Linde plantea subir las cotizaciones o los impuestos para pagar las pensiones

La medida se traduciría en un incremento de costes laborales que de no compensarse con la subida de las pensiones máximas frenaría la creación de empleo.
Linde plantea subir las cotizaciones o los impuestos para pagar las pensiones

La sombra de la subida de impuestos tanto al trabajo como al consumo planea de nuevo en las Cortes. Tan sólo una semana después de que el Catedrático de Hacienda de la Universidad de Alcalá de Henares defendiese eliminar cualquier tipo de bonificación a las cuotas de cotización a la Seguridad Social e incrementar el IVA entre el 2% y el 4%, el Gobernador del Banco de España, Jesús María Linde, plantea como alternativa “incrementar las cotizaciones sociales o el resto de figuras impositivas o sus diversas posibles combinaciones”.

Todo ello para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones vía ingresos. Esto significaría un incremento de ocho puntos porcentuales del tipo efectivo, equiparándolo al 28,3% del legal, según los datos de Banco de España. Pese a ello Linde no ha ocultado que la medida no está exenta de riesgos y “plantea la dificultad de sus efectos negativos sobre el empleo”. Es decir, de no ser incentivada la subida de los costes laborales cargaría de pleno contra las contrataciones. Para compensarlo desde el Banco de España se plantea incrementar de forma proporcional y paralela las pensiones máximas, con el objetivo de que no se produzca una merma en la relación contribuciones – prestaciones.

Esta afirmación va en la línea de las que están siendo bien vistas por el Ministerio de Empleo, que apuesta por la revisión y adecuación de la correlación entre salarios y bases. De hecho el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, que pedía ayer mismo “un esfuerzo a los cotizantes. Hay que determinar, entre todos, la adecuada correlación entre salarios y bases de cotización”. Y añadía “cualquier incremento en las bases máximas tiene que venir acompañado de un incremento en la pensión máxima”.

Desequilibrio social

 

La propuesta de subir las cotizaciones sociales no ha estado exenta de críticas por lo que respecta al desequilibrio social que genera. En respuesta a ellas Linde ha insistido que “aumentar las cotizaciones plantea un problema evidente. Es un impuesto al trabajo que, en prinicipio, no es lo más aconsejable”. Por ello se deben estudiar alternativas de financiación vía ingresos.

Es decir cargar aún más la mochila impositiva a través de los impuestos indirectos. La idea que se plantea desde Banco de España, pasa por una subida de, entre otros, el IVA. Ahora bien de una forma más moderada que la planteada por Lagares, tan sólo el 1% frente al entre el 2% y el 4% del economista.

Asimismo, y tal y como también se ha avanzado por parte del Gobierno, garantizar las pensiones del futuro requiere de separar las vías de financiación. Con ello, y a excepción de las pensiones de jubilación, el resto de prestaciones serían asumidas por el Estado, con cargo a Presupuestos Generales.

Más allá de los 67

 

Aumentar la edad de jubilación es, en opinión de los expertos del Banco de España, otra de las opciones para hacer frente al crecimiento de la tasa de dependencia -proporción entre población activa y dependiente- que “se duplicará entre 2016 y 2060”, ha asegurado Linde. Así de incrementarse hasta los 70 años el periodo de vida laboral, dicha tasa se reduciría en 12 puntos frente a la que se calcula para los 67, lo que se traduce en una reducción del gasto en pensiones de entre dos y cuatro puntos del PIB. Así “cualquier medida encaminada a desincentivar la jubilación anticipada y permitir la ampliación de la vida laboral por encima de los 67 años tendría efectos positivos sobre la sostenibilidad financiera del sistema”, aseveraba.

Indistintamente del diseño de actuaciones que favorezcan tanto la entrada de ingresos como la reducción de gastos, la sostenibilidad del Sistema pasa por incrementar la tasa de empleo y mejorar la productividad, lo que contribuiría a reducir la tasa de sustitución -porcentaje de pensión sobre el salario que se percibe en el momento de la jubilación-. En este sentido en el caso de que de aquí a 2060 la tasa de empleo se incrementase del 56% actual hasta el 80% “se podría compensar hasta el 60% de la presión sobre el gasto”, ejemplificaba.

Linde que, en un ejercicio de humildad ha reconocido que “hay diputados que saben mucho más que yo de pensiones”, ha instado a afrontar el reto del envejecimiento de la población desde “una estrategia amplia de política económica”, para lo que resulta “crucial” el proceso de consolidación fiscal y reducir la deuda pública.

Cuentas nocionales

 

Debatir sobre pensiones obliga a hacerlo sobre la viabilidad o no de las cuentas nocionales, sistema que “tiene algunas ventajas en términos de mejora de transparencia”. Este tipo de contribuciones privadas permiten, según los análisis de Banco de España, una relación más estrecha entre cotización y pensión, reduce el impacto negativo de la caída de las cotizaciones e incorpora de forma automática un factor de sostenibilidad, ya que la pensión se calcularía en base a las aportaciones acumuladas anualmente de los cotizantes y la esperanza de vida.