Vuelta al cole

El proyecto EME lleva el emprendimiento a las aulas

Una iniciativa que acerca alumnos de Educación primaria a la posibilidad de poner en marcha su propio negocio. Este es el objetivo de “Emprender en Mi Escuela”, un proyecto dirigido a niños de entre 10 y 12 años que acaban vendiendo sus productos en mercados de su localidad. Los beneficios se destinan a ONG’s y a actividades de interés para el alumnado. Hasta ahora se han beneficiado de este proyecto 2.605 centros españoles. 

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El proyecto EME lleva el emprendimiento a las aulas

La iniciativa “Emprender en mi Escuela” es un proyecto educativo que ofrece al alumnado de Educación Primaria la posibilidad de crear y gestionar una cooperativa durante el curso escolar. EME ha trasladado a 2.605 centros de toda España una metodología transversal en la que los profesores de diferentes asignaturas inculcan a sus alumnos los valores del emprendimiento desde edades muy tempranas. En septiembre, el alumnado de varios centros españoles volverá a la rutina escolar con un acercamiento a la realidad emprendedora.

Este proyecto nacido en Asturias hace 14 años para reactivar el emprendimiento en la comunidad se ha extendido a gran parte del territorio nacional y ha aplicado su metodología en 59 centros internacionales. La iniciativa forma a los profesores de Educación primaria para que apliquen en sus asignaturas los valores del emprendimiento. De esta forma, los alumnos se familiarizan con las aptitudes propias del ámbito emprendedor en cada una de sus asignaturas. La comunicación lingüística, las competencias matemáticas y tecnológicas o los conocimientos digitales se introducen de forma más eficiente mediante la motivación y el espíritu emprendedor.

La transversalidad y aprendizaje continuo son los valores añadidos de EME frente a otros proyectos similares. Mónica Barettino, directora del área de educación emprendedora de Valnalon – la empresa encargada del proyecto- explicó que los alumnos ponen en marcha los diferentes aspectos de su cooperativa en varias asignaturas. “Así, en Lengua crean el eslogan; en Artes Plásticas dan forma al logotipo; y en Matemáticas gestionan la contabilidad del negocio”. La clave está en la relación entre el centro educativo y los expertos de EME que trasladan sus conocimientos al profesorado para que los adapten a cada materia. El aprendizaje es activo y práctico hasta el punto de simular los trámites de creación del negocio y sus estatutos, y vender los productos fruto de la actividad de la cooperativa.

Creación de la cooperativa

Los niños de quinto y sexto de primaria ponen en marcha un negocio real en su centro escolar. Los profesores explican a los alumnos los diferentes tipos de sociedades mercantiles y les introducen en el cooperativisimo, en la igualdad en la toma de decisiones. Los alumnos aprenden los diferentes trámites para poner en marcha su negocio y se reparten las funciones dentro del negocio según sus aptitudes individuales. La directora del área de educación emprendedora de Valnalon comentó que existen tres puestos significativos en el negocio, presidente, secretario y tesorero, que en muchas ocasiones rotan o están ocupados por más de un alumno.

El proyecto finaliza con la venta de los productos en mercados o ferias de la localidad. Los alumnos participantes se ocupan de la comercialización y gestión de los beneficios, fruto del trabajo llevado a cabo durante el curso escolar. Los beneficios de la actividad se destinan, en mayor o menor medida, a ONG’s y actividades de interés común. Además, las cooperativas de cada centro tienen la oportunidad de comerciar entre sí, de tomar decisiones y realizar acciones que fomentan el intercambio de productos y experiencias entre los diferentes centros educativos.

Con el programa “Emprender en Mi Escuela”, los alumnos se convierten en protagonistas de un aprendizaje que va más allá de las habilidades empresariales. “Lo que buscamos es que una persona no se encuentre con 20 años sin saber innovar, observar y emprender. Fomentamos aptitudes que faciliten el futuro y la adaptación de los niños a su entorno”. En definitiva, el emprendimiento es el medio y el fin es el aprendizaje activo.