que “son la clave de los impuestos y del empleo”. Así, Garamendi pidió al futuro Gobierno “que nos dejen tranquilos y no enreden. Que nos den flexibilidad y nos permitan trabajar como al resto de nuestros competidores”. Punto en el que centró el tiro en dos cuestiones, el alto precio de la energía en España y la elevada producción normativa.

Subvencionar el acceso a los trabajos menos cualificados

Diversos estudios apuntan que, en menos de una década, la mitad de los empleos en España no se podrán cubrir por falta de cualificación. De hecho, según un estudio del IESE Business Schooll a día de hoy existe un 72% de empleos sin cubrir por falta de cualificación. Ahora bien, ¿cuántos otros de los de baja cualificación se quedan vacíos? La cifra supera la decena de miles si tenemos en cuenta dos de los ejemplos a los que recurrió el presidente de CEOE. “En el País Vasco se necesitan 6.000 conductores de autobuses y los españoles no optan a ellos. Tampoco a los 4.000 empleos de la fresa en Huelva, que se cubren con inmigrantes”.

Situación ante la que sugirió la necesidad de fomentar la cultura del esfuerzo y de hacer una revisión del sistema actual de subvenciones orientando algunas de ellas a que aquellas personas en edad de trabajar que no están formadas o tienen un nivel de formación básico -que en España ascienden a un 35%- accedan a un empleo que no requiera de una titulación específica. Se trataría, por ejemplo, de avanzar en los certificados de profesionalidad acreditados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), regulados en 2008 y que facilitan una titulación oficial que acredita las competencias de los trabajadores y delimita perfiles profesionales para dotarles de identidad en el sistema productivo y en el mercado laboral.

Para los sindicatos la visión es distinta. “La gente quiere trabajar pero no sabe cómo llegar al empleo”, aseveró Adela Carrió, secretaria confederal de UGT, quien defendió una revisión de las Políticas Activas de Empleo. “Hay que darle una vuelta y fijar acuerdos que se implementen”.   

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Plan estratégico para un nuevo modelo educativo

Una de las principales conclusiones de la jornada de debate es la correlación directa entre formación y empleo, “son dos caras de la misma moneda”, ha afirmado el presidente del Instituto de Empresa Familiar. Es por ello por lo que se debe aclimatar el sistema actual al siglo XXI y adaptarlo al mercado laboral del futuro. “Existe la necesidad urgente de reformar el sistema. Todos los actores (partidos políticos, agentes sociales, universidades y empresas) deben ponerse manos a la obra y no levantarse de la mesa hasta que se sienten las bases a largo plazo de un modelo con unos objetivos de calidad ambiciosos y una apuesta clara por una Formación Profesional de calidad”, afirmó Riberas.

En este sentido la propuesta pasa por dignificar la Formación Profesional y reforzar su modelo Dual (el que combina estudios con experiencia de trabajo en una empresa) como alternativa a los estudios universitarios. Para Paula Guisande, secretaria de Política Social y Movimientos de Comisiones Obreras, que también participó en la jornada, “el modelo español tiene deficiencias”. Guisande defendió importar cuestiones del modelo alemán como “referir el salario a la negociación colectiva y mejorar los plazos de alternancia con los centros de trabajo”.

Pese a la alta tasa de empleabilidad de la FP Dual -el 80% de los alumnos acaban trabajando en las empresas en las que se forman- este sistema en el que se alterna trabajo y formación tiene poco éxito en España. Sólo 23.919 jóvenes han recurrieron a esta modalidad durante el curso 2016-2017 y apenas son 9.916 las empresas que la ofrecen.

El problema de la FP Dual en España radica en la dimensión de las empresas, “son pequeñas”, señaló Carrió. Por lo que “hay que diseñar un marco general a partir del que cada comunidad autónoma pueda trabajar en función de sus particularidades y el tamaño de sus empresas”.

Cuestión que matizó el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, “en una economía global no tiene sentido tener 17 regulaciones diferentes” y pidió que se desarrolle una línea de trabajo en la que participen trabajadores, agentes sociales y profesorado.

Falta de interlocución con las universidades

En el plano de la formación universitaria criticó la falta de interlocución entre políticos, universidades, agentes sociales y empresas. “No existe”, afirmó. Todo lo contrario a lo que ocurre con el diálogo social en el ámbito laboral. “Está funcionando” y “es un arma de competitividad inmensa que otros países no tienen”.

La secretaria confederal de UGT, coincidió en la falta de interacción en materia educativa, “actualmente no se genera una oferta de formación acorde a la oferta de trabajo. Necesitamos un diálogo tripartito”. Por su parte, la portavoz de Comisiones explicó la necesidad de “dinamizar los espacios de las universidades” e incorporar a éstas la figura del orientador laboral.

A este respecto planteó la necesidad de que las empresas participen en el diseño del nuevo modelo educativo dado que son quienes realmente conocen las necesidades del mercado laboral, “no queremos dar clases pero sí estar en la gobernanza”.

Por otra parte, los planes de estudio son otra de las materias a reformar de cara a un futuro inmediato. “Son rígidos y monolíticos. Con una tendencia marcada a la teoría y desprecio a la práctica”, sentenció el presidente de IEF.