Su Santidad invita a crear una economía donde rija el humanismo y el cuidado de todos

El Papa Francisco habla con los jóvenes empresarios y con los autónomos españoles y les envía un mensaje

El Papa se reunió en audiencia privada con la Confederación Española de Jóvenes Empresarios (Ceaje) en donde también asistió Lorenzo Amor, el presidente de la mayor organización de autónomos de España.

El Papa Francisco junto a Fermín Albaladejo, presidente de Ceaje. Foto: Vaticano.
El Papa Francisco junto a Fermín Albaladejo, presidente de Ceaje. Foto: Vatican Media.
El Papa Francisco habla con los jóvenes empresarios y con los autónomos españoles y les envía un mensaje

Su Santidad, el Papa Francisco, recibió este lunes en la Ciudad del Vaticano al comité ejecutivo de la Confederación Española de Jóvenes Empresarios (Ceaje). El Pontífice invitó a los jóvenes autónomos y emprendedores a apostar por la espiritualidad y humanismo en estos tiempos de guerra, cambio climático e incertidumbre económica. El Papa también saludó públicamente a Ceaje y a la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos ATA al finalizar el tradicional Ángelus en la Plaza de San Pedro.

El presidente de Ceaje, Fermín Albaladejo, tuvo la oportunidad de compartir con el Papa los retos de la juventud emprendedora de España y la necesidad de que los jóvenes “aporten su granito de arena en los cambios que el mundo necesita”. "Crear empresa es sumar, es poner el corazón, el tiempo y el alma en un proyecto de ilusión. En un proyecto de futuro. Pero también es arriesgar, es sufrir y esforzarse en crear valor, ser ejemplo. En abrir caminos infinitos y con valentía, cultivar el don de lo extraordinario", afirmó Albaladejo.

El encuentro con su Santidad también contó con la presencia del presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi y la Confederación de Empresarios de Galicia.

El mensaje del Papa Francisco a los jóvenes emprendedores y a los autónomos

El Santo Padre comenzó su discurso frente al comité ejecutivo de Ceaje y el resto de representantes de autónomos y empresarios con humor: “son todos jóvenes por lo que veo”. A continuación, el Pontífice hizo un referencia a los duros momentos de "desequilibrios económicos y sociales" que están viviendo los pequeños negocios y las empresas. "El Concilio Vaticano II ya había afirmado que el lujo pulula junto a la miseria —estoy citando—", dijo el Papa. "Y mientras unos pocos disponen de un poder amplísimo de decisión, muchos carecen de toda iniciativa y de toda responsabilidad, viviendo con frecuencia en condiciones de vida y de trabajo indignas de la persona humana. En este contexto, es apremiante proponer una economía adecuada para contribuir a resolver las grandes problemáticas que vivimos a nivel mundial".

Después, el Santo Padre quiso compartir con los representantes de los jóvenes empresarios y los autónomos  "tres ideas que me parecen oportunas para su caminar como emprendedores. En primer lugar, está la profecía. ¿Cómo, Padre, qué dijo? ¿La profecía? ¿Qué tiene que ver con la empresa la profecía? Yo se las propongo. En la Biblia el profeta es aquel que habla en nombre de Dios, que transmite su mensaje, y a través del cual favorece un cambio en su entorno. Por ejemplo, Amós, el profeta de la “justicia”, denunciaba ya en el siglo VII a.C. el ansia de lujo y enriquecimiento de los poderosos en el pueblo de Israel, que beneficiaba sólo a un sector que podía, mientras la gran mayoría del pueblo estaba oprimido, hambriento, pasando necesidad. En un contexto tan complejo como el actual, caracterizado por la guerra y la crisis ambiental, a ustedes les toca realizar su servicio, digamos, como profetas que anuncien y edifiquen la casa común, respetando todas las formas de vida, interesándose por el bien de todos y fomentando la paz. Sin profecía, la economía, y en general toda la acción humana, está ciega. 

Sin profecía, la economía, y en general toda la acción humana, está ciega. Papa Francisco. 

