Un colectivo al margen

Los músicos callejeros quieren regularizarse

Algunos de los artistas urbanos del centro de Madrid, trabajadores autónomos a fin de cuentas, pueden llegar a ganar hasta 30 euros en dos horas pero su situación es muy precaria y les gustaría una fórmula para regularizar su situación cotizando una cantidad razonable a la Seguridad Social.

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Los músicos callejeros quieren regularizarse

Madrid puede servir de ejemplo para la regularización de un colectivo invisible pero muy presente para todos cada vez que salimos por el centro de una gran urbe. El pasado 1 de febrero entró en vigor el nuevo decreto que regula los criterios para autorizar actuaciones musicales en las vías o espacios públicos del distrito Centro de Madrid. El Ayuntamiento de la capital del país, junto con la  mayoría de asociaciones de vecinos del centro y los movimientos por la música en la calle, promovieron esta nueva normativa que, según el Ayuntamiento, “pretende superar la degradación que el fenómeno de la música de calle ha venido sufriendo en los últimos años, generando molestias a los vecinos, para transformarla en la manifestación cultural que sería deseable encontrar en los desplazamientos y paseos por la ciudad”. Lo que ha supuesto que se encienda el debate sobre la regularización de esta actividad y de este colectivo que son autónomos a fin de cuentas.

Las autorizaciones se circunscribirán a unas ubicaciones y horarios determinados para evitar molestias a los vecinos, el tiempo máximo que un músico podrá permanecer en una ubicación concreta es de 1 hora para las áreas de uso residencial y de 2 horas en Áreas delimitadas como de uso terciario en las Áreas Acústicas de la ciudad y Áreas del Rastro.

Pese a todo, Laura Nadal, trabajadora de la Plataforma por la Música en la Calle, ha explicado a Autónomos y Emprendedores que las condiciones laborales de los músicos son, en general, muy malas. “No podemos cotizar casi en ningún caso. Muchos meses no ganas nada y otros un poco más. La mayoría de los músicos que conozco viven al día. La música de calle es un buen complemento para todos aquellos meses, muchos, en los que no te da ni para el alquiler”, explica Nadal, por lo que para ella, el nuevo decreto es “un punto de partida para normalizar una de las actividades más antiguas que existen, hacer música y hacerla en la calle”.

Regularizar un colectivo desprotegido

Uno de los músicos que tocan en la zona céntrica de Callao (Madrid) desde hace más de 15 años y que ha preferido no dar su nombre, ha explicado a Diario AyE que los músicos callejeros pueden llegar a recaudar grandes beneficios. “Un día normal, vengo dos horas y me voy con 25 o 30 euros si me va bien, otros días me cuesta llegar a 15, pero en días como Navidad puedo conseguir 70 euros”, afirma. “Yo soy solo un músico y consigo recaudar bastante, pero cuando se juntan bastantes atraen a más gente. Imagina lo que pueden ganar. Por eso necesitamos que se regule nuestro trabajo para poder vivir decentemente de esto”, concluía.

Según Alberto Ara, abogado laboralista, los músicos callejeros no tienen ninguna obligación con la Hacienda Pública, ni necesidad de darse de alta como autónomos. Solo tendrían que declarar en caso de que lo recaudado superase el Salario Mínimo Interprofesional, explica Ara.

La música de calle se basa en las propinas, las cuales, al igual que las de un camarero, no están sometidas a obligaciones fiscales, según Laura Nadal. “Estoy segura de que si la cuota de autónomos fuera razonable, o que nuestro sistema contemplara la intermitencia, como ocurre en otros países europeos, los músicos de calle estaríamos encantados de cotizar y asegurarnos un futuro”.

El pensamiento común del sector es la necesidad de regular esta actividad. Los músicos entrevistados en el centro de Madrid coinciden en que se necesita la acción del Gobierno para normalizar y regular la situación de los músicos en la calle. “Con la nueva normativa nos ahorramos muchos problemas con la policía pero necesitamos más apoyo desde el sector político para que podamos vivir de esto” aseguraba uno de los artistas.

“Nos encantaría que desde la política, igual que ha hecho este ayuntamiento, se apueste por el arte real, el que está hecho por y para las personas, sin intereses comerciales o propagandísticos de fondo.Me gustaría recordar que muchos de los que nos dedicamos a la calle también ejercemos en el circuito más formal, incluso hay gente de altísimo nivel tocando en la calle por muchas razones”, reivindica Nadal.