Resultados desiguales según el tipo de comercio

Halloween, de oportunidad de negocio a imposición

Los beneficios llegan a triplicarse el día de Halloween en comercios como las tiendas de maquillaje. Sin embargo, hay otros negocios que no confían en la ayuda de brujas y fantasmas para mejorar su facturación y se suman a la fiesta arrastrados para no sufrir desplomes de ventas.

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Halloween, de oportunidad de negocio a imposición

Se acerca el día de Halloween y un gran número de negocios aprovechan para aumentar sus ingresos: descuentos extraordinarios, productos exclusivos o fiestas temáticas son las principales iniciativas de las que se sirven los comerciantes para tratar de mejorar su negocio.

El evento de Halloween es una oportunidad para algunos comercios y una obligación para otros muchos, que se ven forzados a subirse al carro de esta fiesta para competir y no perder los ingresos de un día o incluso de toda una semana.

Tener una idea diferente y original es lo que puede hacer destacar el negocio propio de los competidores y aumentar sustancialmente las ventas.

Las consultas realizadas entre los distintos negocios muestran, además, que el sector de la alimentación y hostelería es el que espera salir menos beneficiado por la fiesta de Halloween. El Horno San Onofre, una pastelería de la calle San Onofre del centro de Madrid, vende tartas con motivos de la fiesta de las brujas y los fantasmas, pero este establecimiento no espera facturar más que cualquier otro día.

The James Joyce, un pub de la calle Alcalá, anuncia en su escaparate una fiesta como su gran apuesta para la noche de Halloween, pero el encargado afirma que, según la experiencia de años anteriores, ingresará lo mismo que cualquier otra noche, alrededor de 12.000 euros. La ambientación es fruto de la competencia entre establecimientos: explica que esa noche los clientes buscan un local que participe de la fiesta y si uno no lo hace, su negocio estará vacío. De ahí su iniciativa de montar una celebración. Sin embargo, Malvy's Shake, una tienda de batidos de sabores de la calle San Onofre, rompe con la regla al ofrecer un producto exclusivo durante la semana que dure la celebración, con el que espera doblar sus ingresos.

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Otras empresas que no tienen nada que ver con esta actividad, como las tiendas de zapatos o de ropa, aprovechan Halloween para hacer descuentos especiales. VAS, una zapatería de la calle Fuencarral de Madrid, recurre a ofertas de hasta el 15% de descuento. Sus gestores sostienen que es un incentivo y que en el ejercicio anterior aumentaron un 10% sus ventas.

Disfraces y maquillaje

Las tiendas especializadas en disfraces tampoco esperan obtener grandes ingresos extraordinarios. 100ºc Life Shop no espera aumentar más de un 10% sus beneficios. Es su primer Halloween, por lo que sus responsables no disponen de datos de años anteriores para saber cuál es su facturación potencial, pero subrayan que los datos de ventas hasta ahora no son alentadores.

J. Cánovas, otra tienda de disfraces de la calle Fuencarral situada a tan solo 40 metros de la anterior, afirma que este año está sufriendo la crisis económica con mayor gravedad que años atrás. Sus previsiones son de cubrir gastos.

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El sector que más se beneficia de este evento es el del maquillaje. HDP Make Up, una tienda de maquillaje y caracterización de la calla San Onofre, asegura que su facturación se triplicara durante la semana y que es una de las épocas del año que más ingresan.

Fiesta para niños y jóvenes

Según los resultados de una encuesta realizada por AyE a 100 personas a pie de calle, el principal público al que deben ir dirigidos estos productos son las personas de entre 10 y 20 años -es decir, niños y jóvenes-, segmento que representa el 26% de los consumidores que declararon estar decididos a adquirirlos, con un mayor porcentaje de mujeres (20%) respecto del público masculino (6%). Dicha proporción se invierte a partir de los 20 años, con un 14% de hombres de entre 20 y 30 años dispuesto a consumir productos relacionados con este evento, frente al 6% de las mujeres incluidas en este espectro de edad, según los testimonios de las personas consultadas.

El público de entre 40 y los 50 años, tanto hombres como mujeres, es el menos interesado en consumir productos relacionados con la fiesta de Halloween. Sin embargo, a partir de los 50 años se produce un repunte y 4 de cada 12 personas contestan que sí consumirán, sobre todo disfraces.