Comerciantes, hosteleros, taxistas, transportistas...

Clamor entre los autónomos para que el cese de actividad llegue hasta diciembre

La prestación por cese de actividad extraordinaria terminará oficialmente el próximo 30 de junio. Sin embargo, muchos autónomos de sectores especialmente afectados por la crisis todavía no se habrán recuperado para entonces. Es el caso de los taxistas, hosteleros, comerciantes o agentes comerciales que piden una prórroga que les cubra, por lo menos, hasta final de año. 

cese-actividad-escriva
Clamor entre los autónomos para que el cese de actividad llegue hasta diciembre

Si el Gobierno no lo evita, la prestación por Cese de Actividad extraordinario terminará el próximo día 30 de junio y cientos de miles de autónomos quedarán sin esta ayuda, pues su negocio no se habrá recuperado hasta dentro de muchos meses. 

Tal y como adelantó este digital, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, aseguró que el Gobierno "está trabajando en alargar la prestación por Cese de Actividad extraordinario más allá del 30 de junio". Sin embargo, a menos de dos semanas de que la prestación finalice oficialmente, todavía no está claro ni qué autónomos podrán acceder a ella, ni bajo que condiciones ni hasta cuando.

Expertos y asociaciones representativas del colectivo coinciden en la importancia de mantener esta medida para el colectivo, porque es posible que este verano no sea propicio para reactivar la economía de la mayoría de sectores que se vieron afectados por la crisis del COVID-19. Es más, probablemente sean los autónomos que dependen en mayor medida de esta época del año para sobrevivir, negocios vinculados directa o indirectamente al turismo, los que más complicado lo tengan para volver a ingresar lo suficiente como para mantenerse abiertos.

Precisamente por este motivo, algunos de los sectores más afectados por la crisis, como taxistas, agentes comerciales u hosteleros ya han comunicado por diferentes vías la necesidad de que la prestación se alargue más allá de junio y que se les incluya en dicha prórroga. Consideran que, con casi total seguridad, las actividades de su sector no empezarán a reactivarse hasta final de este año, o incluso a principios del que viene.

Los hosteleros necesitarán la prestación aunque abran

En el mes de mayo, el Gobierno permitió a los autónomos de la hostelería volver a abrir su negocio, aunque con determinadas restricciones en función de la etapa de la desescalada en la que se encuentre su provincia. A pesar de ello, el sector considera que será complicado recuperar los niveles de facturación previos a la crisis durante este año, especialmente en zonas costeras, donde los bares y restaurantes viven fundamentalmente del turismo extranjero, que, dadas las circunstancias nacionales e internacionales, este verano será mucho menor al de años anteriores.

El 90% del sector de la hostelería está compuesto por pymes o micropymes, regentadas muchas veces por autónomos que accedieron a la prestación por Cese de Actividad porque se decretó el cierre de su actividad. Prestación que, según aseguran desde el sector, van a seguir necesitando con casi total seguridad más allá de junio, por las restricciones en el aforo y la retracción de la demanda.

Al igual que sucede con los demás sectores, "no se puede asociar la reapertura de las actividades de nuestro sector con el normal funcionamiento. La normalidad tardará mucho en llegar a algunos bares y restaurantes. Y, en algunas zonas, es probable que no vuelva hasta el año que viene" explicaron desde Hostelería de España. 

Hay que recordar que, todavía a día de hoy, los hosteleros tienen muchas limitaciones a la hora de desarrollar su actividad que se suman a las "graves pérdidas económicas de las que todavía tardará mucho en recuperarse el sector. Buena parte de los autónomos que han decidido abrir sus locales lo han hecho a sabiendas de que no iban a ingresar lo suficiente para vivir. Se vieron obligados a subir la persiana para, al menos, poder cubrir los gastos fijos de la actividad. El aforo y la facturación de la hostelería no llegará a los niveles anteriores a la crisis hasta dentro de varios meses y, por tanto, estos autónomos van a seguir necesitando acceder al Cese de Actividad, abran o no su negocio" aseguraron desde la asociación de hosteleros.

