Casi el 100% de los estanqueros son autónomos

El contrabando aumenta el número de estancos mileuristas

La facturación se redujo más de 200 millones de euros en 2017, lo que ha llevado al sector a diversificarse y ofrecer otros productos y servicios al ciudadano. Hay 3.000 expendidurías cuyos rendimientos netos apenas si superan los 1.000 euros al mes.

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El contrabando aumenta el número de estancos mileuristas

Vale con que fumar ya no está de moda. Pero la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España estima que el 40% de la caída de ventas en el 2017 no proviene de que la gente fume menos. Los estanqueros atribuyen la caída de ingresos sobre todo al tráfico ilegal y menos a los efectos de la entrada en vigor de la Ley de prevención del tabaquismo.

La apuesta social por el corpore sano no es el lastre que se ha cebado con con el sector de los estancos. De hecho, el último informe de Eurostat sobre el consumo del tabaco en la Unión Europea, asegura que el número de fumadores españoles en el 2015 sólo se redujo un punto (hasta el 28%) con respecto a 2014. El problema real según Mario Espejo, presidente de la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España y de Confederación Europea de Detallistas de Tabaco (CEDT), es que “España ha pasado de ser un lugar de paso a ser un país de venta y consumo de tabaco de contrabando”.

Esto se nota en las ventas de los estancos. El año pasado se vendieron un 1,74% menos de unidades que en 2016, pasando de las 4.532 millones de unidades a las 4.367 millones de unidades en el 2017, es decir 165 millones de unidades menos. En términos de facturación se traduce en una merma de ingresos de más de 200 millones de euros, desde los 11.859 millones hasta los 11.652.

Los estanqueros achacan al contrabando el hecho de que haya más 3.000 estancos mileuristas en España, el 20% de las 13.000 de expendedurías en el país. En palabras de Espejo “la situación es grave, sspecialmente en Andalucía donde se puede decir que el enfermo está en la UCI”. Como ejemplo, está el caso de la Línea de la Concepción en el que el número de estancos ha caído de once en el 2010 a apenas dos en el 2017.

Un marco que ha obligado a un sector -en el que casi el 100% los concesionarios son autónomos- a diversificar la oferta de productos y convertir los estancos casi en bazares. Tal es así que ya no es extraño ver cómo en estos establecimientos se pueden adquirir objetos de papelería, bisutería, peluches y hasta balones de playa. Abanico que se completa con la posibilidad de realizar gestiones como el envío de dinero o dotar de saldo la tarjeta del móvil e incluso, desde este mes de febrero, se puede adquirir la Pocket Pay, una visa recargable sin necesidad de que esté vinculada a una cuenta corriente. “Todo esto nos ayudará a capear el temporal. Además, se corresponde con nuestro espíritu de servicio al ciudadano”, apostilla el presidente de los estanqueros.

En cuanto a cómo se reparten la ventas “varían mucho según el tipo de estancos”, aclara Espejo. Por ejemplo, en  las zonas de costa o en pueblos donde los estanco se han convertido en 'mini' supermercados, el tabaco apenas puede suponer el 40% - 50% de los ingresos. Sin embargo, en las grandes capitales este porcentaje puede elevarse hasta el 95%.  

En cuanto al empleo, las consecuencias de la menor demanda de tabaco también se notan en las contrataciones. Aunque la Unión de Estanqueros no dispone de cifras concretas, su presidente explica que “muchos de los estancos de tipo medio y grande en los que solía haber uno o dos empleados contratados han tenido que prescindir de ellos y ahora están atendidos por el propio autónomo y como mucho por algún familiar”. Asimismo, apunta que a diferencia de lo que ocurrió durante la crisis de los estancos de los años 80 y 90, cuando se produjeron cientos de clausuras "ahora no son tantos los cierres como los traspasos". 

Menos recaudación

Fue en el año 2010 bajo el mandato de Elena Salgado como titular de entonces Ministerio de Economía y Hacienda, cuando se aprobó la subida de los impuestos del tabaco. El objetivo era recaudar en torno a 1.000 millones de euros más cada año. Pese a las advertencias del sector se siguió adelante con la decisión y el efecto fue justo el contrario.

Del informe correspondiente al mes de diciembre elaborado por el Comisionado para el Mercado de Tabacos, adscrito al Ministerio de Hacienda, se extrae que la Agencia Tributaria recaudó 6.978,43 millones de euros en concepto del IVA procedente de las labores del tabaco, cuantía supone un 1,8% menos que en 2016, cuando los ingresos superaron los 7.100 millones de euros. A este respecto Espejo insiste, “lo advertimos en su día y no se nos hizo ni caso”.

En otro orden de cosas y respecto a si desde Hacienda se ha producido algún tipo de compensación por la pérdida de ingresos en los estancos, aclara que "en ningún caso. Tampoco la hemos pedido. Tenemos un prestigio de más de 300 años y no vamos a sacrificar ni nuestro buen nombre ni la confianza de nuestros clientes por una prebenda. Los estanqueros somos iguales ante la Ley que cualquier otro ciudadano". Hecho que aduce, en parte, al cambio de regulación de 2005, cuando se rebajó el periodo de concesión de 99 a 25 años.  

El coste de montar un estanco

En el imaginario popular pulula la idea de que montar un estanco es un chollo. “Nada más lejos de la realidad. No somos millonarios. El estanco es un negocio que no está pensado para hacerse rico”, afirma el presidente de la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España.

De hecho, según los cálculos de la Unión, la inversión mínima oscila entre 40.000 y 60.000 euros. A ello hay que sumar los cánones concesionales, que según la tabla publicada en la web del Comisiando para el mercado de tabacos en su cuota fija es de 120,20 euros para poblaciones de hasta 10.000 habitantes, de 180,30 euros para las de entre 10.001 y 100.000, y de 240,40 euros para las de más de 100.000 y capitales de provincia. Se suma a ello el canón anual por ventas, que oscila entre los 252,43 euros para las expendedurías con ingresos brutos desde 12.020,24 euros hasta 21.035,42 euros y los 9.015,18 euros para los que superan los 450.759,08 euros de caja. Una larga cuenta a la que añadir el pago del alquiler del local en su caso y el coste tanto del tabaco como de los productos que se comercializan.