Más afectados que los asalariados y los pensionistas

Un informe del Banco de España resalta el elevado empobrecimiento de los autónomos desde el COVID

Un informe del Banco de España revela que más de un tercio de los trabajadores autónomos perdió un 46% de sus ingresos durante la pandemia y sólo lograron recuperar, hasta noviembre, el 17%. Han perdido más renta que los asalariados o los pensionistas.

Un informe del Banco de España resalta el elevado empobrecimiento de los autónomos desde el COVID

Los autónomos con rentas más bajas fueron -y siguen siendo- uno de los colectivos sociales más afectados por la emergencia sanitaria. Un informe publicado por el Banco de España (BdE) pone de manifiesto las enormes pérdidas económicas que experimentaron los negocios durante los primeros meses del estallido de la pandemia y el elevado nivel de pobreza que se generó entre los profesionales por cuenta propia durante este tiempo. Ese efecto continúa en este momento provocando bolsas de pobreza que no tienen visos de solucionarse a corto plazo por los nuevos problemas inflacionistas, subidas de suministros y materias primas y las probables consecuencias que pueda traer para la economía española el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia.

El documento titulado Desigualdad y bienestar psicológico en tiempos de COVID-19: evidencia de España, pone de manifiesto la desigualdad económica que generó la pandemia en los hogares españoles (perdieron de media el 16% de sus ingresos durante los primeros meses de emergencia sanitaria) y cómo ésta se acentuó en las rentas más vulnerables (mientras que las rentas más altas perdieron el 6,8% de sus ingresos, las más bajas perdieron el 27%). Es en este punto, los autores del informe Mónica Martínez-Bravo y Carlos Sanz, ponen en evidencia especialmente la fuerte caída de ingresos que se produjo entre los autónomos con rentas más bajas.

Según recoge el estudio, en mayo de 2020, más de un tercio de los trabajadores autónomos con menos rendimientos perdió el 46% de sus ingresos. Y en noviembre de 2020, tan sólo seis meses después, consiguieron recuperar sólo el 17% de esas pérdidas. “La magnitud de la caída de ingresos en noviembre de 2020 sigue siendo considerable” puntualiza el informe publicado por el BdE. 

Los autónomos, los que más ingresos perdieron

De hecho, los autónomos destacan en este apartado de caída de ingresos por ser el colectivo que más renta perdió durante la crisis del Covid-19. Es decir, según las conclusiones del documento publicado por le BdE, los trabajadores por cuenta propia perdieron más ingresos por la pandemia que un asalariado, que un parado o que un jubilado. Aún y así, todos los sectores de los autónomos fueron unánimes en calificar las ayudas del Gobierno de insuficientes y tardías.

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Comparativa de caída de ingresos entre autónomos, empleados, parados y jubilados. | Fuente Informe BdE. 

El documento distingue entre las rentas bajas y las rentas altas, y en ambas comparativas los autónomos son los que sufrieron una mayor disminución de ingresos. La caída fue mucho mayor para los trabajadores por cuenta propia más vulnerables, que experimentaron una caída del 46% de sus ingresos. Por el contrario, los profesionales con rentas más altas tuvieron pérdidas del 30%.

“En cuanto a los cambios en la renta según la situación laboral, nuestros resultados sugieren que los autónomos son los que experimentaron la mayor disminución de renta disponible. Los jubilados también sufrieron pérdidas menores, que no insignificantes, lo que pone de manifiesto la fortaleza del sistema de pensiones para hacer frente a las perturbaciones negativas, pero también revela el potencial impacto de otras fuentes de ingresos, como los alquileres. Los efectos también fueron desiguales dentro de cada estatus de empleo, ya que los autónomos y los asalariados con bajos ingresos experimentaron mayores pérdidas que sus homólogos con ingresos más elevados” explican los autores del informe. 

Esenciales vs no esenciales

Por último, el informe pone de manifiesto la diferencia económica que generó entre los negocios el ser catalogados como esenciales o como no esenciales. Así, mientras que los autónomos que fueron declarados como esenciales, y pudieron continuar con su actividad durante los meses más duros de confinamiento, tuvieron pérdidas de poco más del 30%, los trabajadores por cuenta propia que no pudieron ni abrir, a ser clasificados como no esenciales, experimentaron pérdidas de hasta casi el 60% de sus ingresos. 

Según justifican en el texto, “documentamos que la caída de los ingresos fue mayor entre los individuos de los sectores considerados no esenciales durante el estado de alarma y confinamiento”. 

Dos de cada tres autónomos no factura como antes de la pandemia

La fuerte caída de ingresos que soportan los autónomos tras la pandemia, junto con las continuas dificultades derivadas de los aumentos de costes, dificultan la recuperación del colectivo. Hace unos días, el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, explicaba que muchos pequeños negocios aún no se han recuperado de la emergencia sanitaria y  aseguró que “dos de cada tres no han vuelto a facturar como antes de la pandemia”.

Aunque en estos momentos apenas hay restricciones, ni de horarios o de aforo, han surgido otros factores que están impidiendo que se alcancen los niveles de facturación de 2019. Según enumeró el presidente de ATA, Lorenzo Amor, la recuperación de los pequeños negocios se ha visto frenada en los últimos meses por las continuas subidas inflacionistas, el aumento del coste de los suministros y de las materias primas. “Tenemos los precios energéticos disparados y con la inflación alcanzando el 7,4%. Además, no sabemos las consecuencias que tendrá el contexto bélico internacional tanto para la economía mundial, como para la economía doméstica" señaló Amor .Todas estas cuestiones hacen que las previsiones más afables prevean una recuperación del colectivo en 2023.

El último Barómetro realizado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) antes de finalizar el año, mostraba las previsiones de recuperación de los profesionales por cuenta propia y el 66% de los encuestados afirmó estar aún muy lejos de la vuelta a la normalidad en sus actividades. Así, uno de los datos más impactantes que se desprendían del XIII Barómetro de ATA es que el 8,2% de los autónomos ve su situación tan mala que afirmó que cesará su actividad el próximo año, y tres de cada diez profesionales se estaban planteando el cierre si la situación no mejora.