Este es el mapa de lo que pagan los autónomos por el IBI de sus locales o viviendas en cada ciudad de España

La presión fiscal que soportan los autónomos españoles continúa lastrando sus expectativas de recuperación. Si bien esta presión en España alcanza el 37,2%, cifra todavía por debajo de la media de la Unión Europea -que supera el 41%-, también es cierto que nuestro país ha sido donde más ha subido la carga de impuestos y cotizaciones en plena pandemia, 2,2% más respecto al año anterior.

Buena parte de la responsabilidad de esta presión fiscal la tienen algunos de los principales impuestos, como son el IVA y el IRPF. Sin embargo, también hay tributos cuya gestión depende de los ayuntamientos y que  pueden llegar a ahogar tanto o más a los contribuyentes. Es el caso del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, que depende de cada consorcio y que, en función de la zona en la que se ubique el propietario de la vivienda o local, puede llegar a suponer más de 1.000 euros al año.

De hecho,  el importe del IBI para una vivienda o un local con una base liquidable de 80.000 euros supera los 745 euros al año en Lérida, Tarragona y Gerona, según el último estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). El informe sobre este tributo publicado por la entidad a finales de este mes arroja diferencias de hasta cinco veces más en el importe del impuesto para una propiedad de las mismas características, en función de la ciudad en la que se ubique.

El IBI que pagan los autónomos puede ser hasta cinco veces superior dependiendo de la ciudad

El estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en las 52 capitales de provincia advierte de enormes diferencias en los tipos impositivos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Así, para una vivienda urbana con una base liquidable de 80.000 euros, sin bonificaciones, el importe medio del recibo del IBI varía entre los 774 euros de Lérida (con un tipo del 0,967%) y los 147 euros de San Sebastián (0,191%).  

Las diferencias que pone de manifiesto la OCU se deben a que el IBI es un impuesto directo que paga el propietario de una vivienda al Ayuntamiento cada año y cuyos límites vienen fijados por el Gobierno en el real decreto 2/2004 con unos márgenes concretos. Ahora bien, es competencia de las corporaciones locales su liquidación y recaudación y también decidir el tipo exacto que tendrán que pagar los propietarios dentro de estos marcos. 

Una decisión en la que, dentro del marco de actuación puesto por el Ejecutivo, los ayuntamientos tienen total libertad, y que no es baladí, ya que este impuesto representa, de media, más del 28% de la recaudación local. La brecha entre unas y otras ciudades se observa de forma clara si se comparan otras de las ciudades con un tipo más bajo en este impuesto, con las que tienen el tipo más alto. De este modo, los autónomos de Bilbao sólo pagarían 153 euros por esta vivienda o local de 80.000 euros, los de Vitoria abonarían 258 euros, los de Pamplona 314 euros, los de Santander 328 euros y los Zaragoza 330 euros. 

Las diferencias son muy grandes si se comparan cualquiera de esas ciudades con otras capitales de provincia como Lérida (774 euros); Tarragona (762 euros); Gerona (746 euros); Ciudad Real y Melilla (ambos 640 euros) o Ceuta (632 euros).

A continuación, el gráfico publicado por la OCU marca el IBI fijado para este año en cada una de las ciudades españolas para el mismo ejemplo de una propiedad con un valor catastral de 80.000 euros y sin bonificaciones.

Fuente: Organización de Consumidores y Usuarios 

¿Cuáles serán los tipos del IBI para 2022? 

Por otro lado, el Ministerio de Hacienda y los ayuntamientos ya anunciaron los nuevos tipos del Impuesto de Bienes Inmuebles que aplicarán para 2022 y que recogió el portal especializado en viviendas Idealista. Según las cifras publicadas por esta web, el año que viene seguirán siendo Girona (con un tipo del 0,93%) y San Sebastián (con un 0,18%) las ciudades con el IBI más alto y más bajo, respectivamente. 

A continuación, se detallan los tipos -a aplicar sobre el valor catastral, que es la base liquidable de la vivienda- para el año 2022 en cada una de las capitales de provincia.

Las bonificaciones también son muy distintas según el municipio

En todo caso, el tipo aplicable no es lo único que hay que tener en cuenta a la hora de ver en qué ciudad se paga más IBI, ya que cada municipio también gestiona sus propias bonificaciones, que pueden influir de forma significativa en el resultado del impuesto. Éstas son algunas de las que apunta la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU):

•  Bonificación por vivienda de protección oficial. La ley contempla tres años de reducción del 50% del IBI. Pero mientras que ciudades como Barcelona y Salamanca admiten siete años más de bonificación por ese mismo porcentaje, casi la mitad de las capitales no contemplan ampliación alguna de este beneficio, como por ejemplo Madrid, Sevilla o Palma. 
•  Bonificación por familia numerosa. Puede traducirse en una reducción de hasta el 90% del recibo, tal y como sucede en la mayoría de las ciudades. Sin embargo, no siempre es así: bien porque el porcentaje es menor o porque directamente no existe, como en Bilbao y Pamplona.
• Bonificación por instalación de energía solar. Puede implicar una reducción del 50% del IBI en la vivienda habitual durante varios años, pero también hay urbes donde no hay, como Albacete, Burgos, León, Murcia y Valladolid.
• Bonificación por domiciliación bancaria. En algunas ciudades supone un descuento de hasta el 5% del recibo, como en Granada, Guadalajara, Cuenca y Sevilla, pero en la mitad no se contempla reducción alguna.

A juicio de OCU, las diferencias también son excesivas en materia de bonificaciones de este impuesto y "acrecientan las desigualdades fiscales". Además, solicita a los Ayuntamientos la exención del pago del IBI para colectivos vulnerables con bajos ingresos.