Los economistas ven mejor deflactar el IRPF que subir SMI o salarios por el impacto negativo en los negocios
La inflación se situó en agosto en el 10,4% en plena polémica por la cláusula de revisión salarial en los convenio colectivos o el anuncio del Gobierno sobre una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Mientras la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, incita a los trabajadores a manifestarse "contra los empresarios", los economistas y expertos advierten que el incremento del SMI o de los salarios en función de la inflación puede ser el fin de cientos de negocios. El consejo de los expertos es que – se eleve o no el SMI – primero de debe deflactar la tarifa del IRPF porque es una medida que beneficia por igual a todos los asalariados, -no sólo a los que están en el salario mínimo- también a los autónomos y no supone un coste para los empresarios.
“El SMI ha subido más de un 30% en dos años, en un momento en el que a los emprendedores españoles lo que más les pesa son las cotizaciones sociales, los salarios y los costes energéticos”, explicó Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas (CGE). El economista advirtió que la inflación subyacente en España es del 6,4%, esto quiere decir que nuestro país, de base, tiene esa inflación estructural. Ante ello, el experto concretó que desde el CGE son partidarios de deflactar el IRPF antes que subir el SMI y reducir “en la medida de lo posible” impuestos indirectos como el IVA. Mientras que medidas como éstas benefician a todos los asalariados, la subida del SMI o pretender elevar los salarios al final sólo afectan favorablemente a una parte de los trabajadores (los que tienen salarios más bajos o los que se encuentran en convenios colectivos de empresa) y, por contra, perjudica a los negocios empleadores.
“El Estado se está forrando. La gente no se da cuenta, pero al subir tanto el precio de los productos, también lo hacen las arcas del Estado. Sin embargo, prefieren cargar la inflación a los emprendedores antes que flexibilizar la recaudación de tributos”, añadió Pedraza.
Ante la posible aplicación de una ‘clausula de revisión salarial’ que – al igual que las pensiones – se ajuste al IPC, desde el CGE advirtieron que lo que se debe hacer el Estado es “aliviar a los autónomos y empresarios para que contraten, porque las subidas de salario sin rebajas impositivas son sencillamente inasumibles”.
Subir los salarios en función de la inflación, concluyeron desde el CGE, provoca aún más inflación porque “tarde o temprano” los negocios deberán repercutir la subida de costes laborales en sus precios. “El incremento del SMI fastidiaría especialmente a los autónomos. Debemos tener en cuenta que el 97% del tejido empresarial son pequeños negocios. Muchos de ellos regentados por trabajadores por cuenta propia con muy pocos empleados. Si se le sigue asfixiando, están destinados al cierre”, afirmó Pedraza.
El orden de actuación es importante: primero el IRPF y luego, si toca, el SMI
En este contexto de inflación, el orden de los factores es clave. Joan Torres, presidente de la Federación Española de Asociaciones Profesionales de Técnicos Tributarios y Asesores Fiscales (FETTAF), explicó que tanto la subida del SMI y la deflactación del IRPF son compatibles “si se aplica la fórmula adecuada”.
“Entiendo el debate, pero son dos cosas que se han mezclado pero que pueden materializarse si se desea. Sin embargo, el orden en el que Estado actúe es importante. Si se sube el salario mínimo – pongamos un ejemplo – hasta los 1.100 euros, lo único que ha incrementado después de impuestos y aportaciones a la Tesorería son 600 euros anuales; lo que no compensa ni de lejos la lista de la compra o los gastos que tenga una familia”, concreto el presidente de FETTAF.
Por el contrario, si se suben los tramos de cotización para que la subida de sueldo encaje un tramo más bajo del IRPF, el efecto será aún mayor. “Al aliviar los impuestos sobre esa cantidad de dinero, al trabajador al que le suben el salario si mejora su poder adquisitivo; lo que en conclusión mejoraría la productividad y el consumo”, opinó Torres.
El Gobierno sube los salarios, pero no las cuantías de los contratos públicos
El abogado laboralista Alberto Ara consideró injusto que la subida del SMI no afecte igual a todos los trabajadores. “Si subimos el SMI, también tenemos que subir los contratos que las administraciones tienen con los autónomos. No suben las licitaciones, ni los contratos públicos. Algo no encaja”, valoró Ara.
El letrado también consideró que dicha subida tampoco afecta a los funcionarios. “La subida del SMI genera situaciones bastante complejas. Primero no son los mismos los gastos de un autónomo en Madrid que uno en Badajoz. Y luego, a la postre, todo genera más inflación”, explicó el abogado.
“Si en la hostelería por ejemplo suben los salarios y se cambian los convenios se termina por abrir una brecha de costes, por lo que le propietario del restaurante o bar terminará subiendo el precio de sus productos. Es crear una bola de nieve que no para de hacerse cada vez más grande”, advirtió el abogado.
Los autónomos piden que el Gobierno invite al diálogo social en vez de incentivar la crispación
El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, Lorenzo Amor, consideró “muy poco constructivo” que la vicepresidenta Yolanda Díaz respalde movilizaciones de los sindicatos contra la patronal para subir los salarios.
"En lugar de buscar el diálogo, el consenso y la paz social, vuelve a ponerse al frente de las movilizaciones un miembro del Gobierno. Lo ha dicho claramente, que apoya las movilizaciones contra los empresarios, contra la patronal. Es muy poco constructivo", explicó Amor durante una entrevista en la televisión pública española.
El presidente de ATA ha lamentado que la ministra de Trabajo "utilice el lenguaje" contra los empresarios "demonizando a los autónomos", y ha añadido que resulta "muy fácil" hablar de subir los salarios de acuerdo con la inflación mientras que el Gobierno no adecua los contratos públicos al IPC o no está dispuesto a subir los salarios de los funcionarios en la misma proporción que exige a la empresa privada. También el representante de los autónomos consideró que era “totalmente falso” que la patronal se hubiera levantado de la mesa de diálogo o se hubiera negado a subir los salarios a los trabajadores. Lo que sí recordó es que los empresarios siempre han rechazado las cláusulas de revisión salarial porque suponen un impacto incontrolado en los costes de los negocios. Contestó a la ministra cuando dijo que las empresas del IBEX 35 habían registrado un 65% más de beneficio este año. "Empresas cotizadas en Bolsa debe haber unas 300 frente a los más de tres millones de autónomos y pymes que hay en España y que no obtienen esos beneficios".
"Estamos a finales de agosto, si sube el SMI, es en enero. Me parece poco edificante, en estos momentos, plantear un conflicto, una polémica, salvo que detrás haya una intención puramente electoral", ha recalcado Amor, que ve en esta acción un interés de Díaz por "vender un proyecto político".
