Algunos bares tuvieron que cerrar por seguridad

Comerciantes y hosteleros lo tuvieron difícil en su primer día de la fase 1

El pasado lunes fue el primer día de la fase 1 de desescalada para los autónomos de más de la mitad de las provincias españolas. Una reapertura que se ha hecho especialmente difícil para algunos comerciantes pero sobretodo para los hosteleros. Algunos tuvieron incluso que volver a cerrar.

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Comerciantes y hosteleros lo tuvieron difícil en su primer día de la fase 1

Las ganas de volver a la -nueva- normalidad dejaron una imagen desoladora durante el comienzo de la Fase 1 en muchas provincias españolas: calles atestadas de gente que incumplía las normas de seguridad y que obligaron a muchos autónomos a tener que volver a cerrar su negocio para preservar la seguridad de sus clientes y trabajadores.

Este lunes 11 de mayo, comenzaba un nuevo periodo de desescalada en la mayoría de las provincias españolas, que permite a bares y restaurantes abrir el 50% de sus terrazas. Una actividad que se unía también a la del pequeño comercio que, aunque pudo abrir durante la fase 0, se animó aún más a subir su persiana por el avance de la situación y la posibilidad de atender al cliente sin cita previa.

El comienzo de la Fase 1 puso a la población española un paso más cerca de la normalidad tan deseada pero también provocó el incumplimiento de las normas sanitarias. Una situación que, como vienen advirtiendo las autoridades, podría provocar un repunte de la enfermedad en dichas zonas, en las que se podría llegar a retroceder, en caso de que fuera necesario, a la Fase 0. Por su parte, el director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón, comentó este martes, al ser preguntado por las imágenes sobre lo ocurrido en este primer día de la Fase 1, que "no podemos olvidarnos de nuestros 26.920 fallecidos. Todavía tenemos 176 fallecidos nuevos en un día”.

Por su lado, los negocios han entrado en esta nueva fase con diferentes concesiones y restricciones. Aún con todo, no todos los que están en sectores cuya apertura está permitida han vuelto a abrir sus puertas. Son varias las actividades que están funcionado durante esta Fase 1,  pero todavía "son muchos los autónomos que están aún adaptando sus locales y sus protocolos de actuación para atender a sus clientes con las máximas garantías de seguridad” aseguró Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA).

Según los datos de la Federación, durante este periodo, el índice más alto de aperturas lo encontramos en los negocios de peluquerías y centros de estética, que están entre el 73% y el 75% de locales abiertos en toda España; luego están las actividades inmobiliarias que ya funcionan entre el 15% y el 18%, y por último, ha abierto entre 3% al 5%, de los hoteles y alojamientos rurales. 

Sin embargo, hay dos sectores, la hostelería (con un 20% de aperturas) y el comercio (un 40%), que por su cercanía a los clientes han vivido de forma muy intensa este nuevo periodo de desescalada. Si bien, cada uno lo ha hecho de una forma distinta, pues mientras que en los comercios los clientes han respetado las medidas que indicaba la cartelería (uso de mascarillas, de gel y no tocar los objetos); en la restauración muchos de los hosteleros se ha visto obligados a cerrar antes de lo previsto, para evitar el riesgo de contagio de clientes, y trabajadores. 

Así vivieron el primer día los hosteleros

A pesar de la imágenes que se han dado sin distinción en toda España, con las terrazas llenas durante el primer día de la Fase 1, lo cierto es que son muy pocos los bares y restaurantes que han subido su persiana. Desde la Confederación Empresarial de Hostelería de España (CEHE)  creen que a penas el 20% del sector ha abierto sus puertas en esta fase. Para ellos, lo que se desprende de esta primera jornada son las ganas que tienen los clientes de volver a la hostelería: “el primer día, las terrazas contaron con el apoyo de los ciudadanos, pero la facturación sigue siendo muy baja -por las limitaciones de aforo- para soportar todos los gastos fijos que conlleva la apertura de los locales”.