Algunos comerciantes también necesitarán acogerse

El comercio es una actividad compuesta por todo tipo de tiendas, desde electrodómesticos hasta alimentación o textil,  y se ha visto afectado de forma muy diferente a lo largo de esta crisis. Algunos negocios pudieron permanecer abiertos mientras otros tuvieron que bajar la persiana. En todo caso, el COVID-19 fue la puntilla para un sector que ya venía de una situación delicada, con grandes caídas en la facturación. El pasado mes de abril, según los últimos datos del INE, el comercio volvió a registrar un descenso histórico respecto al mismo mes del 2019, con una nueva bajada superior al 30%. 

Buena parte del sector se encuentra especialmente afectado por la crisis. Al igual que ocurre con los hosteleros, "la provincia en la que se encuentre cada comercio incide mucho en la facturación del negocio. En algunas como Madrid o Barcelona, que todavía se encuentran en fases previas de la desescalada, los comerciantes están teniendo grandes problemas por las restricciones de aforo y, sobre todo, porque el consumo está todavía muy lejos de volver a la normalidad", explicó Carlos Moreno, portavoz y tesorero de la Confederación Española del Comercio (CEC). 

Pero no sólo eso. Hay otros negocios situados en zonas que, independientemente de la fases de la desescalada en la que se encuentren "continuarán teniendo graves problemas para volver a niveles de facturación similares a los de antes de la crisis, que ya eran malos de por sí. Sobretodo los comercios situados en zonas costeras, que viven del turista extranjero -y en menor medida del nacional- van a necesitar sí o sí continuar acogidos a la prestación por Cese de Actividad extraordinario" señaló Moreno. 

Para el portavoz de la CEC, "es difícil generalizar con un sector tan heterogéneo como el del comercio, porque las necesidades son muy diferentes en función de la provincia en la que se encuentre la tienda, o a la actividad concreta a la que se dedique. Lo que sí está claro es que cualquier comercio situado, por ejemplo, en un paseo marítimo va a necesitar acceder a esta prestación, al menos, hasta final de año". 

Sin embargo, para la CEC la prestación no será suficiente para salvar un sector que ya estaba en crisis antes de decretarse el Estado de Alarma. "Los comerciantes no quieren depender de prestaciones. En un punto extremo, son necesarias porque, de lo contrario,estos autónomos se verán obligados a cerrar. Pero lo que de verdad necesitamos es un plan de reactivación al completo para el sector, que recoja las medidas que ya propusimos. De lo contrario, es probable que alrededor de un tercio de los comercios cierre definitivamente. Haya o no prestación por Cese de Actividad para ellos", afirmó Carlos Moreno.

Los taxistas piden acceder, al menos, hasta diciembre

Cuando el Gobierno decretó el Estado de Alarma, el sector del taxi fue declarado como actividad esencial y los más de 65.000 autónomos que trabajan como taxistas pudieron seguir con su negocio en marcha, aunque con muchas limitaciones.

El decreto no impidió explícitamente a la población coger un taxi. Sin embargo, el confinamiento redujo drásticamente las carreras: los taxistas apenas pudieron hacer cuatro o cinco servicios en, muchos días, hasta 12 horas de trabajo. Una caída de ingresos que les convirtió en los perfectos candidatos para acogerse a la prestación extraordinaria.

De hecho, en algunas ciudades como Barcelona se restringió el servicio del taxi a menos del 20%. La mayoría de autónomos del sector tuvieron que sobrevivir haciendo tan sólo una carrera cada tres horas y, muchas veces, sin tan siquiera recibir una remuneración a cambio, ya que muchos servicios se hacían de forma solidaria. 

A pesar de que el Estado de Alarma llegará pronto a su fin y la movilidad se irá reestableciendo poco a poco en España, los taxistas aseguran que esto no será suficiente y que van a seguir durante todo el año con niveles de actividad muy inferiores a los que tenían antes de la crisis. Según Fedetaxi (Federación Española del Taxi), actualmente, las pérdidas de servicios y facturación en el sector superan el 50% en todas las capitales de España, siendo aún superiores al 75% en las zonas más dependientes del turismo. 

