Más de 1.250 millones para pymes y autónomos
Sólo siete de cada diez pymes y autónomos (71,3%) obtuvieron un sí como respuesta cuando acudieron al banco a pedir un crédito el pasado año. De ellas el 42% tuvieron que presentar garantías o avales para salir con una inyección de liquidez en el bolsillo. El problema no está en los bancos. “Los requisitos de solvencia del BCE (Banco Central Europeo) están dejando sin financiación a actividades económicas viables”, ha explicado José Rolando Álvarez, presidente de CESGAR, Sociedades de Garantía Recíproca (SGR), durante la jornada Las sociedades de garantía, una alidado en la financiación de las pymes, organizada por CESGAR y CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales).
Asimismo, la sombra alargada de las políticas de Draghi hace prever que la situación “va a seguir empeorando. Hay una dualidad creciente en el acceso al crédito”, se lametaba Álvarez. Es decir, los bancos tendrán que garantizar cada vez más sus niveles de solvencia ante Bruselas, lo que se trasladará al escalón de autónomos y pequeñas y medianas empresas que tendrán que aportar un mayor respaldo a la hora de pedir financiación.
Coyuntura extramuros a la que hay que añadir la desaparición del número de oficinas de proximidad, en favor de la digitalización y la mejora de los ratios de rentabilidad de las entidades, que han convertido a los agentes de la economía real en perfectos desconocidos. En palabras de Álvarez “los bancos no entienden el negocio de autónomos y pequeñas empresas”.
Es aquí donde las Sociedades de Garantía Recíproca jugaran un papel "clave" en palabras de Juan Rosell, presidente de la patronal de los empresarios. Tanto es así que la asociación que agrupa a 19 SGR, de distintas comunidades autónomas, tiene previsto incrementar un 15% el volumen de formalizaciones este ejercicio. Con ello se formalizarán avales por importe de 1.265 millones de euros, frente a los 1.100 con los que se cerró el anterior ejercicio, alcanzando a 20.000 autónomos y pequeñas y medianas empresas (2.000 más que en 2016).
Crecimiento que no irá aparejado ni de una subida de tipos de interés, que se mantendrán entre el 0% y el 4%, ni de recortes en los plazos de amortización, que “son críticos” para las pymes y autónomos.
Financiación para crear empleo
Cruzar la puerta de un banco para pedir un crédito va más allá de las propias inversiones. La creación y el mantenimiento de empleo es la razón que subyace en la mayor parte de los impresos de solicitud. Cuatro de cada diez empresas de la economía real necesitan liquidez para mantener la plantilla. Es más, según las estimaciones de CESGAR de abrirse de nuevo el grifo del crédito se generarían unos 325.000 nuevos puestos de trabajo. Tal y como ha expuesto el presidente de la Asociación son 600.000 los puestos de trabajo que se mantienen debido al respaldo que emprendedores, autónomos y empresas han obtenido por parte de las SGR. Algo que ha sido posible porque “eliminamos el riesgo de los bancos”, insistía José Rolando Álvarez.
Cuatro de cada diez empresas de la economía real necesitan liquidez para mantener la plantilla
No obstante, esta labor complementaria de las SGR a la banca tradicional ha de acompañarse de un cambio cultural “falta cultura financiera en las pymes, lo que hace que se gestione muy mal el flujo de caja”, explicaba. También se hace necesario reforzar los sistemas de trabajo entre el sector privado y la Administración. A este respecto Jaime Rábago, secretario general de CESGAR, ha puesto de relevancia el papel de las sociedades de garantía recíproca como “ejemplo” de solidaridad interempresarial y de colaboración público - privada”.
Aspecto éste último que también se potenciará desde la Administración, tal y como ha explicado el director general de Industria y Pyme y presidente de CERSA (Compañía Española de Reafianzamiento), Mario Buisán, quien ha puesto el foco en el “esfuerzo” que se está haciendo por parte del Gobierno para que los próximos Presupuestos Generales del Estado amplíen los recursos de la compañía. Asimismo ha hecho especial hincapié en los acuerdos que se están llevando a cabo, bajo en marco del Plan Junker, para canalizar los fondos europeos hacia las pequeñas y medianas empresas y que éstas tengan un mejor acceso a la financiación.
