El plan de pensiones de la Construcción supera los 100 millones de euros en aportaciones en seis meses
Después de la entrada en vigor, el pasado 1 de febrero, de la obligación de aportar al plan de pensiones para empleados sectorial para todos los negocios de la Construcción, éste ha alcanzado unos fondos de más de 100 millones de euros, correspondientes a más de 500.000 asalariados de 56.000 empresas.
El plan de pensiones de empleo simplificado de la Construcción ha superado los 100 millones de euros en aportaciones antes de sus primeros seis meses de vida. Así lo ha anunciado esta semana la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), principal promotora de este producto de ahorro para la jubilación para los empleados y autónomos del sector.
El elevado nivel de aportaciones se debe, principalmente, a que éstas son obligatorias desde el pasado 1 de febrero, cuando entró en vigor el nuevo Convenio de la Construcción, que prevé un desembolso mensual para todos los empleados. Además, los negocios tuvieron que ponerse al día con las aportaciones correspondientes a 2022 y 2023.
Según los datos aportados por CNC, más de 56.000 negocios han realizado las aportaciones correspondientes a más de medio millón de asalariados. Además, los autónomos del sector también pueden ahorrar a través de este plan de pensiones de empleo simplificado (PPES) sectorial, que gestiona VidaCaixa.
Los negocios deben aportar una media de 20 euros mensuales por trabajador
Los expertos consultados por este diario hace unos meses cifraron las aportaciones a las que están obligadas los negocios en unos 20 euros mensuales al mes por trabajador, que dependen de su categoría y grupo profesional.
Estas aportaciones, según los graduados, podrán ser rescatadas por los asalariados en caso de jubilación, defunción o incapacidad permanente; están bonificadas a efectos de cotización a la Seguridad Social “prácticamente en su totalidad”; y pueden deducirse en el Impuesto de Sociedades, con un límite del 10%.
Además, algunos negocios tuvieron que realizar retroactivamente las aportaciones de los asalariados que ya trabajaron en el negocio entre 2022 y 2023. Unas aportaciones por las que, además, tuvieron que abonar a Seguridad Social las cotizaciones correspondientes. Así, si aportaron, por ejemplo, 600 euros por empleado al plan de pensiones correspondiente a los pagos de 2022 y 2023, tuvieron que pagar también a la Seguridad Social alrededor de 216 euros adicionales.
Se trata de un incremento de costes, pero que, en palabras de la CNC, busca ““hacer el sector más atractivo para superar el problema de falta de mano de obra que afecta a la construcción en particular y a la economía en general.” Por ello, “es lógico que haya un incremento de costes dentro del papel llamado a jugar por las empresas del sector”, afirmaron.