El número de autónomos se ha multiplicado en apenas unos años

Los dietistas-nutricionistas autónomos reclaman medidas contra el intrusismo laboral en su actividad

En España, alrededor de 8.000 personas ejercen como dietistas-nutricionistas colegiados. La gran mayoría son autónomos, y reclaman medidas para frenar el intrusismo que sufren en su actividad profesional.

Los dietistas-nutricionistas autónomos reclaman medidas contra el intrusismo laboral en su actividad.
Los dietistas-nutricionistas autónomos reclaman medidas contra el intrusismo laboral en su actividad.
Los dietistas-nutricionistas autónomos reclaman medidas contra el intrusismo laboral en su actividad

El número de dietistas-nutricionistas colegiados no ha parado de crecer en los últimos años. En la actualidad, existen alrededor de 8.000 profesionales dedicados a esta actividad en España, de los cuales “la gran mayoría son trabajadores por cuenta propia”, tal y como explicaron desde el colectivo, que reclamó medidas urgentes para perseguir el intrusismo laboral que sufren en la actualidad.

Además, los autónomos dedicados a este sector explicaron a este diario que la diferencia de criterios entre comunidades autónomas a la hora de obtener las autorizaciones para ejercer por cuenta propia es un importante freno para su actividad, y está generando desigualdades entre los profesionales de diferentes regiones.

El crecimiento del número de dietistas-nutricionistas colegiados muestra la tendencia al alza de esta profesión, a pesar de que todavía no forman parte del Sistema Nacional de Salud. Por tanto, sólo ejercen en clínicas privadas o abriendo sus propias consultas, donde atienden a los pacientes derivados de la sanidad pública.

Todo, en un contexto donde algunas enfermedades derivadas de la alimentación, como la obesidad -sobre todo la infantil- y la desnutrición relacionada con otras enfermedades, siguen creciendo. En opinión del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN), “la inflación de algunos alimentos, como la carne, el pescado o la fruta, agravará estos problemas”, según expresaron a este medio.

Los dietistas-nutricionistas reclaman a la Inspección medidas para frenar el intrusismo en su actividad profesional

La principal reclamación de los dietistas-nutricionistas autónomos es, en palabras del presidente del CGDODN, Luis Morán, el intrusismo laboral que no para de afectar a estos trabajadores por cuenta propia. “Hay muchas personas que están prestando servicios de nutrición sin contar con la capacitación adecuada, a través de sitios que, en ocasiones, ni siquiera están habilitados, como las parafarmacias. A veces, ofertan estos servicios después de haber cursado una formación de apenas 40 horas”, expresó a este diario.

Una situación que, a ojos de los dietistas-nutricionistas, no está tomándose por parte de la Inspección con la importancia que merece. “Más allá del perjuicio que supone para los autónomos y negocios del sector, se puede poner en grave peligro la salud de una persona. No vemos una rigidez excesiva en las sanciones y el seguimiento en la cantidad de casos de intrusismo que se dan”, explicó Luis Morán.

En este sentido, desde el CGDODN destacaron que el intrusismo suele estar presente, sobre todo, a través de ofertas publicadas en Internet, aunque “incluso, hemos llegado a ver carteles pegados a las farolas”. Ante este problema, Luis Morán expresó que la reclamación de los dietistas-nutricionistas “pasa porque la Administración persiga esta situación, porque a nosotros nos exigen una serie de requisitos administrativos, una colegiación y unas responsabilidades que alguien sin formación no tiene. Se crea una clara indefensión de nuestros profesionales.”

Para identificar a un dietista-nutricionista colegiado de uno falso, el colectivo explicó que los pacientes deben buscar siempre a un profesional con dicha denominación -ambas palabras separadas por un guion-. “Los dietistas son técnicos de Formación Profesional y no pueden ejercer sin la supervisión de un facultativo, entendiendo como facultativo un médico o un dietista-nutricionista, mientras que el término nutricionista no está registrado en España. Sólo podemos identificarnos así los profesionales capacitados. De lo contrario, se estaría incurriendo en un delito de intrusismo”, afirmó Luis Morán.

Las dificultades para ejercer como autónomos y su escasa presencia en la sanidad pública

En paralelo, el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas expresó a este diario otro de los grandes problemas que están encontrando estos profesionales en los últimos años: las dificultades al obtener la autorización para ejercer por cuenta propia en algunas comunidades autónomas.

La unidad asistencial que rige la profesión, la once, “es un poco controvertida, porque indica que el paciente debe estar o haber estado ingresado para poder acceder a estos servicios. Muchas comunidades autónomas hacen una lectura más amplia, y nos permiten trabajar en todos los casos”, valoró Luis Morán.

Sin embargo, en otros casos, la interpretación regional es más “rígida”, y deja fuera de los centros sanitarios -incluso los privados- a los dietistas-nutricionistas. Esto estaría generando, tal y como expresó Luis Morán, “una desigualdad entre los dietistas-nutricionistas autónomos, en función del territorio donde ejercen su actividad.”

  • Los dietistas-nutricionistas están excluidos de la Sanidad Pública, lo que hace crecer el número de autónomos en el sector

Por último, el colectivo de dietistas-nutricionistas reclamó una mayor presencia en la sanidad pública. Su inexistencia en los centros de salud públicos es una cuestión que sirve para explicar el gran número de autónomos entre sus profesionales colegiados, “muchos de los cuales prestan servicios por cuenta propia a empresas y clínicas privadas.”

Al menos hasta que esta situación no se corrija, desde el CGCODN anticiparon que el número de dietistas-nutricionistas autónomos seguirá creciendo durante este año, “porque es un servicio cada vez más demandado y referenciado por otros profesionales sanitarios. Nuestra escasa presencia en la sanidad pública está provocando que la mayoría de los recién colegiados opten por trabajar como autónomos para clínicas privadas o montar sus propias consultas”, concluyó Luis Morán a este diario.