La pensión media de los autónomos supera los 700 euros
Se revalorizan, sí, pero a menor ritmo. Si bien el pasado mes de julio se superaba la barrera de los 700 euros, la pensión media de jubilación de los autónomos registró su máximo histórico en el mes de diciembre, alcanzando los 703,44 euros. No obstante, y pese a la buena noticia, a los 1.269.968 pensionistas del colectivo el final de mes se les hace más cuesta arriba que a los trabajadores del régimen general. Concretamente 492 euros, resto hasta los 1.195 euros que perciben estos últimos.
Así se extrae del informe de Evolución mensual de las pensiones del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, donde se constata la revalorización lenta pero constante de las rentas de los trabajadores por cuenta propia que han colgado el uniforme. En los últimos ocho años la pensión media ha aumentado en 144,42 euros. Registrándose los mayores incrementos interanuales entre 2008 y 2009 -cuando se pasó de los 559 a los 585 euros (26 euros más)- así como en 2013, cuando el salto de 23 euros situó la media en 672 euros frente a los 649 del año anterior.
Si atendemos a la evolución de los últimos cuatro años se percibe una desaceleración en la tendencia incremental. Las pensiones de los autónomos jubilados apenas han aumentado una decena de euros cada anualidad.
Cotizan más
La diferencia entre la nómina de los trabajadores del Régimen General y la de los afiliados al RETA (Régimen General de Trabajadores Autónomos) tiene que ver con la falta de cotización del colectivo. Aún así, y teniendo en cuenta que el 84% de los autónomos del colectivo cotizan por la base mínima, cada vez son más quienes, con vistas a garantizar su futuro, optan por mejorar su contribución al sistema.
Esta realidad se deduce de un informe de ATA (Federación nacional de Trabajadores Autónomos) en el que se pone el énfasis en los casi 170 euros que incrementaron las bases medias de cotización de los autónomos, desde los 931 a los 1.100 euros. Esto supone un aumento del 18%, seis puntos más que la registrada en el Régimen General. El complemento a mínimos –partida que garantiza que el cobro de la pensión mínima establecida por Ley- viene a corroborar estos datos. Aunque todavía el 38% de los autónomos siguen percibiéndolo el gasto se rebajó más de un 2% en los nueve primeros meses del año.
Soluciones
Mejorar el estado de bienestar y garantizar un futuro mejor para el colectivo ocupará en los próximos meses más de una fecha en las agendas políticas. A mediados de diciembre arrancaba el debate sobre la reforma del RETA en el Congreso de los Diputados. Grupos parlamentarios y asociaciones están a partir un piñón sobre la tesis de qué se necesita para que los autónomos coticen más. El dilema está en el cómo.
Cotizar por los ingresos reales, como defienden algunas asociaciones, es para Lorenzo Amor, presidente de ATA, “una utopía” por la naturaleza cambiante del trabajo autónomo. Asimismo las comprobaciones de Hacienda llevan un decalaje de 24 meses. A ello se añade que los ingresos reales de los nuevos autónomos no se conocen hasta pasados 18 meses desde el alta. Además hay que contar con los 300.000 autónomos colaboradores, los 350.000 moduleros y el 1,2 millones de autónomos societarios, de los que sólo se puede constatar la facturación de su empresa y no de sus rendimientos.
En este sentido desde la Federación proponen, entre otras medidas la mejora del sistema de deducciones en el Impuesto de Sociedades, pasando a considerarse como gasto de la empresa tanto la cuota a la Seguridad Social, como la retención y la nómina. Otras de las propuestas para destopar las bases máximas de cotización a aquellos trabajadores por cuenta propia mayores de 47 complementarían lo anterior e incrementaría de forma progresiva las bases medias de cotización, un 10% en los próximos 10 años. Todo ello se complementa con la posibilidad de hacer compatible la pensión de jubilación con el desarrollo de una actividad por cuenta propia, fijar una cuota mínima para los trabajadores del Régimen General (médicos, abogados, profesores, periodistas, etc…) que ejercen de forma esporádica fuera de su horario laboral y que las bonificaciones se abonen a través de impuestos.