Además, advierten del daño que puede hacer a la facturación “el aspecto climatológico, ya que éste parece que no va a acompañar durante el resto de la semana”. Para CEHE, el primer día de apertura de las puertas del sector “se desarrolló con bastante normalidad. Conocemos el caso de locales que tuvieron que cerrar, apelando a la responsabilidad, ante la masiva afluencia de gente, para no poner en riesgo a nadie. A pesar de ello, insistimos en que , generalmente, ha habido un cumplimiento riguroso de la normativa por parte de los hosteleros, y un alto grado de concienciación por parte de los clientes”.

Una de las zonas dónde la demanda de terrazas se disparó fue en Galicia, concretamente en Santiago de Compostela. Según explicó la presidenta de la Asociación de Hostelería de Santiago de Compostela, Sara Santos, “la gente se amontonaba en los bares y restaurantes que abrieron sus puertas. Había gente esperando por un hueco en la terraza sin guardar la distancia de seguridad o, incluso, bebiendo en un banco. Parecían las fiestas de un pueblo” dijo Santos.

Alguno tuvo que cerrar por la afluencia de gente

Una situación, “muy triste y decepcionante” para la presidenta de la Asociación, que hizo a muchos autónomos tener “ que cerrar por toda la gente que se les echaba encima”. Todo ello, ocurrió en una ciudad que tenía la mayoría de sus establecimientos cerrados: “en Santiago los sitios son muy pequeños y si tienen cuatro mesas fuera, y sólo pueden abrir dos, no les merece la pena”.

Se trata de una afluencia de gente, que por muy llamativa que pueda parecer, no bastó -ni bastará, en la mayoría de los casos- para rescatar la economía de los hosteleros, que viene muy afectada por estos meses: “la rentabilidad dependerá de cada establecimiento, de su superficie de terraza, nivel de rotación de clientes o gastos fijos que deba acometer, pero en general, la apertura en esta fase no les resulta muy rentable a los establecimientos” afirmaron desde la Confederación.

La apertura de locales fue más relajada en Extremadura o, por lo menos, así lo vivió Manuel Moreno, dueño del restaurante Lo nuestro en Badajoz. Este empresario extremeño contó que “el lunes hubo mucho movimiento en la ciudad, porque hay muy pocos locales abiertos: sólo abrieron un 4% de ellos”.

Aún así, reconoció que tanto él, como sus clientes se organizaron bien para cumplir con las medidas de seguridad: “tenemos dos turnos, comidas y cenas, y la gente tenía que reservar con antelación para poder tener un hueco y comer” explicó Moreno. Quien admitió haber cometido un error: “el problema que tuvimos fue sacar dos mesas altas y dos bajas, ya que con las mesas altas es más fácil que se forme un círculo alrededor”.

En cuanto a su facturación, aseguró que, aunque todavía es pronto para saberlo con seguridad, lo cierto es que le ha ido “bien”. Situación a la que ha contribuido  la simplificación de la carta y el mantenimiento de los ERTEs. Sólo han sacado de estos Expedientes a un empleado. 

Por último, desde la Confederación Empresarial de Hostelería España (CEHE) recomiendan a los autónomos que, en caso de que se les acumule mucha cola esperando por un sito en la terraza, “busquen soluciones en función de las opciones que tengan”. Incluso recomiendan el cierre si ven que no pueden permanecer abiertos cumpliendo con las condiciones de seguridad. “Existe una normativa clara por la que nadie puede sentarse en terrazas hasta que no sea atendido y su mesa sea debidamente limpiada. Hay que evitar en la medida de lo posible hacer grupos esperando a que quede una mesa libre y no se puede consumir fuera de la terraza. Todos tenemos que ser conscientes de las limitaciones y actuar con responsabilidad” aconsejan.

Segunda semana de apertura para el comercio minorista

En muchas provincias, el pequeño comercio pasó a la Fase 0 con la apertura de apenas el 15% de las tiendas.  Esta vez, en la Fase 1 “ abrieron la mayoría de los pequeños establecimientos regentados por autónomos y casi sin empleados” detalló Carlos Moreno, tesorero y portavoz de la Confederación Española de Comercio (CEC).

