Noviembre negro para los autónomos

El número de afiliaciones cae y registra su crecimiento más bajo desde 2014.
Noviembre negro para los autónomos

“Se lleva mucho tiempo sin tomar medidas”, así explica Lorenzo Amor, presidente de ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos) el frenazo en el número de afiliaciones al RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos). Los registros son más que preocupantes. Hasta el mes de noviembre sólo se han producido 27.706 nuevas altas, lo que representa casi un 40% menos de las registradas el pasado ejercicio (46.136) y más de un 64% respecto a 2014.

Mientras que hace dos años se crecía a un ritmo interanual del 2,55%, en 2016 este ha mermado en 1,67 puntos, hasta el 0,88%. El sector del comercio y reparación de vehículos a motor y motocicletas ha sido el que ha sufricido la caída más pronunciada, pues se han perdido 3.571 activos.

En términos generales, y pese a los 26 meses de crecimiento consecutivo de las ventas según el Índice de Comercio al por Menor, resulta cuanto menos paradójico que en enero de 2015 hubiera 469.938 pequeños negocios, mientras que un año después, en el Dirce (Directorio Central de Empresas), se registraban casi 3.500 menos (462.450). A este respecto, desde la Confederación Española de Comercio (CEC) insisten en que “la inercia de la crisis económica sigue presente en el comercio minorista y, en este sector, los más vulnerables son los autónomos, quienes se ven muy afectados por los vaivenes en el consumo”.

Es el caso del sector textil, muy afectado por la climatología. En el balance de negativos le siguen hostelería con una pérdida de 568 afiliados y agricultura, ganadería, pesca y caza, con 243 menos.

Con respecto a los resultados del mes de noviembre, retrocede por primera vez desde 2010. En concreto se han producido 366 bajas, dejando al RETA con un total de 3.193.893 afiliados.

¿Vuelta al ladrillo?

 

En el análisis sectorial, otro de los datos que encienden las alarmas es el incremento de altas en actividades inmobiliarias y construcción con 4.122 nuevos autónomos. Cifra muy pareja a los 4.524 menos parados en el sector y que obliga a la pregunta ¿volvemos al ladrillo? A este respecto, desde el colectivo de autónomos manifiestan cierta preocupación “el mundo laboral no se mueve entre obreros y patrones”, manifestó el presidente de ATA.

Ahora bien, no todo son sombras. El sector que se erige con la medalla de oro y un total de 8.555 afiliaciones es el de las actividades profesionales científicas y técnicas. Seguido de sanidad y educación con 4.073 y 2.418 trabajadores por cuenta propia más.

En el análisis por provincias, y según un informe elaborado por ATA, seis “han roto con la tendencia de los dos últimos años y han perdido autónomos”: Aragón (-500 autónomos menos), Cantabria (-190 autónomos), Extremadura (-719 autónomos), Galicia (-1.525 autónomos), País Vasco (-768 autónomos), y La Rioja, (-69 autónomos)-. Además, en Asturias (-481 autónomos) y Castilla y León (-1.682 autónomos) se acrecienta la caída.

Confianza y reformas

 

Pese al disgusto inicial, el colectivo prefiere mirar hacia delante. El presidente de ATA confía en que el proyecto de Ley de Reformas Urgentes se ponga en marcha “cuanto antes y no se dilate la tramitación que permitan la consolidación del negocio de los autónomos y la de la actividad empresarial en general”. Medidas como la extensión de la tarifa plana, la reducción de los recargos del 20% por pagar a la Seguridad Social 24 horas tarde o las medidas de impulso a la financiación alternativa, supondrán un espaldarazo para el colectivo. Además, servirán para contrarrestar el posible impacto de la subida del 8% del SMI (Salario Mínimo Interprofesional) así como la del 3% de las bases mínimas de los autónomos que en palabras de Amor “equivaldrá al pago de una cuota más”.

De “parche” califica la CEC las medidas pactadas por PP y Ciudadanos para impulsar el colectivo de autónomos. A este respecto la Confederación. que preside Manuel García – Izquierdo, ha trasladado al Gobierno una batería de medidas adicionales entre las que se encuentran: la elaboración de programas específicos “con dotación presupuestaria expresa” para autónomos y pymes comerciales destinados a incrementar su competitividad, el impulso de iniciativas que financien el crecimiento empresarial y proyectos de cooperación, la flexibilización de las exigencias administrativas o que se creen programas de formación para nuevos autónomos.