Por eso, la asociación pide que se acompase la recuperación del sector con una prórroga de la prestación adaptada a las particularidades de la actividad. Solicitan que se vaya modulando la prestación conforme los taxistas vayan volviendo a una situación similar de movilidad previa a la crisis del COVID-19. "Teniendo en cuenta, además, que el mercado de la movilidad urbana ya se encontraba saturado por una sobreoferta de taxis y la entrada disruptiva y desleal (aun no compensada a los taxistas) de miles de VTC", explican desde FEDETAXI a través de un comunicado.

Todavía a día de hoy, ciudades como Madrid tienen limitada casi al 50% la oferta diaria de taxis, "dada la
severa crisis de demanda existente", asegura el documento. Otras capitales como Barcelona o Sevilla se encuentran en peor situación, con sólo un 30% y 25% de la flota disponible, respectivamente.

A consecuencia de todo ello, desde la asociación explican que es imprescindible mantener la prestación para el sector "mientras que la demanda de movilidad no alcance, al menos, el 75% de la preexistente a la crisis del COVID-19".

Cuando se llegase a un punto de demanda de entre el 75% y el 100%, si esto sucediera antes del 31 de diciembre,  la asociación propone que la prestación se vaya reduciendo en un máximo de un 40% o 50%, hasta su supresión, no antes de 2021. Eso sí, para la organización del taxi, dicha modulación "no debería afectar a la exoneración de cotizaciones al RETA aparejadas a la prestación, hasta 2021".

Además, con el fin de asegurar el acceso efectivo a la prestación por parte del sector, los taxistas solicitan al Gobierno aprobar una reforma del Cese de Actividad extraordinario para condicionarlo a las cifras e informes que tanto la Dirección General de Transporte (DGT) como las Consejerías de Transportes van obteniendo sobre movilidad y taxis. Es decir, que no se compruebe el derecho o no de acceso a la prestación por parte de estos autónomos en función de la caída de ingresos, sino por las restricciones de movilidad. Tal y como informó este digital, dicha acreditación de bajada de la facturación les trajo muchos problemas a los taxistas con algunas mutuas que les llegaron a pedir que devolvieran la prestación ya abonada por no poder justificar tal caída.

Los agentes comerciales solicitan que se modifique

Los agentes comerciales se encuentran en una situación crítica debido a las especificidades de su sector. En su inmensa mayoría –el 80%- son autónomos. Sin embargo, su especial sistema de facturación les perjudica y no les ha permitido acceder a las prestaciones que les corresponderían durante la crisis, ya que no cumplen ninguna de las dos condiciones que el Gobierno pide a los autónomos para acceder a la prestación: ni se ha decretado el cierre de su negocio, ni pueden acreditar caídas superiores al 75%, porque durante estos meses todavía han estado percibiendo los pagos por comisiones de trabajos que realizaron mucho antes del Estado de Alarma.

Estos autónomos se encargan de promover, negociar o concretar las operaciones mercantiles en nombre y por cuenta de una o varias empresas a las que representan.  Dadas las particulares condiciones del colectivo, han solicitado al ministro de Inclusión y Seguridad Social poder acceder a las prestaciones que disfrutan el resto de los trabajadores autónomos de las que, hasta ahora, han quedado fuera. Son uno de los colectivos más golpeados por la crisis sanitaria del Covid-19 y van a necesitar acceder a la prestación por Cese de Actividad extraordinario más allá del 30 de junio.

La clave del problema de los agentes comerciales está en su sistema de facturación, que se rige por comisiones sobre los ingresos de períodos vencidos semestrales o anuales. Es por ello que una buena parte de los integrantes del colectivo va a sufrir una “drástica bajada de ingresos”, cuando finalice el Estado de Alarma. Pero no sólo eso. Al tener este tipo de facturación,con los requisitos actuales, no han podido ni podrán acceder a prestación que les correspondería.

A través de una carta, el sector solicitó al Gobierno una enmienda para modificar el artículo 17 del proyecto de ley de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto del COVID-19. Dicho artículo recoge determinadas especificaciones en cuanto al acceso al Cese de Actividad extraordinario que han impedido a estos autónomos acceder a esta medida. 