El cambio para estos pequeños comerciantes al frente de locales de menos de 400 metros cuadros ha sido la eliminación de la necesidad de atender con cita previa. Desde el pasado lunes, los clientes tienen relativa libertad para entrar a comprar los productos que deseen, siempre y cuando no superen el límite del 30% de aforo. 

De todos modos y según han confirmado los comerciantes a este digital, el cumplimiento de las normas está siendo muy alto en el sector comercio, a pesar de la eliminación de algunas restricciones.  Así lo contó Joan Carles Calbet, dueño de varias tiendas de electrodomésticos en Cataluña: “hemos abierto las tiendas, en diferentes zonas, y en general ha ido bien. La gente ha cumplido con el distanciamiento, el uso de la mascarilla y la aplicación de gel”. Este autónomo detalló que lo que más estaban comprando sus clientes eran lavadoras, neveras y congeladores: “son electrodomésticos que tienen mucho sentido, sobre todo ahora que pasamos más tiempo en casa y almacenamos más comida”. Según señaló “aún es pronto para hablar de recuperación”, pero poco a poco han incorporado a parte de su plantilla.

Sin embargo, según explicó Moreno, el sector está evolucionando de forma muy dispar durante la desescalada. Mientras que hay negocios, como las ferreterías o las tiendas de electrodomésticos, en las que las ventas “están cercanas al 50% de lo que se produciría en una situación de normalidad”; hay otras como el textil o el calzado que se están hundiendo por completo. “Muy poca gente está comprando ropa, algo que tiene sentido porque la mayoría no salen de casa. Además, este tipo de consumo está asociado al momento de dar un paseo y pasar por enfrente de la puerta para comprar. El consumidor no está acostumbrado a tener que pedir cita previa, como se requiere en las provincias que todavía están en la fase 0”.

Situación diferente es para los que ya han pasado a la fase 1.  Estos comerciantes aseguran estar funcionando más o menos, aunque tendrán que esperar unos días para ver cómo afecta la rebaja de restricciones a su sector. Sin embargo, el nuevo decreto del Gobierno no se lo está dejando nada fácil. A todas las desventajas que arrastraban desde antes (recordemos que el sector viene registrando pérdidas desde años atrás) ahora se suma una más: no podrán hacer descuentos en la tienda física.

El pequeño comercio no podrá hacer rebajas

Los comercios físicos no podrán hacer rebajas o descuentos en sus establecimientos. Así lo ha decretado el Gobierno en una nueva Orden que salió publicada, casi sin previo aviso, este lunes. La medida afecta doblemente al pequeño comercio -el único que puede abrir en esta fase-, que ni podrá hacer descuentos en la tienda, ni competir con las plataformas online que, por el contrario sí tienen permitidas las promociones.

Se trata de una decisión que, desde la patronal del comercio, no terminan de entender. Se ha puesto en marcha una prohibición de las rebajas para evitar aglomeraciones, cuando las tiendas estaban cumpliendo con el límite de aforo: “entendemos que lo primero sea la salud, pero no vemos sentido a esta medida ¿Para qué limitar las aglomeraciones quitando los descuentos si los comercios ya tienen restringido el aforo al 30%? Una vez más, el problema es que se han tomado las decisiones sin consultar" explicó Pedro Campo, Presidente de la Confederación Española del Comercio a este diario digital.

La decisión de prohibir las rebajas en establecimientos físicos pero no en online puede crear cierta desventaja para vender a las tiendas pequeñas, ya que no suelen contar con ventas a través de internet ni con reparto a domicilio. 

Además, hay que tener en cuenta que hasta las últimas semanas de desconfinamiento, las únicas tiendas que van a tener permitida la apertura van a ser los pequeños negocios, aquellos con superficies inferiores a los 400 m2. Durante todo el Estado de Alarma, la mayoría de estas tiendas que no disponen de plataforma de venta online han visto como los gigantes del sector, como Amazon, hacían el agosto en un contexto en el que el consumidor sólo podía comprar la mayoría de productos por internet.