El coste laboral es de 3.000 euros más por empleado

La subida del SMI ha afectado al 40% de los asalariados que dependen de pequeños negocios

Cuatro de cada diez beneficiarios de la subida del 22,3% del Salario Mínimo Interprofesional trabajan para micropymes y pymes de hasta 19 trabajadores, según un informe de Comisiones Obreras. Desde ATA afirman que algunos pequeños negocios "no han podido aguantar" este incremento, por lo que han reducido jornadas e incluso prescindido de trabajadores.

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La subida del SMI ha afectado al 40% de los asalariados que dependen de pequeños negocios

Al hilo de las previsiones del Banco de España  sobre el impacto de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) asegura que el 41,2% de los 1,2 millones de potenciales beneficiarios de este incremento salarial (casi medio millón de asalariados en términos absolutos) se concentran en pequeños negocios y empresas de hasta 19 empleados.

En concreto el 29,3% dependerían de las micropymes de entre uno y nueve trabajadores y otro 11,9% en pymes con plantillas de entre 10 y 19. A éstos habría que sumar el 12,3% que se encuentran en el siguiente rango de hasta 49 personas en plantilla. Es decir, los pequeños negocios y las empresas de menor tamaño concentrarían a más de la mitad de los trabajadores (53,5%) a los que este año se les revisará el salario un 22,3%, hasta la cuantía de 12.600 euros anuales (900 mensuales en 14 pagas).

La cifra se recoge en la página 16 del informe La subida del Salario Mínimo en 2019, presentado este 5 junio por el sindicato, y estaría muy por encima tanto de la correspondiente al total de asalariados que trabajan para empresas de entre 50 y 199 empleados (13,6%) como de la de las grandes compañías de 200 o más (33,1%). Según aclaró a Autónomos y Emprendedores el autor del informe, Carlos Martín, el resultado "se ha obtenido a partir de la comparativa entre la Encuesta de Estructura Salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE) y los datos de la Agencia Tributaria (AEAT)".

Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos (ATA), coincidió con los datos proporcionados por el sindicato. Y explicó a este medio que la situación tiene que ver con que “la mayoría de los trabajadores que perciben un salario por debajo del mínimo son aquellos en los que la empresa no dispone de convenio”. Es decir, las de menor tamaño, gran parte de las cuales pertenecen a autónomos y cuentan con uno o dos trabajadores en plantilla y se concentran principalmente en sectores como el agrario, transporte, comercio o servicios profesionales. Amor aprovechó este punto para destacar que “no es cierto que la inmensa mayoría de ellas no estén aplicando la subida del SMI, como se ha dicho por parte de los sindicatos. No es bueno generalizar”.

La Confederación Española de Jóvenes Empresarios (CEAJE), parte de la base de que 1.213.000 asalariados que, según Comisiones Obreras, estarían percibiendo ingresos inferiores a 900 euros al mes “no es una cifra correcta”, situándola entre los 700.000 y 800.000. Esto es unos 400.000 menos que los calculados por el sindicato.

Fermín Albaladejo, presidente de CEAJE, cuestionó que los emprendedores sean quienes paguen los salarios más bajos. “No sólo pagan a sus trabajadores por encima del SMI sino que muchos incluso superan el salario pactado por convenio”. Asimismo, y al igual que su homólogo en ATA, limitó los casos a determinados sectores integrados en el sector servicios "como la hostelería y el comercio tradicional".

Un 43% en pérdidas

La subida del Salario Mínimo Interprofesional supondrá para los autónomos y los pequeños empresarios un aumento de los costes laborales de en torno a 2.800 y 3.000 euros por empleado cada año. De hecho, las estimaciones del Instituto de Estudios Económicos (IEE) apuntan a que el coste laboral unitario se disparará este año al 1,9% -más del doble que en 2018- en gran parte por el citado incremento del 22,3% del SMI. Todo ello en una España en la que, junto con Grecia y la República Checa, los empleadores ya soportan la carga más elevada de la Unión Europea por las cotizaciones de sus empleados, según denuncia Funcas en su último informe.

A ello hay que añadir que el balance de aproximadamente un 42% de las empresas de menor tamaño todavía registra pérdidas, así como el contexto actual de desaceleración económica provocada por la inestabilidad política interna y otros factores externos como la guerra comercial o la atonía de Alemania. Un caldo de cultivo que obliga a preguntarse si ¿serán los pequeños negocios y las pymes capaces de asumir a largo plazo esta subida?

Martín de Comisiones Obreras opina que “sí”, ya que los márgenes empresariales estaban “hipertrofiados tras la devaluación salarial provocada por el alto nivel de desempleo y la reforma laboral”, así como por el “desendeudamiento generalizado de las empresas en los últimos años”. El autor del informe explicó además que “las empresas españolas -a todos los niveles- están ganando 38.000 millones de euros más que en el mejor momento de crecimiento”. A este respecto, el economista del sindicato que lidera Unai Sordo, afirmó que “tras pagar a proveedores, salarios, invertir… tienen una capacidad excedentaria de financiación de 32.000 millones de euros que se debe canalizar a la economía real”. Esto "completado con una revisión al alza de la fiscalidad en las sociedades permitirá que los ciudadanos consuman más y que quienes más se beneficien de ese aumento de la demanda interna sean los pequeños negocios”.

La tesis ha sido contestada por el presidente de ATA que insistió en que si bien hay negocios que podrán sostener la subida manteniendo el empleo generado, “a pie de calle ya ha habido algunos autónomos que no han podido aguantar y están prescindiendo de trabajadores o reduciendo sus jornadas”. A este respecto Amor aprovechó para lanzar un mensaje al futuro Gobierno “cualquier subida de costes laborales no puede ser superior al 5% cada año si lo que se quiere es mantener el empleo generado”.

Por su parte el presidente de CEAJE, advirtió de que “todavía quedan dos o tres años para recuperar la normalidad y que las empresas más pequeñas declaren beneficios. Para muchos, hoy por hoy es todavía complejo asumir cualquier incremento de costes”. Y añadió, “no estamos en contra de que se suban los salarios. Todo lo contrario defendemos incluso la subida hasta 1.000 euros en 2020, pero siempre que la economía crezca”.  

La menor creación de empleo desde 2014

Pese a que en mayo España alcanzó el récord de 19,44 millones de afiliados (19,25 con el ajuste estacional) y que desde el Ministerio de Trabajo niegan que la subida del Salario Mínimo Interprofesional haya tenido un efecto negativo en la creación de empleo, lo cierto es que los datos de afiliación sí revelan una leve desaceleración.

La evolución de la afiliación media del sistema (Régimen General y Regímenes Especiales incluido el de autónomos) creció a un ritmo del 2,78%, el más bajo desde 2016, cuando el aumento del número de afiliados fue del 2,56%. Desde entonces y hasta el mes de junio de 2018 el ritmo de aumento del número de afiliados no bajó del 3,11% alcanzando su pico más alto en en mayo de 2017 con un avance del 3,87%.

De hecho en los cinco primeros meses del año el número de afiliados al RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) es la mitad que el de hace un año. Si en mayo de 2018 se produjeron 32.312 altas de autónomos un año después la cifra se ha reducido a 16.457. Lo mismo ocurre en el Régimen General, donde se han afiliado 27.184 trabajadores menos (537.998 en mayo de 2018 frente a los 510.814 de este año).

A este respecto Lorenzo Amor, explicó que “es cierto que los nuevos contratos crecen por encima de los despidos, pero a la vista de la desaceleración que demuestran los datos del mes de mayo la pregunta es ¿cuanto empleo más se habría creado de no haberse subido el SMI?”.