Según los expertos

Los precios podrían aumentar hasta un 2,5% con la subida de impuestos

El plan presupuestario para 2019 que el Ejecutivo ha enviado a Bruselas recoge un incremento de más de dos décimas en los ingresos por los impuestos sobre la producción e importaciones. La traducción para la economía real será, según los expertos, un aumento de costes estructurales que autónomos y pequeño comercio tendrán que sacar de sus bolsillos.

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Los precios podrían aumentar hasta un 2,5% con la subida de impuestos

El Plan Presupuestario que el Gobierno remitió a Bruselas el pasado lunes recoge en sus páginas 16 y 17 que los ingresos por Impuestos sobre la Producción e Importaciones pasarán del 11,71% del PIB en 2018 al 11,94% del PIB en 2019. ¿Qué significa esto? El economista y profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), Javier Santacruz explica que “este epígrafe recoge sobre todo cosas como el impuesto al diésel y las subidas que se produzcan en otros impuestos indirectos. Eso tendrá impacto en la inflación”. Es decir, puede que la cesta de la compra se encarezca, más aún si tenemos en cuenta que el consumo de productos energéticos supone un tercio de la misma.

En concreto y según las estimaciones de Santacruz – que toma como base la subida de impuestos al consumo de 2012 que “sería equivalente la que se plantea”-, el aumento del IPC oscilará “entre el 0,6% de mínimo y el 2,5% de máxima”. Este último escenario se produciría si el Ejecutivo lleva hasta sus últimas consecuencias tres de las medidas anunciadas: “el impuesto al consumo de bienes digitales, la subida de más de cinco céntimos en el litro de diésel y otros impuestos medioambientales y especiales que repercutan sobre el recibo de la luz”.

A este respecto, Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas, se ha centrado en el gravamen de "38 euros por cada mil litros de combustible" (tal y como se recoge en el Plan Presupuestario), que afectará a más de 14 millones de usuarios, de ellos medio millón de autónomos. A su juicio “perjudica fundamentalmente a transportistas y personas con pocos recursos. Cuando se plantean este tipo de medidas hay que hacerlo de manera equilibrada, estudiando bien las derivadas no previstas y enviando señales para que los afectados pueda adaptarse de forma paulatina”.

No lo podrán repercutir

Según el Plan Presupuestario, la subida en la fiscalidad del diésel supondrá unos ingresos adicionales de 670 millones de euros para el Gobierno. La duda es si lo que se gana por un lado se perderá por otro.

“El gran problema que tienen los autónomos y las pymes es que no tienen margen de maniobra si quieren seguir siendo competitivos. A diferencia de las grandes empresas, no lo pueden repercutir en los precios finales, por lo que los costes estructurales acaban aumentando. En definitiva, lo restan de sus beneficios.”, ha detallado Celia Ferrero, vicepresidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos (ATA).   

La misma opinión es compartida por Luis Pacheco, presidente de la Confederación de Comercio Especializado de Madrid (COCEM), que ha afirmado “irá a nuestras espaldas y costillas”. También ha aludido a la feroz competencia que se da en el sector del comercio minorista y recuerda lo que ocurrió con la subida del IVA de 2012, “no creo que ningún comerciante suba el kilo de manzanas de 2,25 a 2,30 céntimos”.

Al todo ello se suman otros factores que acabarán quebrantando los márgenes de los autónomos. “Al contexto de aumento de precios en el que ya estamos, hay que sumar las intenciones del Banco Central Europeo de subir los tipos de interés”, ha apuntado Ferrero.

El descenso del poder adquisitivo y, por consiguiente, la contracción del consumo son otras dos de las advertencias que ha formulado Pacheco. “Se están juntando los ingredientes perfectos de un cóctel que acabará con que la gente vendrá menos a los establecimientos y el gasto será inferior”.  

Para los expertos el riesgo es una parálisis en la creación de empleo e incluso la destrucción del mismo. Especialmente en el colectivo de autónomos. “No será inmediato, pero desde luego que si no se toman medidas, no sólo no contrataremos a nadie más, sino que en cuatro o cinco meses habrá muchos negocios que se verán obligados a prescindir de alguno de sus empleados”, se lamenta Pacheco.

En este sentido, y con el objetivo de evitar una nueva recesión desde ATA proponen una batería de medidas que pasan, entre otras, por aplicar un tipo hiperreducido del 4% en el recibo de la luz, que todos los autónomos que necesiten el vehículo para ejercer su actividad profesional (agentes comerciales, conductores de VTC’s, pequeños transportistas…) queden eximidos de la subida del diésel, mantener el sistema de módulos, que los societarios puedan deducirse la cuota íntegra de la Seguridad Social en el Impuesto de Sociedades o eximir del pago del IVA durante 24 meses a los nuevos emprendedores cuya facturación no supere los 30.000 euros al año.