Sacha Michaud, cofundador de la plataforma española

“Glovo cumplió desde el día uno con la regulación española”

Durante este último año la startup española Glovo se ha visto involucrada en una polémica sobre la regulación de sus repartidores autónomos, una discusión, que según su cofundador, Sacha Michaud, va más allá y choca con cómo va a afrontar España la digitalización. Para este emprendedor el Gobierno tiene dos opciones mirar a la innovación y abrazarla o impedir su crecimiento y mantener el status quo.

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Sacha Michaud, cofundador de Glovo.
“Glovo cumplió desde el día uno con la regulación española”

Un croissant. Este fue el primer pedido que tuvo que entregar un repartidor de la startup española Glovo. Desde su lanzamiento en marzo de 2015, la plataforma ha crecido a pasos agigantados. Ahora cuenta con más de 250 trabajadores en España -800 en todo el mundo-; más de 5.000 riders o repartidores; y más de 6.000 comercios y restaurantes asociados. A pesar del éxito y de la consolidación de su modelo de negocio -es difícil no ver en las grandes ciudades a ciclistas de Glovo recorriendo las calles-, se siguen considerando una empresa emergente, una startup, pues no han perdido esa visión por crecer.

Según el confundador de la plataforma, todavía les queda mucho camino por recorrer y para ello necesitan seguridad. La polémica de si sus glovers son falsos autónomos -que un tribunal de Madrid ha fallado a favor de la startup y reconoce que no son autónomos falsos-, la precarización del trabajo, los pasos que les llevaron a consolidar Glovo y lo que necesita España para ser líder de Europa en digitalización, son los temas principales que se tratan en esta entrevista con Sacha Michaud, cofundador de Glovo

- Glovo fue una startup que salió al mercado en marzo 2015, pero ¿cómo empezó todo?, ¿cómo surge el modelo negocio?

- Llevo desde los años 90 montando proyectos de internet y tras estar muchos años en una compañía inglesa dejé este trabajo en verano de 2014 con la idea de crear una plataforma de mover cosas. A finales de año conocí a Óscar Pierre -fundador de Glovo-, que venía de estudiar de Estados Unidos, y vio todo lo que estaba pasando con los fenómenos de la economía colaborativa, entre ellos con las plataformas de la economía on demad -es decir, plataformas de intermediación- y volvió a Barcelona para lanzar Glovo. Alguien me habló de él, que por entonces tenía 22 años, y nos reunimos. Pierre justo estaba haciendo una pequeña ronda de inversión para arrancar el proyecto, le propuse invertir y aliarme con él para sacar adelante el proyecto.

Lanzamos la primera versión en marzo de 2015 que fue cuando entró en primer pedido. La primera versión de la app era sólo un botón dónde tu escribías lo que querías, que de hecho es el ‘botón mágico’ que se mantiene hoy día, y que la gente sigue utilizando.

- A la hora de montar Glovo, ¿cuáles fueron los principales problemas que os encontrasteis?

- Más que un problema fue un reto, y era con la rapidez para poder desarrollar la tecnología de la plataforma y la aplicación. Al principio, cuando arrancas un proyecto, con unos fondos mínimos, sólo puedes evolucionar a cierta velocidad, vas escalando poco a poco. Además, el talento humano a nivel de desarrollo tecnológico es muy difícil de encontrar, pues hay muchas empresas buscando las mismas personas.

Y últimamente también estamos teniendo dificultades con la inseguridad jurídica. Hemos pasado inspecciones laborales con éxito y luego otras, en distintas ciudades de forma negativa. En España, sigue existiendo hoy día mucha inseguridad jurídica y ésta no es buena para nosotros, ni para todo el ecosistema tecnológico.

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Imagen de inicio de la app de Glovo con el 'botón mágico'.

- ¿Cuáles consideras que son las decisiones principales que un emprendedor tiene que tomar para montar una compañía con éxito, como lo ha sido Glovo?

