Según datos del ISDI

Los negocios de toda la vida generan la mayor parte de los empleos digitales

¿Quién dice que es necesario tener un negocio supertecnológico para mirar al futuro? Precisamente, los pequeños negocios más tradicionales han generado el 60% de los empleos digitales, según el Observatorio ISDI. La adaptación a la economía digital ya no es cosa sólo de grandes empresas ni de sectores avanzados. 

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Los negocios de toda la vida generan la mayor parte de los empleos digitales

Pudo parecer durante muchos años que la adaptación a la economía digital era sólo cosa de las grandes empresas o de sectores tecnológicos. El observatorio de Empleo Digital en España ha hecho públicos unos datos que demuestran todo lo contrario. Pese a sus carencias, los pequeños negocios tradicionales, los regentados por autónomos, los que pasan de padres a hijos y conocen el nombre de sus clientes, están generando el 60% de los puestos digitales. 

Según los datos que maneja la escuela de negocio digital ISDI , los pequeños negocios tienen cada vez más peso en la creación de empleo. Tanto es así que ya en la actualidad generan más de la mitad de los puestos de trabajo digital, o en otras palabras, los empleos del futuro. Las cifras hablan por sí solas y  demuestran que los pequeños negocios ya se han dado cuenta de lo necesario que es asumir la tecnología como parte fundamental para aguantar en esta nueva economía y seguir creciendo.

La transformación tecnológica es un cambio obligado por la sociedad actual y cada vez son más los autónomos que lo asumen. Buena parte de los trabajadores por cuenta propia ya se han puesto manos a la obra y han acelerado la transformación de sus procesos de producción y distribución.Rápida adaptación a la economía digital

Desde el Observatorio de Empleo Digital aseguraron que, aunque los negocios tradicionales han empezado tarde su adaptación a la economía digital, su rápida transformación es la auténtica dinamizadora del mercado y de las nuevas profesiones. Según este organismo, entre las principales tendencias en el mercado digital se encuentran la sofisticación de los puestos de trabajo; la aparición de nuevas profesiones; un aumento de la categoría y la involucración en la estrategia del negocio de los nuevos profesionales o la completa atomización de los sectores de actividad.

El presidente de ISDI, Javier Rodríguez Zapatero, explicó que, “a medida que avanza el tiempo e Internet va ampliando su potencial y negocio, la brecha con la economía 'ciega y sorda' ante el cambio es mayor”. Y es que la digitalización de los negocios es imprescindible, ya no sólo para su propia supervivencia, sino para garantizar unas tasas de empleo positivas en España. Esto, aunque no lo parezca, depende directamente de los más pequeños que -recordemos- sostienen alrededor de dos tercios del empleo nacional. Por tanto, su falta de digitalización tiene un fuerte impacto en el crecimiento potencial de la economía, del empleo y de la productividad española.

Tan importante es esta adaptación que si todo el tejido empresarial consiguiera hacerse a la transformación digital, la tasa de crecimiento de la economía española podría aumentar más de dos puntos porcentuales, del 2,7% hasta el 5%. Además, la creación de empleo también pasaría de los actuales 500.000 nuevos puestos al año hasta alrededor de un millón.

En este sentido, Salvador Molina, Coordinador del área de profesionales de la Comunicación de la Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos (ATA) y autor de dos libros sobre la transformación digital, señaló que "la época de la transformación digital de los negocios ha pasado, responde a la realidad de hace unos años. Hoy en día no existe ningún negocio analógico o tecnológico, sólo existe una economía en la que todas las estrategias tienen una parte sustancialmente relacionada con el mundo digital, por lo que no se trata de crear un e-commerce, sino de pensar cómo vendo mi producto: a través de una estrategia digital, analógica o híbrida".

Un negocio que no esté en sintonía con el mundo digital está condenado a quedarse atrás. "No adaptarse a la economía digital significa, entre otras muchas cosas, perder competitividad, y esto, -más pronto que tarde- acabará con el cierre del negocio" concluyó Molina.

Un estudio de Sage confirmó, en la misma linea, lo necesario que se hace para todos los negocios adaptarse a las nuevas tecnologías. Según los datos de esta empresa de soluciones y herramientas de gestión, la falta de productividad de los negocios que se resisten a adaptarse a la nueva economía digital, les supuso a éstos en 2018 unas pérdidas de 20.400 millones de euros, nada menos que 1.105 euros por segundo.

La razón de estas pérdidas, entre otras cosas, viene dada porque el tiempo y energía que invirtieron los negocios no digitalizados a las labores rutinarias y de administración, se hubieran podido reducir considerablemente de haber contado con las herramientas adecuadas. Todo este tiempo y esfuerzo  se podría haber destinado al crecimiento del negocio.

Es más, ya no sólo se trata de pérdidas o ganancias. Los expertos estiman que, en un plazo de unos diez años, el 90% de aquellos negocios que no hayan adaptado su estructura a la economía digital terminarán por quedarse fuera del mercado o, incluso, desaparecer.