Ahora lo dice el Banco de España

España es uno de los países que menos dinero destina a ayudar a los autónomos

El Banco de España resalta en un informe que vivimos en uno de los países de la UE que menos dinero destinó durante la pandemia a su línea de avales públicos para ayudar a los negocios. También es de los países que menos recursos movilizaron en ayudas y subvenciones directas.
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España es uno de los países que menos dinero destina a ayudar a los autónomos

La crisis del coronavirus ha puesto a prueba a las principales potencias europeas que han tenido que poner en marcha diferentes ayudas para paliar los efectos de la pandemia en su economía y apoyar a sus negocios. Si bien, a grandes rasgos, las medidas económicas que implementaron los países de la Unión Europea son muy similares, todavía sigue habiendo muchas diferencias en el volumen de fondos destinados por cada país para luchar contra la crisis provocada por el virus.

En el último estudio del Banco de España, "Medidas de política fiscal en respuesta a la crisis sanitaria en la principales economías del área del euro, Estados Unidos y Reino Unido", el supervisor detecta "una elevada heterogeneidad por países en cuanto a la cuantía de los paquetes anunciados". De hecho, según el BdE, España ha sido el país analizado que menos fondos destinó -tanto en términos absolutos como relativos a su nivel de PIB- a su programa de avales públicos para respaldar a autónomos y empresarios a la hora de pedir un préstamo, y también está a la cola en ayudas directas a los negocios.

El país que menos fondos destinó a los avales públicos

Así, el documento revela que España es el país, de entre las principales potencias de la UE, que menos fondos destinó a su programa de avales públicos, tanto en volumen bruto -que asciende a 140 millones de euros, tras la última extensión de los ICO hasta diciembre-, como en comparación al tamaño de su economía -movilizó tan sólo un 10% de su PIB-. El resto destinaron hasta ocho veces más de presupuesto que España a esta medida y movilizaron hasta el doble de recursos en relación a su PIB. 

Por ejemplo, el programa alemán de garantías públicas, gestionado por el banco público KfW (Kreditanstalt für Wiederaufbau), presupuestó  820.000 millones de euros (que supone el 24% de su PIB), casi ocho veces más de lo que presupuestó España, en volumen bruto. En el caso del Gobierno italiano, se implementó un paquete de garantías públicas para proveer de liquidez a los negocios por un importe de 450.000 millones de euros, casi cuatro veces más que el Ejecutivo español, y movilizó un 25% de su PIB.

Asimismo, tanto el Gobierno francés como el británico duplicaron la cuantía presupuestada por España. Por ejemplo, Francia implementó un programa de avales públicos por un importe de hasta 300.000 millones de euros (12% de su PIB) y Reino Unido movilizó un importe total para dar liquidez a los negocios de 365.970 millones de euros. 

Menos garantías para los autónomos y pymes españoles

Además, respecto a la cobertura de las garantías, es decir, el porcentaje que avala el Estado frente a la entidad financiera, el Gobierno español tampoco salió bien parado en el informe. En todos los estados miembro analizados por el BdE, el porcentaje de cobertura varía en función del tipo de empresa y su tamaño. Sin embargo, la mayoría de países otorgaron hasta un 100% de garantías para los negocios más pequeños, mientras que en España el tope de cobertura es del 80%. 

Así, en el caso de Alemania, las garantías oscilan entre el 80% y el 100% ; entre el 70% y el 100% en Italia; entre el 70% y el 90% en Francia, entre el 50% y el 100% a pequeños negocios y micropymes en Reino Unido, mientras que en en el caso de España la cobertura es del 80% en el caso de los autónomos y pymes y del 70% para el resto de empresas.

El país en el que más se utilizaron los avales

Sin embargo, resulta llamativo que, a pesar de que España ha sido el país, de entre las grandes economías de la zona euro, que menos dinero destinó a su programa de avales públicos, a mediados de junio encabezaba la lista de utilización de estas garantías en comparación al resto de países.

Así pues, mientras que en España el uso de las garantías públicas por parte de autónomos y empresarios superó el 50%, en Francia se utilizaron sólo el 35% de los fondos presupuestados y en Reino Unido o Italia, el uso apenas llegó al 10%.