- Lo principal es enfocarse en pocas cosas y hacerlas muy bien. Nosotros nos hemos enfocado en lo que en inglés se denomina UX -experiencia del usuario-, y que tiene que estar no sólo en la aplicación, sino en todo el recorrido que hace el usuario hasta que el producto le llega; es muy importante que el usuario tenga la mejor experiencia para que repita. Luego un enfoque hacía la tecnología de las operaciones es decir, optimizar Glovo para que las cosas se hagan mejor y más rápido, el repartidor pueda ganar más y le cueste menos al cliente. También es importante la velocidad de ejecución, la app se lanzó en Barcelona en marzo de 2015 y ahora estamos en más de 70 ciudades; porque nuestro pensamiento nunca ha sido vamos a consolidar Barcelona y cuándo estemos consolidados irnos a otras ciudades, sino que desde el día uno ya pensamos en expandirnos por España, el sur de Europa, Latinoamérica…Estamos ya en 20 países.

-Después de todo el crecimiento experimentado en estos tres años, ¿os seguís considerando una startup -pequeña empresa de base tecnológica-?

- Todavía tenemos la mentalidad de una startup, porque aún vemos a la compañía con mucho recorrido, aunque sólo han pasado tres años y medio. También estamos compitiendo con gigantes, nosotros hacemos de todo: comidas a domicilio, tiendas, recados, etc y competimos en Europa contra gigantes de comida como Uber y Deliveroo.

-Ambas también son startups, ¿os consideráis pequeños con respecto a ellas?

- Aunque somos líderes en el mercado español y sur de Europa, nos consideramos pequeños por el recorrido que todavía nos queda. Para mí Uber en muchos aspectos es una referencia de crecimiento increíble, cómo decidieron crecer muy rápido, lanzándose a muchísimos países en tiempo récord; y luego, la experiencia del usuario es fantástica. Creo que ha dinamizado este mundo para todos y no sólo a nivel de regulación, sino en el concepto de que una compañía es capaz de crear algo nuevo, con una nueva experiencia para el usuario y expandirse de una forma veloz en muchos mercados en tiempo récord… Te hace pensar que es algo que nosotros también  podemos hacer.

- ¿Por qué decidisteis la figura del Trade para ser glovers?

- La figura de autónomos Trade ya se había utilizado en el pasado, antes de Glovo y de las plataformas de entrega, precisamente para mensajeros. Es un tipo de autónomo que cae bajo la regulación española y nuestra plataforma está preparada para trabajar con ellos.

Un autónomo debería cotizar por lo que gana, esto tarde o temprano pasará.

- ¿Ha trabajado alguna vez cómo glover alguna vez?

- Sí, he ido en bici y en moto. También he estado en soporte al cliente. Siempre intentamos que los empleados de la compañía de alguna forma conozcan todas las partes de la compañía.

- Entonces, ¿hacéis que los empleados roten alguna vez por otro puesto?

-No, lo que intentamos es que tengan una visualización de cómo funciona la compañía. Soporte al cliente es un buen ejemplo, porque están hablando con el cliente, con el glover -el repartidor- y, además, estás hablando con el comerciante. Es un punto dónde se puede ver cómo funciona Glovo desde dentro. Yo he estado muchas veces, te pones los auriculares, hablas con todas las partes y sales con un aprendizaje.

- ¿Cuánto puede ganar un repartidor autónomo de Glovo?

-Depende de las horas que trabaje, del volumen de trabajo que haya y del número de pedidos que puede hacer. La mayoría obviamente no trabajan cuarenta horas. Por ejemplo, con un pedido pueden llegar a ganar una media de 5,50 euro a 6 euros, pero otras veces puede ganar 7 o 4 euros.

La forma en la que los glovers ganan dinero es muy sencilla: tienen un fee mínimo por aceptar el pedido garantizado; luego cobran por kilometraje, que es desde dónde él ha aceptado el pedido hasta el punto de entrega, pasando por el punto de recogida; y luego también se les paga por el tiempo de espera en el comercio o en el restaurante. Es relativamente parecido a un taxi.

- ¿Cuándo los repartidores aceptan un pedido saben lo que van a ganar?

- Sí, tienen una estimación. 

- ¿Cree que esta reducción de la jornada laboral o esta forma de trabajo que tienen lo riders puede conducir hacia una precarización del trabajo?

