Los inspectores de Trabajo amenazan al Gobierno con paralizar el control sobre autónomos y empresas

Por primera vez en su historia, los inspectores y subinspectores de Trabajo y Seguridad Social irán a huelga. Las ocho principales asociaciones sindicales de este colectivo han anunciado paros para el próximo febrero si el Gobierno no cumple con su promesa de mejorar sus condiciones de trabajo. Una protesta que, como dijeron, acabaría suspendiendo los controles que realizan en materia laboral sobre negocios y empresas, así como las visitas a centros de trabajo.

“En el caso de que se hiciera huelga, se dejarían de hacer los controles rutinarios, tampoco se harían visitas y eso podría incrementar el riesgo de precariedad laboral, permitiendo que haya trabajadores sin estar dados de alta o que ocurran accidentes de trabajo” dijo la inspectora y presidenta del Sindicato de Inspectores de Trabajo (SITSS), Ana Ercoreca. Que añadió que “esperamos no vernos obligados a convocar una huelga porque somos un servicio público, pero si el Gobierno no acepta nuestras peticiones, no nos quedará otro remedio”, aseguró.

A su modo de ver, la labor de la inspección de Trabajo y Seguridad Social ha sido una pieza fundamental para “reducir la competencia desleal que sufren muchos autónomos”. Según dijo luchar contra las malas prácticas del mercado laboral permite no sólo proteger a los trabajadores, sino también defender a los pequeños empresarios que lo hacen bien. Por ejemplo, si una actividad contrata un falso autónomo, ésta podrá establecer precios más bajos que la competencia a raíz de realizar ese fraude. Si la inspección lo detecta se consigue, por un lado, regularizar la situación de ese empleado y, por otro lado, se elimina también la competencia desleal que sufre el resto de negocios afines a la actividad.

Los planes de inspección se quedarán “en papel mojado”

Si bien, y a pesar de los resultados positivos que ha supuesto la labor de la inspección, por ejemplo, en la lucha contra los falsos autónomos (en 2020 y hasta 30 de mayo de 2021, se han regularizado más de 13.349 falsos autónomo y se ha recuperado un importe por expedientes liquidatorios por 93,3 millones de euros) o la temporalidad laboral (sólo en 2020 se han convertido 155.905 contratos temporales irregulares en indefinidos). Pero todo ello se ha hecho crecer el ritmo de trabajo de los inspectores y ha provocado una sobrecarga que, aseguran, no puede continuar.

Este planteamiento, defendido por la mayoría de organizaciones sindicales del sector entre las que se encuentra el Sindicato de Inspectores de Trabajo, UGT, CCOO o CSIF, fue denunciado este jueves en una rueda de prensa conjunta. Se quejaron de las penosas condiciones de trabajo de la Inspección. La presidenta de SITTSS, Ana Ercoreca, aseguró durante su intervención que, en los últimos años, se incrementó el número de planes de actuación de la Inspección de Trabajo pero la plantilla, por el contrario, siguió siendo la misma.

“Se ha trabajado contra la precariedad laboral, se ha puesto en marcha el el Plan Estratégico de la Inspección de Trabajo, el Plan Contra los Golpes de Calor, el Plan de Choque para reducir los accidentes laborales, se ha subido el SMI y se han incrementado las competencias de la inspección en el ultimo año para evitar brotes de Covid-19 o para comprobar los ERTE” dijo Ercoreca. Recordó que si se habían llegado a obtener resultados es por el “esfuerzo de los inspectores”.

No obstante, Ercoreca advirtió al Gobierno que, de seguir incrementando la labor de la actuación inspectora sin asociarla a un refuerzo de plantilla, “todos los planes se van a convertir en papel mojado”.

La plantilla de la inspección no cumple con los estándares europeos

El responsable de Acción Sindical del sector de la Administración General del Estado de la Federación De Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras (FSC-CCOO), Josetxo Gándara, expuso en datos la diferencia de plantilla que tiene España con respecto al resto de estados europeos como Francia o Italia. Dijo que nuestro país no llega a los estándares mínimos europeos..

Según explico Gándara, en estos momentos la plantilla de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social se compone de 3.000 efectivos. De ellos, 1.750 son inspectores activos que hacen el trabajo de calle; otros 1.150 son efectivos nominalmente; y 924 son el apoyo técnico administrativo. “Hace diez años, la plantilla era de 3.400 efectivos activos. Eso significa que en una época en la que teníamos una carga de trabajo más ligera, teníamos 400 efectivos más que ahora”.

Se trata de un número que está lejos de los estándares europeos, ya que la Organización Internacional de Trabajo recomienda a un país como España tener un inspector por cada 10.000 personas de población activa. “Aquí eso no se cumple. Aquí tenemos un inspector por 13.500 personas en población activa. En Italia es uno para 5.000 personas en población activa y en Francia es uno para cada 3.000”.

Este ratio de la actuación de la Inspección, se traduce para los autónomos en un inspector por cada 1.459 centros de actividad.

“Estamos dispuestos a ir a Huelga en febrero”

Para los inspectores un refuerzo de sus competencias deber ir acompañado de una mejora de sus condiciones. Y por ello están dispuestos a ir a huelga. En julio, tras meses de negociaciones, llegaron a un acuerdo con el Ministerio de Trabajo y Economía Social para mejorar las condiciones de la plantilla. Sin embargo, el compromiso ha sido frenado, como dijeron, por el Ministerio de Hacienda y Función pública que es quien tiene que autorizar el aumento de la partida presupuestaria para la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.

“Estamos dispuestos a ir a huelga. Si no hay soluciones definitivas y si no se fortalece la Inspección, en febrero organizaremos una huelga” apuntó Gándara. Palabras a las que se les unen las pronunciadas por Ercoreca: “ante el silencio y la falta del compromiso, ya no sólo del Ministerio de Trabajo y Economía Social, y del Ministerio de Hacienda y Función pública, sino del Gobierno en general, iremos a huelga”.