También a la cola en ayudas directas para autónomos

Aparte de los pocos fondos que el Gobierno español destinó a su programa de avales públicos en comparación a sus homónimos europeos, el Banco de España también analizó otras medidas económicas implementadas por los diferentes países y llegó a la conclusión de que España también se encuentra a la cola en materia de inversión directa a las empresas.

Mientras que AlemaniaFranciaItalia y el Reino Unido optaron por las subvenciones y las transferencias directas para apoyar a los negocios y aliviar la carga fiscal que soportan los autónomos y pymes, España centró la mayoría de sus esfuerzos en poner en marcha aplazamientos en el pago de suministros, alquileres e hipotecas, así como moratorias para impuestos y deudas tributarias.

A modo de ejemplo, el supervisor detalla algunas medidas económicas a fondo perdido que implementaron las diferentes potencias europeas y que, sin embargo, no se pusieron en marcha por parte del Gobierno español. Es el caso de Alemania, que implantó ayudas para cubrir costes fijos operativos, con “un pago único de hasta 9.000 euros para negocios con plantillas de no más de cinco empleados, y de hasta 15.000 euros para los de un máximo de diez”, según recoge el informe del BdE.

Por su lado, Francia estableció un fondo con un pago único de hasta 1.500 euros para pequeños negocios afectados, y en el Reino Unido aprobaron un subsidio de 10.000 libras para “las microempresas que no pudieran beneficiarse del recorte acordado para el impuesto sobre bienes inmuebles no comerciales”.

Precisamente ésta fue también una de las conclusiones a la que llegó a finales del mes de junio el estudio de la Comisión de Ayudas a Empresas del Grupo de Trabajo Mixto Covid-19, elaborado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA). La organización que reúne a más de 120 expertos independientes y de diferentes áreas e instituciones concluyó también que España está a la cola de los principales países de la Unión Europea -en proporción a su PIB-  por recursos destinados a mantener a las empresas y es la que menos ayudas directas destinó a los autónomos de entre los nueve países analizados.

De los que menos ayudas directas destinaron a sus autónomos

Concretamente, el documento calificó de "modesta" la posición de España respecto a los países de nuestro entorno "en términos del volumen de recursos que está dedicando durante la actual crisis a apoyar a las empresas, incluyendo tanto ayudas directas como garantías para préstamos y otras medidas de liquidez". Cuestión que los expertos atribuyen "al limitado margen de maniobra fiscal con el que contaba nuestro país al inicio de la crisis". 

El estudio analizó lo que ha destinado cada país a sus empresas en relación a su PIB. Si bien España se encuentra en una posición cercana a la intermedia en medidas de impulso fiscal inmediato para las empresas en general, incluso por delante de algunas países como Bélgica o Italia, el porcentaje se desploma al analizar la parte de estas medidas que fueron destinadas exclusivamente a los autónomos y pequeños negocios. 

Así, en medidas de impulso fiscal para el grueso de las empresas, España destinó un 2,3% de su PIB. Porcentaje inferior al que desembolsaron otros países como Alemania (10,1%); Estados Unidos (9,1%); Reino Unido (4,8%); u Holanda (3,7%). Sin embargo, la dotación, en términos porcentuales, fue similar a la de países como Francia (2,4%) y superior a la de Dinamarca (2,1%); Italia (0,9%) o Bélgica (0,7%). 

Nueve veces menos que Alemania

La posición de España en la lista cambia por completo cuando se analiza el volumen de recursos destinados específicamente a autónomos y pequeños negocios. En este apartado, nuestro país pasa de estar en una posición intermedia a situarse en el último puesto de los nueve países analizados. Así, mientras que España destinó un 2,3% de su  PIB  a medidas de impulso fiscal a empresas, sólo invirtió un 0,3% del PIB en ayudas directas a autónomos y pymes.

Porcentaje que resulta muy inferior al de cualquier otro país analizado en el estudio. Alemania, que es el que mayor volumen de recursos destinó a sus empresas en todos los apartados, hizo un desembolso para sus autónomos y pymes hasta nueve veces superior al de nuestro país, un 1,9% de su PIB. Le sigue Dinamarca con un 1,6%; Estados Unidos con un 1,7%; Reino Unido con un 1,2%; Francia con un 1%; Holanda con un 0,7%; Italia con un 0,6%; y Bélgica con un 0,4%.