En la propuesta que trasladó el Consejo General de Agentes Comerciales de España, se explica que  el colectivo ha tenido serias dificultades para acceder a la prestación extraordinaria por cese o reducción de ingresos.  En primer lugar porque no estaban incluidos específicamente en los supuestos de cierre obligado ante la declaración del estado de alarma, a pesar de que el cierre o paralización de las empresas representadas por estos agentes comerciales " tiene una incidencia directa en su actividad", aseguran en la carta.

En segundo lugar porque no podían acreditar la caída de ingresos necesaria ya que, mientras ha durado el estado de alarma, la mayoría de los agentes comerciales han estado cobrando las comisiones obtenidas por las ventas realizadas intermediadas antes de la declaración del estado de alarma. Y precisamente será cuando finalice dicha situación de emergencia "cuando más vayan a necesitar esta prestación, dado que no intermediaron prácticamente en ninguna operación durante la crisis". 

Por estos motivos, apuntan desde la asociación, si no se prolonga el plazo de solicitud y concesión de la prestación extraordinaria hasta seis meses después del último día de finalización del estado de alarma, en vez de hasta el último día del mes en que finalice, "difícilmente podrá el colectivo acceder a esta ayuda", aseguran.  

Los Agentes Comerciales, en la misma línea que ATA, piden al Gobierno alargar la prestación por Cese de Actividad extraordinario hasta, al menos, el próximo 31 de diciembre.

Y, además, que se modifique el apartado 1 del artículo 17 del Real Decreto que regula la prestación extraordinaria para que estos agentes comerciales puedan "también acogerse con posterioridad a la finalización del estado de alarma y hasta seis meses después del último día en que finalice el estado de alarma, acreditando que su actividad ha quedado suspendida o su facturación ha quedado reducida, al menos en un 75 por ciento en relación con el promedio de facturación del trimestre o semestre anterior". 

Los transportistas piden que se les reconozca el derecho

Los transportistas es uno de los muchos ejemplos de autónomos a los que ser considerados esenciales durante la crisis del COVID-19 les pasó factura. Este sector está compuesto en gran medida por autónomos que se han quedado fuera de las ayudas que puso en marcha el Gobierno porque sus negocios siguieron funcionando a pesar del decreto de Estado de Alarma. No así las empresas para las que trabajaban que, en muchos casos, cerraron. 

Estos autónomos han tenido que seguir soportando gastos que, "habitualmente, rozan el 90% de sus ingresos, mientras su actividad había descendido. Muchas veces, no han podido acceder al ERTE porque seguían teniendo trabajo. El problema es que este nivel de trabajo no era suficiente para generar beneficios. Lo mismo ocurre con la prestación por Cese de Actividad extraordinario. Un 75% de caída de ingresos para un transportista es demasiado. Sólo con un 40% ya tendría serios problemas" explicó Victor González, Presidente de FETRANSA, Federación Española de Transporte por Carretera, que representa a miles de autónomos y pequeños negocios del sector. 

De hecho, el vicepresidente de esta asociación de transportistas, José Carlos López Jato, aseguró que de los "6.000 negocios del transporte a los que representamos, la mayoría regentados por autónomos, ni uno solo ha podido acceder a la prestación por Cese de Actividad extraordinario. Claro que podrían haberlo hecho con la declaración responsable pero sabían de sobra que no podrían acreditar más adelante una caída del 75% de los ingresos ante sus mutuas porque eso, para un transportista, es inviable".

El sector pide que el Gobierno les incluya entre los beneficiarios de la prestación "si no es hasta diciembre, al menos, hasta que la actividad vuelva a los niveles previos a la crisis. Pero, honestamente, en el punto en el que nos encontramos y tras haber pasado todo el Estado de Alarma sin poder acceder a la prestación nos conformaríamos con que, tal y como hemos solicitado al Gobierno, se nos conceda una exoneración de las cuotas. Ya que no podemos acceder a la prestación, al menos que nos ayuden a desarrollar nuestra actividad con un gasto menos" explicó López Jato. 

