En Madrid, 50.000 latas cada fin de semana

Se inicia la primera campaña para luchar contra los que venden cerveza en la calle

El Ayuntamiento de Madrid, junto con la Plataforma por la Calidad del Ocio, presentan la primera campaña para luchar contra la venta ilegal de latas de cerveza en la calle. Un fenómeno que supone más de 10 millones de pérdidas para los hosteleros y un riesgo para la salud porque las latas "se almacenan en contenedores y alcantarillas".
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Se inicia la primera campaña para luchar contra los que venden cerveza en la calle

El Ayuntamiento de Madrid, dirigido por José Luis Martínez-Almeida, junto con la Plataforma por la Calidad del Ocio, presentan la campaña 'Que no te den la lata'. Una iniciativa promovida por los autónomos y las pymes del ocio y la hostelería que pretende concienciar a los visitantes nacionales y extranjeros sobre los problemas asociados a la venta clandestina de alcohol en las zonas turísticas y de ocio de la Capital. Y es que, actualmente, más de 300.000 madrileños consumen latas de cerveza en la calle en algún momento a lo largo de un mes, según Hostelería Madrid; fenómeno que ha enquistado la compra clandestina y el consumo ilegal de alcohol en la vía pública.

Este fenómeno de los lateros, que surgió hace 10 años, ha provocado la transformación del 'botellón', sustituyendo las bolsas con hielos, vasos y bebida que llevaban los más jóvenes a las zonas de ocio, por latas de cerveza que son vendidas de forma clandestina en la calle. De hecho, durante los dos últimos años, la Policía ha identificado casi veinte pisos dirigidos al almacenamiento de latas de cerveza, "muchas veces en condiciones insalubres", señalan desde la Asociación de hosteleros. Una vez en la calle, los lateros almacenan y esconden las latas en contenedores y alcantarillas para evitar hacer acopio en el puesto callejero. Desde Hostelería Madrid creen que esta distribución se podría estar complementando con el tráfico de drogas.

Los negocios madrileños pierden más de 10 millones de euros

Según los datos de la Asociación, en Madrid se venden 50.000 latas de forma ilegal cada fin de semana, más de 2,5 millones de latas al año, con un perjuicio directo sobre los negocios de esas zonas de más de 10 millones de euros. "La impunidad de este fenómeno durante los últimos años ha incrementado las intoxicaciones alimentarias, provocadas, por ejemplo, por la bacteria E. Coli, como consecuencia del almacenamiento de latas en alcantarillas y contenedores. Ha generado también la consolidación de tramas de explotación laboral y la ruina de autónomos y pymes que deben competir con los lateros pero pagando impuestos, alquiler de locales, manteniendo los puestos de trabajo y una programación artística y cultural de calidad", reivindican desde la entidad.

Esta campaña, fruto de la colaboración entre el Área de Portavoz, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid y la Plataforma por el Ocio, es una iniciativa que pretende aunar la labor coordinada de la concienciación y la información al público, con la investigación de las tramas organizadas y la puesta en marcha de medidas punitivas y disuasorias, tanto sobre vendedores como sobre los compradores. Cabe destacar que es la primera dirigida específicamente a combatir la compra-venta clandestina de alcohol utilizando el mobiliario urbano en los soportes de exterior, junto con cartelería y reparto de folletos explicativos en los propios locales de ocio y establecimientos de hostelería para explicar, "con argumentos impactantes y directos", las consecuencias que provoca el fenómeno de los lateros en Madrid.

Durante la campaña y el recorrido de los mediadores por las zonas de ocio, se realizará un estudio de campo y una encuesta sobre el fenómeno de los lateros y su impacto urbano, económico y social entre el público de estas zonas y los propios establecimientos. 'Que no te den la lata' se enmarca en las actuaciones que desarrolla el Ayuntamiento de Madrid en contra de las falsificaciones y el comercio ilegal de todo tipo de productos. "La venta de latas en la calle promueve el consumo de alcohol de los menores de edad y, muy especialmente, genera un conflicto de convivencia en las zonas de ocio que no deja de agravarse provocando la degradación de la vida nocturna y el deterioro de la imagen turística de la ciudad", concluyen desde Hostelería Madrid.