Trabas, financiación y retención de talento

Los principales problemas de las startups españolas

Las startups españolas están revolucionando a su paso todos los sectores en los que operan, resolviendo problemas y creando nuevas vías de negocio. Asimismo, los emprendedores que apuestan por crear una empresa semilla se encuentran con qué en el propio sector de las startups también tienen que lidiar con una serie de problemas, que son intrínsecos a la actividad, como: trabas burocráticas, falta de financiación específica y un problema de retención del talento que afecta a sus equipos humanos. Sin olvidar la amenaza de la directiva comunitaria sobre el copyright.

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Los principales problemas de las startups españolas

Ninguna actividad está exenta de problemas. Los autónomos en general se quejan del intrusismo, de la regulación, de la morosidad,... y cada sector, además de compartir esos problemas, pide leyes que comprendan sus especificidades, rapidez en los trámites y o una financiación ágil. Las startups no iban a ser menos por más que se hayan convertido en la niña bonita del mundo de la microempresa y todo el mundo se dedique a hablar de ellas y a apoyarlas. Las también conocidas empresas semillas o pequeñas empresas que desarrollan nuevas  tecnologías para aplicarlas sectores tradicionales y o nuevas actividades.tienen sus particulares dificultades.

Su pequeño tamaño y rapidez de crecimiento les permite desarrollar una tecnología e implementarla en el mercado para ver si el producto o servicio desarrollado es viable. No obstante, los emprendedores que apuestan por crear una pequeña empresa de base tecnológica se enfrentan a una a serie de problemas derivados por un lado de la actividad a la que se enfoquen y, por otro lado, de su propio sector. Según la Asociación Española de Startups (AES), los principales problemas que tienen actualmente las empresas semillas son:

  1. Burocracia: siguen existiendo en España una serie de trabas que impiden que los emprendedores arranquen su proyecto. “La burocracia supone un enorme freno para el nacimiento y desarrollo de startups” señala la AES.
  2. El problema de la financiación. A pesar de que en los últimos años España, y en especial los bancos españoles han abierto el grifo, “sigue existiendo una brecha importante. La inversión que se dedica en fase semilla es claramente insuficiente para echar a rodar muchos buenos proyectos”.
  3. Talento para construir equipos: para que la tecnología que desarrolla una startups siga adelante necesita tener un buen equipo. En este sentido la Asociación indica que “España tiene mucho que cambiar tanto para poder retener como para podrr importarlo de fuera .
  4. Maduración del proyecto: que el proyecto se consolide es el objetivo que afronta toda empresa semilla, para ello “es importante la experiencia que te da el haber puesto en marcha proyectos que después han fracasado. Ahí lo decisivo es poder contar con business angels que hayan sido emprendedores, dado que, además de financiación, pueden aportar a la startup un bien aún más valioso: su consejo como emprendedores” destacan desde la Asociación.

La creación del sector de las startups

Según los datos del estudio Startup Ecosystem Overview 2018, el año pasado había en España 3.258 startups, un 20% más que en el ejercicio anterior, y habían recaudado más de 779 millones de euros. Asimismo, el informe señala cuatro puntos de la geografía española, dónde se concentra su actividad: dos consolidados (Madrid y Barcelona) y dos emergentes (Valencia y País Vasco).

Pero el sector de las startups no siempre ha estado tan bien definido y organizado, según explicó la Asociación de Española de Startups (AES). “Hace pocos años se produjo un boom del emprendimiento que dio origen a muchos proyectos, entre ellos aceleradoras e incubadoras que impulsaron un modelo -de creación de startups- que a muchos no nos gustaba del todo porque primaba el marketing por encima de ofertar valor real a los proyectos incubados”. No obstante, el modelo de creación de startups fue cambiando y madurando “compartiendo casos de éxitos y de fracaso”, señaló AES

Finalmente, las startups se han hecho un hueco dentro del tejido empresarial español, gracias a que distintos emprendedores “juntaron sus fuerzas no sólo para plantear cambios normativos en nuestro país, sino para crear redes e interactuar”. De esta forma, ha logrado que España tenga “dos ecosistemas fuertes y reconocidos internacionalmente” en la creación de empresas semillas como son Madrid y Barcelona, aunque hay otro que aún son emergentes como Valencia, País Vasco y Asturias. El reto ahora señala la Asociación, es promoverlos en todos los territorios.

La Ley de Startups

La Asociación Española de Startups pide al nuevo Gobierno que “pase de los discursos a los hechos” y cree un verdadero y “ambicioso” plan que apoye el emprendimiento “para hacer de España una Nación Startup”. Para ello han planteado “a los cuatro grandes partidos que se elabore una Ley de Startups que tenga en cuenta la singularidad de estos proyectos de emprendimiento, que promueva medidas que mejoren la financiación de business angels, que elimine trabas burocráticas, que resuelvan los grandes problemas de retención y atracción de talento a través de una VISA startup y una mejora de la retribución a través de otorgar participaciones en las empresas.

En este sentido, AES es “moderadamente optimista pues, por primera vez, un emprendedor como Francisco Polo ha sido elegido Secretario de Estado de Agenda Digital”

En cuánto a la amenaza más inminente y que pone en peligro el modelo de negocio de muchas startups, la Asociación señala a la nueva directiva europea de copyright. Estamos muy preocupados por esta directiva. No nos parece un camino,, ni viable técnicamente ni deseable desde otros puntos de vista, el tratar de proteger derechos de autor aplicando un nuevo canon AEDE a nivel europeo, teniendo en cuenta la experiencia tan negativa que ha tenido en España y Alemania. Y mucho menos obligar a plataformas y empresas tecnológicas a aplicar filtros sobre los contenidos para usuarios”.  Asimismo, apuntan que de tener finalmente la directiva luz verde “las startups españolas y europeas van a vivir con mucha inseguridad jurídica; muchos de los proyectos que se están gestando en estos momentos se van a marchar a otros países o acabarán muriendo. Las startups pequeñas y medianas no pueden costear los filtros de contenidos como sí pueden hacerlo las grandes tecnológicas".