Desde FETRANSA  trasladaron al Ejecutivo la necesidad de que, "cuando tengamos disminuciones cercanas al 50% se nos bonifique algunos conceptos, como las cotizaciones a la Seguridad Social. Otra cosa que nos parecía muy importante es que se negociara con las empresas de renting o leasing de vehículos para que nos dejen aplazar las cuotas pendientes para el final de operación sin un coste financiero. Creemos que son medidas muy importantes y, además, bastante sencillas de poner en marcha. Con eso, nos daríamos por satisfechos" aseguró el vicepresidente de FETRANSA.

Esquema que propone ATA para la prórroga

Taxistas, hosteleros, comerciantes o agentes comerciales son algunos de los sectores de autónomos que han trasladado al Gobierno la necesidad de prorrogar la prestación por Cese de Actividad extraordinario más allá del 30 de junio y que ésta atienda a sus particularidades y les asegure el acceso  hasta, al menos, finales de este año.

Esto es, precisamente, lo que propuso ATA al Gobierno. La Federación lleva semanas solicitando al Ejecutivo que se alargue la prestación más allá del 30 de junio no sólo para estos autónomos, sino también para los de otros muchos sectores que todavía tardarán en recuperarse de la crisis.  En el esquema de ATA se contemplan las diferentes etapas que, a su parecer, deberían establecerse para la nueva prórroga.

Más allá de junio, la federación propone una primera ampliación hasta el 30 de septiembre que podría solicitarse desde el 1 de junio. Se acogerían todos aquellos autónomos que su actividad estuviera afectada por cualquier tipo de restricción sanitaria, o que haya puesto en marcha cualquier administración. O bien para todos aquellos autónomos beneficiarios de la prestación que su actividad pierda importantes ingresos en el tercer y cuarto trimestre con respecto al mismo periodo del año anterior.

 También habría un segundo grupo de beneficiarios que podrían  solicitar la prestación. Son todos aquellos autónomos que no se han acogido previamente a la prestación extraordinaria. A éstos se les exigirá haber estado dados de alta antes de 1 de julio o acreditar haber cotizado al menos durante 90 días entre el 1 de abril y el 31 de octubre de 2019. Además deberán cumplir alguno de los siguientes requisitos:

  • Que su actividad esté afectada por las restricciones sanitarias.
  • Que sus ingresos se hayan visto reducidos en, al menos, un 75% en el segundo trimestre con respecto mismo periodo de 2019.
  • Que se mantengan dados de alta en el RETA durante el cobro de la nueva prestación.

Habría un segundo periodo, que ATA propone que sea hasta el próximo 31 de diciembre, en el que se prolongaría automáticamente la prestación extraordinaria a todos los autónomos que ya fueran beneficiarios de la anterior etapa, siempre y cuando persistiera el hecho que motivó su concesión.

ATA pide plantear la ampliación de forma diferente

Además, desde las organizaciones de autónomos y empresarios llevan semanas instando al Gobierno a plantearse la prórroga de forma diferente: teniendo en cuenta la caída de ingresos de cada actividad y no tanto los sectores en sí, para que no se caiga en los errores que se produjeron con los CNAES elegidos para establecer cuáles eran o no las actividades esenciales en el Estado de Alarma. 

Precisamente, el presidente de ATA, Lorenzo Amor, en el plan que trasladó al Parlamento. durante su comparecencia en la comisión de Reconstrucción incidió mucho sobre esta cuestión y puso algunos ejemplos  sobre la complejidad de establecer la prestación por sectores y no por caída de ingresos. Así citó el caso de muchas lavanderías que, según su CNAE, eran actividades esenciales pero se vieron obligadas a parar su actividad porque sus clientes eran hoteles (que estaban cerrados) y tampoco pudieron acceder a la prestación por cese de actividad. O las floristerías que están en el mismo CNAE que las tiendas de alimentación para mascotas. No accedieron tampoco a la prestación porque "eran esenciales" aunque se vieran obligadas a cerrar porque no vendían comida para animales sino sólo flores.