-Todo esto hay que contextualizarlo. Hay una frase que dicen ellos y es que estar en una plataforma muchas veces no es el trabajo de su vida. Para mi, hay tres maneras en la que los glovers utilizan la plataforma:

  1. Las personas que lo quieren compaginar con otra cosa, normalmente otro trabajo o los estudios. Necesitan una flexibilidad para conectarse cuando puedan, hacer los días y las horas que quieran.
  2. Las personas que tienen dificultades para entrar al mercado laboral, inmigrantes, por ejemplo. Apuestan por Glovo porque tiene muy pocas barreras de entrada, sólo necesitan un modo de transporte, un smartphone y tener una formación de cómo funciona todo. Lo utilizan para tener unos ingresos hasta que encuentran el trabajo que están buscando.
  3. Entre trabajos. Hay mucha gente que está trabajando que es despedida y no tiene derecho a paro. Glovo es una forma para conseguir esos ingresos extra para pagar el alquiler mientras encuentran un nuevo trabajo. También es una forma para el desempleado de larga duración para  volver al mercado laboral

En este sentido las plataformas están creando un hueco que va mucho más allá de nosotros. El tema de la flexibilidad, de poder compaginar muchos trabajos es parte del futuro. Lo estamos viendo en los jóvenes, incluso en los niños, que ya no es como antes que hacías una cosa y luego tenías un trabajo diez años. Esto ha cambiado y no va a ir atrás. Esto tiene que ver con la digitalización de la sociedad y la multitarea que todos estamos haciendo.

- En esta multitarea ellos son autónomos y al principio con la tarifa plana de 50 euros pueden hacer frente al pago de la cuota, pero luego ellos tendrán que pagar como mínimo unos 300 euros…

- Nosotros abogamos, y tiene todo el sentido del mundo, que los autónomos paguen cuotas basados en lo que ingresan. Creo que un autónomo debería cotizar por lo que gana, esto tarde o temprano pasará.  

Miramos desde el día uno por cumplir la regulación de aquí

- Glovo se ha visto a lo largo del último año, junto a otras compañías, involucrado en una polémica de falsos autónomos… Finalmente un juzgado de Madrid ha señalado que sus repartidores no lo son. ¿En qué se diferencian vuestros riders del resto de plataformas?

- No quiero hablar de otras compañías. Tampoco de buenos y malos. Aquí lo que se trata es de cómo operamos y la flexibilidad que tiene una persona para realizar su trabajo. Para nosotros la flexibilidad de que una persona pueda tomar las decisiones basándose en su trabajo es clara. Nosotros simplemente ponemos una plataforma tecnológica y esto es lo que se está viendo.

- ¿Cómo ha recibido la compañía es sentencia?

-Es una sentencia más. Nosotros creemos que estamos operando bien. Somos una compañía española y obviamente miramos desde el día uno la regulación de aquí. Creo que la estrategia el Gobierno de atacar la economía digital es negativa para el país. Creo que tenemos que afrontar la digitalización, para que España sea puntera, lidere Europa y no esté a la cola.

- Para conseguir que España lidere la digitalización en Europa, ¿qué tiene que hacer el Gobierno?

- Hay que mirar dónde va el futuro y qué regulaciones necesita para ser pionera. Ser pionera significa que los emprendedores españoles que decidan crear aquí tengan la capacidad de ser líderes; y que en vez de poner puertas al campo, junten las diferentes opiniones en un camino común.

La estrategia del Gobierno de atacar la economía digital es negativa para el país

Un ejemplo de ello es Francia. Macron quiere que Francia lidere la economía digital en Europa, para ello ha creado una nueva figura entre lo que antiguamente era el autónomo y el asalariado. Ésta tiene ciertos derechos que no tendría un autónomo y flexibilidad -que no tendría el asalariado- para trabajar cuando quiera y donde quiera. Es una forma de afrontar el problema proactivamente. Irlanda, y su reducción de impuestos a las compañías para que éstas vayan allí, es otro ejemplo; España ha hecho todo lo contrario.

Si lo afrontas fríamente lo que te está diciendo esto es que España no quiere la economía digital. Y esto se nota a nivel internacional.

- ¿Qué opinas de las medidas anunciadas por Pedro Sánchez para el emprendimiento?

- Creo que son ideas fantásticas pero, para mí, no dejan de ser una puesta en escena. Hay que afrontar la realidad, mirar a la innovación y al futuro; no poner mecanismos para que no pueda crecer y proteger el status quo de lo antiguo. Si optamos por el proteccionismo no vamos a abrazar esta revolución digital y estaremos en la cola, cuando creo que deberíamos aspirar a ser líderes.