El exceso de leyes está siendo un gran freno para el crecimiento de los negocios, según el Banco de España

El exceso de normativas municipales y autonómicas dificulta el crecimiento de los negocios de toda España. Así lo valoraron desde el Banco de España en su Informe Anual correspondiente a 2022, que se publicó el pasado jueves, 11 de mayo, por la autoridad bancaria.

Tal y como explicaron, sólo durante el año pasado, el Gobierno, las comunidades autónomas y los ayuntamientos aprobaron más de 10.000 nuevas normas, “cada vez más complejas y diferentes entre regiones y municipios.” Esta cuestión, según el Banco de España, incide de manera negativa sobre las decisiones que toman los autónomos y pequeños negocios, muchos de los cuales no pueden crecer por este exceso de regulación.

Este factor, sumado a otros como la excesiva dependencia del crédito bancario o las dificultades para crear y disolver empresas, es para el Banco de España un importante freno para el crecimiento de los negocios. Tal y como constataron, el 79% de las empresas españolas son micropymes con cuatro asalariados o menos, la tasa más alta de la Unión Europea.

En este contexto, desde la autoridad bancaria afirmaron que aún es pronto para evaluar las medidas enfocadas al fomento de la creación y crecimiento de los negocios más pequeños. No obstante, reclamaron la necesidad de reducir los periodos de pago de las administraciones públicas, así como otras medidas para “garantizar la unidad de mercado, fomentar la competencia y seguir ampliando las fuentes de financiación disponibles para las empresas.”

El exceso de normativas municipales y autonómicas es un importante freno para el crecimiento de los negocios en España

La principal conclusión del informe anual del Banco de España es que existe un exceso de normativas municipales y autonómicas. Se trata de un factor que dificulta el crecimiento de las empresas, y que también está generando desigualdades entre los negocios, ya que muchas de ellas sólo se aplican en una comunidad o población concreta.

Así, el informe de la autoridad bancaria mostró cómo, sólo durante el año pasado, se aprobaron 10.873 normativas nuevas, tanto estatales como autonómicas y municipales. A ojos del Banco de España, se trata de un número muy elevado, que “incide negativamente en las decisiones de los agentes económicos -como los negocios- y en la capacidad de las administraciones públicas para garantizar la unidad de mercado, a escala tanto nacional como europea”, explicaron.

Además, las nuevas normativas son “cada vez más complejas y diferentes entre regiones y municipios”, por lo que las dificultades para crecer se hacen especialmente notorias en el caso de los autónomos y pequeños negocios, con una menor capacidad para adaptarse a las nuevas regulaciones.

El exceso de normativa es una cuestión que lleva meses preocupando a miles de autónomos y pequeños negocios. Sobre todo, los dedicados al Comercio, por su competencia con el comercio electrónico. En este sentido, el presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC), Rafael Torres, explicó a este diario la desigualdad que existe entre las empresas, a pesar de dedicarse a la misma actividad.

“Hay 3.000 normativas diferentes que afectan a la actividad de un comercio físico. En cambio, los operadores online puros tienen una infrarregulación que les permite competir en desigualdad de condiciones”, afirmó. “No puede ser que unos vayamos por un camino de tierra y otro vayan por una autopista de cuatro carriles sin límite de velocidad. Tenemos que competir con las mismas reglas”, reclamó el presidente de la CEC.

• La dependencia del crédito bancario y los plazos de pago de la Administración son otros frenos para el crecimiento de los negocios

En paralelo, desde el Banco de España identificaron otros factores que, durante los últimos meses, están frenando el crecimiento de los negocios con respecto a las empresas del resto de países de la Unión Europea. Entre ellos, la excesiva dependencia del crédito bancario y los largos plazos de pago de la Administración son los grandes frenos enumerados por la autoridad bancaria.

En el primer caso, el informe anual del Banco de España constató la dependencia que los negocios, sobre todo los más pequeños, tienen de los créditos concedidos por las entidades bancarias, mientras que su capacidad de acceso a fuentes de financiación alternativa, como el capital riesgo, sigue siendo limitada.

“Esta estructura de financiación no solo limita las posibilidades de crecimiento de las empresas y su margen de maniobra para adaptarse a eventuales perturbaciones adversas, sino que también incide negativamente en su capacidad para ejecutar proyectos de innovación, que, por su propia naturaleza, tienen un perfil de riesgo relativamente elevado”, explicaron.

Por otro lado, desde la autoridad bancaria incidieron en uno de los grandes problemas que los trabajadores por cuenta propia y las pymes tienen cuando firman un contrato de licitación con la Administración: los periodos de pago, una cuestión que puede llegar a dilatarse durante meses. En su opinión, este asunto “dificulta la financiación empresarial, especialmente en el caso de las pequeñas empresas.”

Los efectos de la nueva ley concursal o la ley de startups se diluyen por la situación económica, según el Banco de España

Atendiendo a la delicada situación que el colectivo de autónomos y las pequeñas empresas están viviendo, desde el Banco de España recordaron la aprobación de nuevas normativas de ámbito estatal con la intención de facilitar y dinamizar al tejido empresarial. Entre ellas, la reforma de la Ley Concursal; la Ley de Creación y Crecimiento de Empresas; o la conocida como Ley de Startups.

Así, la autoridad bancaria reconoció que sus efectos, a priori positivos para los negocios, están quedando diluidos durante sus primeros meses de vigencia debido a las “perturbaciones que han afectado recientemente a la economía, que hacen difícil distinguir los desarrollos puramente transitorios de los más estructurales”, explicaron.

“Esto es especialmente evidente, por ejemplo, en las dinámicas recientes de creación y destrucción de empresas, y en las de los concursos de acreedores, muy condicionadas por el cierre y la posterior reapertura de la economía por la pandemia, así como por las distintas líneas de financiación, moratorias y períodos de carencia temporales establecidos por las autoridades”, añadieron.

Por último, el Banco de España añadió que, “en todo caso, existen márgenes adicionales de mejora”, revisando de nuevo “los umbrales regulatorios y reduciendo los plazos de pago de las administraciones públicas”, explicaron. “Todo ello, sin descuidar avances adicionales para garantizar la unidad de mercado, fomentar la competencia y seguir ampliando las fuentes de financiación disponibles para las empresas”, concluyeron desde la autoridad bancaria.