Afectaría tanto a negocios como a consumidores

Hacienda baraja un nuevo impuesto verde para los envases de plástico

El pasado viernes la ministra de Hacienda María Jesús Montero anunció que su departamento dará un nuevo paso en fiscalidad medioambiental. Desde aquel día está sometida a consulta pública la entrada de dos nuevos impuestos: uno a la aviación y otro a los envases de plástico. Éste último podría afectar a miles de autónomos, pymes y consumidores.
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Hacienda baraja un nuevo impuesto verde para los envases de plástico

El Gobierno lo tiene claro. Sus perspectivas de recaudar entorno a 5.600 millones de euros no podrán llevarse a cabo sin la ayuda de la fiscalidad 'verde'. Los impuestos medioambientales son la apuesta decidida del Ministerio de Hacienda para conseguir elevar la recaudación y, de paso, cumplir con las directrices de la Unión Europea en materia de transición ecológica. 

Ya lo advirtió la ministra de Hacienda, María Jesús Montero: "es hora de pasar a la acción en fiscalidad verde". Y así lo confirmó el pasado viernes 28 de febrero, día en el que se aprobó el techo de gasto, y Montero aprovechó para confirmar las intenciones que tiene el Ministerio de poner en marcha dos nuevos impuestos: uno sobre los envases de plástico y otro sobre la aviación. 

Ambos están sometidos a consulta pública desde el pasado viernes y durante 15 días para que los representantes de los sectores afectados y cualquier ciudadano puedan hacer los comentarios y aportar las ideas que consideren oportunas. La pregunta es: ¿Quiénes son los afectados? 

En principio serían las aerolíneas y los fabricantes de plásticos. Sin embargo, éstos son sólo el primer eslabón de la cadena de afectados. El texto sometido a consulta no especifica ni el tipo impositivo ni el momento concreto en que verán la luz dichos gravámenes -aunque no se prevé que sea antes de 2021-. Tampoco quienes estarán sujetos al impuesto, aunque sí se puede inducir que afectarán de forma colateral -y en algunos casos, directa- a cientos de sectores, autónomos pymes y consumidores. Especialmente el tributo a los envases de plástico.

El primero de los impuestos, el que vendría a gravar los envases de un sólo uso destinados a alimentación y otros bienes, provocaría una subida del precio de cientos de productos, de los costes de las empresas que se dedican a envasarlos, de aquellos negocios que venden directamente al consumidor final, y en última instancia, del gasto de cualquier ciudadano que los compre. 

Impuesto sobre envases de plástico

Si bien el impuesto sobre aerolíneas podría aumentar de forma significativa el precio de los billetes de avión, su impacto se prevé más reducido o, al menos, más focalizado sobre un sólo sector: el de la aviación. Por el contrario, el de los plásticos podría tener efectos en las cuentas de miles de empresas y en los hábitos de casi todos los consumidores.

El documento sometido a consulta pública relativo al impuesto sobre envases de plástico de un solo uso concebidos para contener o proteger bienes o productos alimenticios explica que dicho gravamen pretende reducir el consumo de estos productos, previniendo y reduciendo el impacto que tienen sobre el medio ambiente y la salud humana.

Buena parte del texto se centra en exponer el “grave problema” de las basuras plásticas, que suponen entre 5 y 13 millones de toneladas de vertidos al año y que acaban contaminando nuestros mares. “Con este impuesto se pretende minorar el número de unidades de estos productos que son puestas en el mercado y reducir así su consumo, de forma que se prevenga la generación de residuos plásticos”, explicaron desde Hacienda. Además, señalaron que si el tributo lograra reducir el consumo de plástico, se generaría también una reducción en los costes de gestión de residuos.

¿A quién afecta el impuesto a los envases de plástico?

El documento recoge que esta medida debe servir también para alumbrar “nuevos modelos de negocio y alentar una producción y consumo más sostenibles, priorizando los productos reutilizables y las prácticas correctas de fabricación, sin comprometer la seguridad alimentaria o las propiedades de los productos”. 

Por tanto, se prevé que los impuestos afecten a una larga lista de negocios y consumidores. Empresas -pequeñas, medianas y grandes - y autónomos que viven, directa o indirectamente, del plástico. Actualmente, los envases para contener alimentos se utilizan en panaderías, carnicerías, pastelerías, ultramarinos, pequeños supermercados, comercios de barrio, restaurantes con servicio de comida para llevar, y demás negocios que, para bien o para mal, se ven obligados a utilizar plástico en sus fases de producción, distribución o venta al consumidor. 

