El 60% acaba en sanción

El Colegio de Fisioterapeutas hace un llamamiento a sus profesionales para que denuncien a los intrusos

Denunciar los casos de intrusismo en la fisioterapia es una de las vías más efectivas para acabar con esta mala práctica. Esto es lo que se ha propuesto el Colegio y anima a los profesionales a actuar en este sentido. Por el momento, un 60% de las denuncias de falsos fisioterapeutas acaban en sanción. 

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El Colegio de Fisioterapeutas hace un llamamiento a sus profesionales para que denuncien a los intrusos

El intrusismo laboral es uno de los mayores problemas de casi cualquier sector. Acarrea la pérdida de un gran número de clientes, además del desprestigio de la profesión. Pero, en el caso de la fisioterapia, esta situación es aún más seria, el intrusismo puede llegar a ser peligroso ya que “son personas, sin formación, que tratan con la salud del cliente”, señaló el Vicedecano del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, Pablo Herrera.

Por este motivo, desde el Colegio hacen un llamamiento a los profesionales afectados para que denuncien esta situación. Esta vía ha demostrado ser eficiente para combatir el intrusismo: más del 60% de las denuncias acaban en sanción, según los datos proporcionados por el organismo. El año pasado, sólo en la Comunidad de Madrid, se interpusieron un total de 89 denuncias, y en lo que va de este año se han alcanzado ya las 44.

Hay pocos casos de intrusos que se hacen pasar por fisioterapeutas, explicó Herrera. El verdadero problema radica en aquellos que ejercen tratamientos propios de la fisioterapia sin tener formación alguna. Es decir, personas que tratan patologías sin tener la titulación adecuada; como quiromasajistas, masajistas u osteópatas, entre otros. “En España no está bien regulado”, señaló el Vicedecano del Colegio; “No hay ningún problema con los osteópatas. El problema viene cuando tratan patologías, como contracturas, lumbalgias o lesiones deportivas sin ser fisioterapeutas”.

Herrera señaló que existen centros de terapias alternativas que tratan estos problemas de salud y no tienen formación, “incluso hay peluquerías que se publicitan de esta manera”. También en este caso se estaría cometiendo una infracción: publicitar un tratamiento propio de la fisioterapia sin estar titulado.

Las sanciones por intrusismo pueden acabar con penas de prisión

Atentar a la salud del cliente tiene consecuencias. A pesar de que, como explicaba Herrera, es difícil demostrar estas infracciones, cuando se logra, las sanciones que se interponen son altas. Los precedentes más cercanos se encuentran en el Juzgado de lo Penal Número 2 de Zaragoza, que condenó por intrusismo a un hombre que, sin la titulación requerida, realizaba tratamientos propios de un fisioterapeuta.

El autor de los hechos fue condenado a la pena de doce meses de multa con una cuota diaria de seis euros, así como al pago de las costas, incluidas las de la acusación particular. También se tramitó otro caso de similares características en el Juzgado de lo Penal Número 3 de Huelva que no dudó en interponer un castigo más duro al infractor.  En este caso, condenó a siete meses de prisión a un masajista por delito de intrusismo profesional al considerarse probado que efectuaba funciones sanitarias propias de la fisioterapia, sin contar con el correspondiente título universitario.

Por este motivo, los colegios profesionales instan a los afectados a denunciar, tanto a pacientes como a fisioterapeutas. Y es que, tal y como señaló Manuel González, profesional de la clínica Origen Kinesis, se trata de una competencia desleal, interfieren en un sector que no es el suyo, saltándose muchas licencias o seguros de responsabilidad civil. “ Por no hablar de los clientes que perdemos por el intrusismo. Si la gente supiese que su salud está en juego, los fisioterapeutas podríamos estar ganando un 30 o 40% más".

Desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid señalaron que los pacientes deben tener en cuenta que las garantías que ofrece un profesional sanitario, regulado por la Ley en España, no son comparables a las que puede ofrecer un pseudoprofesional. “En ocasiones, la escasa formación de estas personas puede comprometer gravemente la salud de los pacientes que tratan, al aplicar técnicas o métodos que pueden acabar siendo ser contraproducentes."

Además, en muchos casos, el paciente, puede verse desamparado en el supuesto de reclamación o conflicto, en cuanto a responsabilidad civil, ya que," a diferencia de los Fisioterapeutas colegiados que sí tienen cubiertos estos riesgos, la mayoría de estas personas no tienen contratada ninguna póliza” explicaron desde el organismo.