El segundo aspecto al que se refirió el Papa Francisco se refiere al cuidado de la relación con Dios. "Primero la profecía, segundo, cuidado de la relación con Dios. Como la tierra, cuando es bien cultivada y cuidada, da abundantes frutos, así también nosotros, cuando cultivamos la salud espiritual, cuando tenemos una relación bien cuidada con el Señor, comenzamos a dar muchos frutos buenos. El profeta Amós recalca «busquen al Señor y vivirán, […] busquen el bien y no el mal, y así el Señor […] estará con ustedes». La heroicidad que el mundo necesita hoy por parte de ustedes, sólo puede ser sostenible si hay raíces fuertes. Preguntarse, ¿cómo están mis raíces? Lo cual no quiere decir volver atrás, no. Las raíces para poder crecer mejor. Que sea una armonía entre las raíces, el tronco, los frutos. La conversión económica será posible cuando vivamos una conversión del corazón; cuando seamos capaces de pensar más en los necesitados; cuando aprendamos a anteponer el bien común al bien individual; cuando entendamos que la carestía de amor y justicia en nuestras relaciones son consecuencia de un descuido de nuestra relación con el Creador, y esto repercute también en nuestra casa común. Entonces, y quizás sólo en ese momento, podremos dar marcha atrás a las acciones perjudiciales que están preparando un futuro triste para las nuevas generaciones. Recuerden que cultivar la relación con el Señor hace posible tener raíces fuertes que sostendrán los proyectos que se deseen emprender.

El tercer mensaje del Santo Padre tenía que ver con el trabajo y la pobreza. "De ello nos ha dado un importante testimonio san Francisco de Asís, que llevó adelante no sólo la restauración de la capilla de san Damián, sino que, sobre todo, contribuyó a restaurar la Iglesia de su tiempo. Concretamente, lo hizo con el amor que tuvo hacia los pobres y con su forma austera de vivir. Con los valores del trabajo y la pobreza, que implican la confianza completa en Dios y no en las cosas, se puede crear una economía que reconcilie entre sí todos los miembros de las diversas etapas de producción, sin que se desprecien mutuamente, sin que se creen mayores injusticias o se viva una fría indiferencia. Por otro lado, esto no quiere decir que se ame la miseria, la cual, por el contrario, tiene que ser combatida, y para ello ustedes tienen los buenos instrumentos, como la posibilidad de crear empleos, y contribuir así a dignificar a sus prójimos. Pues por medio del trabajo, el Señor «levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre» (Sal 113,7). De manera que aquí tenemos un remedio para combatir la enfermedad de la miseria: el trabajo y el amor a los pobres. Sean creativos en la planificación del trabajo, sean creativos y eso les va a dar mucha más fuerza.

Por último, el Papa Francisco animó a autónomos y empresarios "a seguir transformando con creatividad el rostro de la economía, para que esté más atenta a los principios éticos" y pidió que los negocios deben estar "al servicio del ser humano, no sólo de unos pocos sino de todos, especialmente de los pobres" Y añadió que el tejido productivo debe tomar "conciencia de que no está por encima de la naturaleza, sino que tiene que cuidar de ella, pues de esto dependen las generaciones futuras. Tu empresa debe tener, de alguna manera, un cuidado para no contaminar más la naturaleza, al contrario, ir abriendo caminos de sanación".

Los animo a seguir transformando con creatividad el rostro de la economía, para que esté más atenta a los principios éticos. Papa Francisco. 

El Santo Padre terminó su mensaje a los empresarios y autónomos españoles "encomendándolos a la protección de la Virgen Santísima y de san José. Ellos supieron cuidar de su familia y de su casa con corazón de padres. Que ellos intercedan por ustedes, para que el Señor les conceda también un amor maternal y paternal para cuidar de la familia humana, cuidar, y cuidar de la casa común. Esta es una virtud de la que no se habla mucho cuando se dan clases de economía —estén atentos—: una de tus principales funciones es cuidar, cuidar a los tuyos, cuidar a tu empresa, cuidar a tus empleados, cuidar la casa común, cuidar todo, ¿no? El buen economista, el buen empresario cuida. Que Dios los bendiga, que la Virgen los cuide. Y no se olviden de rezar por mí, que lo necesito".