Aunque, en principio, se prevé que el impuesto no entre en vigor hasta el próximo año, éste obligaría a autónomos y empresas a replantearse parte o la totalidad de su modelo de negocio. En el mejor de los casos, supondría la obligación para algunas empresas de virar su modelo de fabricación hacia envases reutilizables. Pero, ¿qué habrá de los proveedores, pymes y grandes empresas distribuidoras de alimentos, que se dedican al envasado? Y, sobre todo, ¿cómo se las arreglarán los miles de autónomos y pequeños comerciantes que compran a estas empresas o necesitan del plástico para vender sus productos?  ¿Les será igual de asequible comprar o utilizar envases reutilizables?

Por otro lado, el documento relativo al impuesto especial sobre el transporte aéreo justifica el nuevo tributo en que los aviones son una “importante fuente de emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global”. El objetivo de este gravamen será “fomentar el uso de medios de transporte más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, y que sirva como incentivo para explorar nuevas tecnologías y carburantes menos contaminantes”.

Actualmente, países como Alemania, Reino Unido o Francia aplican un impuesto sobre el transporte aéreo. Según Hacienda, el nuevo tributo favorecería el cumplimiento de los compromisos adquiridos por España para reducir las emisiones de efecto invernadero.

Además, nuestro país figura entre los últimos puestos de la UE en ingresos por impuestos medioambientales. Según los últimos datos citados por Hacienda y correspondientes a 2017, los ingresos derivados de la fiscalidad verde supusieron únicamente el 1,83% del PIB español, cifra bastante inferior al 2,40% que se recaudó de media en el conjunto de la Unión Europea

Las bolsas de plástico aportaron 26 millones al fisco en 2019

Si bien no se conoce a cuánto podrían ascender estos nuevos impuestos, es posible prever que aumentarán de forma significativa el precio final de varios productos, tanto billetes de avión como bienes de consumo , con sus respectivas consecuencias para autónomos y pymes, -menos preparados y con menos recursos para replantear su modelo de negocio-.

Hasta la fecha, en España no se había planteado un impuesto centrado tan sólo en este tipo de envases. Sin embargo, las bolsas sí están gravadas desde que en julio de 2018 entrase en vigor el Real Decreto Ley que prohibió la entrega gratuita de estos envases en los comercios de España. Desde aquel momento, las tiendas empezaron a hacer caja céntimo a céntimo. Y Hacienda también.

Tal y como se explicó desde este periódico, el precio de cada bolsa de plástico oscila entre los cinco y los 15 céntimos de euro por unidad. Según las cifras que maneja la Unión Europea, cada ciudadano consumió 144 bolsas de plástico en 2018. En España, el pasado año este consumo se redujo un 24%. Esto es, hasta las 110 unidades. Haciendo un cálculo estimativo sobre un precio medio de cinco céntimos de euro por bolsa y teniendo en cuenta sólo los 23 millones de personas en activo, en España se pudieron comprar unas 2.530 millones de bolsas de plástico el pasado año. En términos de facturación, el resultado sería de unos 126,5 millones de euros de ingresos para el sector del comercio, sujetos a tributación por IVA

El plástico podría desaparecer a partir del año que viene

Si a algunas grandes empresas, pymes o autónomos les parece excesiva la medida del Gobierno de sacar adelante un impuesto especifico para los envases de plástico, quizás cambien de idea tras conocer la última decisión tomada a finales del mes de enero, con 571 votos a favor, 53 en contra y 43 abstenciones- en el Parlamento europeo.

Si saliera adelante la directiva, propuesta hace unos meses por la Comisión, se prohibiría el uso del 'plástico de usar y tirar' en toda la Unión Europea. Por tanto, desaparecerían desde los vasos, platos, tenedores, cuchillos de plástico hasta los bastoncillos de algodón y, por supuesto, los envases no reciclables utilizados para contener alimentos.  

Si bien la medida aún no es definitiva, ya que queda pendiente el visto bueno de los países miembros, su aprobación podría marcar un antes y un después en la forma de hacer negocio con el plástico y vender productos envasados.