Para favorecer el relevo generacional

Lorenzo Amor exige la supresión del impuesto de sucesiones

El presidente de ATA afirma que eliminar el tributo favorecería el relevo generacional especialmente en el sector agrario y evitaría numerosos cierres de negocios. Cada año son más las regiones que aplican exenciones o bonificaciones al tributo pero sólo para trasmisiones a familiares de primer grado.  

Lorenzo Amor exige la supresión del impuesto de sucesiones

El impuesto de sucesiones levanta ampollas entre las distintas regiones. Recordemos la acusación de “dumping fiscal” que Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, hacía a su homóloga de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, durante la Conferencia de Presidentes de enero de 2017. Lo decía, entre otras tasas, porque Madrid bonifica el impuesto de sucesiones en un 99%. Lo cierto es que, en pleno debate sobre la armonización fiscal que debe regir el nuevo modelo de financiación autonómica, el presidente de ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos) criticó el impuesto que grava a los familiares que heredan un negocio . Durante su comparecencia del miércoles en la Comisión para la evaluación y modernización del Estado Autonómico, fue categórico al pedir que es “se suprima el impuesto de sucesiones”. Amor alegó que “se pierde mucha actividad, especialmente en el caso de las explotaciones agrarias, porque los autónomos no pueden asumir el pago de este impuesto. No es un impuesto sólo para ricos”.

No es la primera vez que el presidente de ATA hace referencia a esta cuestión. En anteriores ocasiones quiso aclarar que “no se trata sólo de suavizar el impuesto con bonificaciones, sino de suprimirlo al igual que ya se hizo con el Impuesto de Actividades Económicas (IAE)”. Según cálculos de ATA, cada año unos 5.000 los autónomos tienen problemas por la herencia de un negocio. La razón radica en que, aunque el impuesto está bonificado hasta el 99% en muchas comunidades autónomas, sólo afecta a las herencias entre padres e hijos y hasta ciertas cantidades. Por tanto, el drama se produce cuando se superan dichos los límites o si el familiar en cuestión es, por ejemplo, un sobrino.

Hasta 150.000 euros de diferencia

El impuesto de sucesiones está cedido por Hacienda a las comunidades autónomas. Es decir, son los gobiernos regionales quienes tienen potestad de decidir si aplican bonificaciones, reducciones o deducciones a la tarifa estatal - cuyo mínimo es del 7,65% y el máximo del 34%-  y a qué contribuyentes afectan según sus rentas. De ahí la disparidad.  Actualmente, cinco autonomías tienen bonificado al 99% este impuesto para los sucesores del Grupo II (cónyuge, descendientes, ascendientes y adoptados de 21 o más años). Estás son Madrid, Canarias, Extremadura, Murcia y La Rioja. A la lista de las más económicas a la hora de fenecer se suma el País Vasco, donde las herencias tributan al tipo del 1,5%.

A modo de ejemplo, un soltero de 30 años hereda por valor de 800.000 euros, de los que 200.000 se atribuyen a la vivienda del fallecido, 500.000 un negocio y, el resto, distintos bienes. En la Comunidad Madrid tendrá que abonar a Hacienda una cuota líquida de 1.586 euros, mientras que en Castilla León tendrá que pagar 81.019 euros, en Castilla la Mancha 63.194 y en Aragón -la que menos bonifica el impuesto- 155.394 euros.

Desde el Consejo General de Economistas (CGE) defienden medir a todas las comunidades por el mismo rasero. Es decir, establecer al menos un tipo mínimo común a las 17 autonomías. De hecho, las conclusiones del Panorama de la fiscalidad autonómica y foral de 2018 elaborado por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), dependiente del CGE, destacan el “caos normativo” especialmente en este impuesto y ponen en duda su efectividad “porque, a veces, no se aclara si la reducciones son propias o mejoran las de la norma estatal y se establecen requisitos de difícil comprobación porque se han de cumplir a futuro”. Asimismo, el CGE afirma que en materia de competencia fiscal, la tendencia en Sucesiones “es claramente a la baja”.

Negocios familiares y armonización fiscal

En el caso de las empresas familiares casi todas las comunidades han aplicado reducciones al impuesto. En muchas de ellas el porcentaje se ha mejorado este año en cuatro puntos, del 95% al 99%. Asimismo, en 2016 dos sentencias del Tribunal Supremo de mayo y julio suavizaron el régimen fiscal aplicable a quienes reciben por herencia el negocio de sus padres. Desde entonces ya no es necesario que los herederos tengan participaciones en el capital de la empresa para beneficiarse de la exención fiscal. No obstante, si deben constar como miembros de la dirección de la empresa y ejercer funciones como tales.    

En 2016 (últimos datos publicados), Hacienda recaudó 2.378 millones de euros por Impuesto de Sucesiones y Donaciones, cantidad que se redujo un 0,8% con respecto a 2015. Respecto al total recaudado por impuestos cedidos Sucesiones y Donaciones con un 20,4% es el segundo con mayor peso detrás de Transmisiones Patrimoniales (45,7%).

Por comunidades autónomas, aunque Madrid es de las que aplica unas bonificaciones más elevadas fue la segunda que más recaudó por este impuesto en 2016, cerca de 420 millones de euros, mientras que en Aragón (la más cara) ésta no alcanzó 159 millones.