Las pymes y autónomos españoles no tienen miedo a Trump

Las exportaciones a Estados Unidos aumentaron un 18,1% durante el primer trimestre del año y ya son las cuartas con mayor peso.

Las pymes y autónomos españoles no tienen miedo a Trump

El populismo proteccionista de Trump no asusta ni a las pymes ni a los autónomos y emprendedores españoles. Estados Unidos ha sido, es y seguirá siendo un país de oportunidades para el tejido empresarial y así lo demuestran los datos de las exportaciones del primer trimestre del año. Entre enero y marzo, aumentaron un 18,1%, hasta situarse como las cuartas con mayor peso (0,8%) sobre los 69.741,5 millones de euros de volumen total exportado. Sólo por detrás de Italia (1,9%), Francia (1,8%) y Alemania (1,4%).

Este avance -motivado por las ventas petróleo y derivados, aparatos eléctricos y maquinaria de uso general- ha supuesto un espaldarazo a la situación de la balanza comercial. Si bien las importaciones crecieron, lo hicieron a un menor ritmo, un 11%. Algo que favoreció la reducción del déficit comercial en cerca de 21 millones de euros, hasta los 663,6 millones. En el ámbito de las inversiones, y según las cifras que maneja el Ministerio de Economía, a cierre del ejercio de 2016 éstas superaron los 2.315 millones de euros.

El informe refleja que, como ya adelantó a AyE el presidente de CESCE (Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación) y ex – secretario de Estado de comercio, Jaime García-Legaz, “con Trump o sin él Estados Unidos seguirá siendo importantísimo para España y los productos españoles se están posicionando muy bien”. De hecho se da la circunstancia de que las ventas de bienes y servicios españoles al mercado estadounidense fueron seis puntos superiores a las que se realizaron en Latinoamérica, cuyo ritmo de crecimiento fue de casi seis puntos inferior (12,8%).

Cada vez serán más las pymes tecnológicas que exporten a Estados Unidos

En este conglomerado de cifras, las pequeñas y medianas empresas españolas, así como los autónomos y los emprendedores han adquirido especial protagonismo. Aunque el informe no muestra el desglose por países, cabe destacar que el número de exportadores por volumen inferior a los 50.000 euros, se situó en los 51.690 en los tres primeros meses del año, lo que representa un incrementó del 2,6%, con respecto al mismo periodo de 2016. A ellas hay que sumar las 14.939 (+1,2%) que lo hicieron por importe de entre 50.000 y medio millón de euros.

A este respecto Alfredo Bonet, director de Internacional de Cámara de España, en declaraciones a AyE, se muestra convencido de que “el porcentaje de pymes que exportan a EEUU va a ir creciendo progresivamente, especialmente en el sector de las tecnológicas”. Y puntualiza que “es un mercado vital que ha de estar siempre en el radar tanto de las pymes como de cualquier empresa”.

Así las cosas, lo que se pone de manifiesto en el informe trimestral es, en definitiva, que las empresas españolas -sean del tamaño que sean- no se creen la tentativa protecccionista de Donald Trump y tienen muy presente que, como afirmó García-Legaz “ningún país puede iniciar una guerra comercial por su cuenta”. Asimismo, y aunque se empiece a virar hacia una cultura de negocios “más pragmática y menos altruista, por meras razones de rentabilidad no se puede prescindir del desarrollo del comercio como motor de modernización, de crecimiento económico y de creación de empleo”, explican desde CESCE.

Mercado de oportunidades

El éxito del país de las barras y estrellas entre las empresas y emprendedores españoles radica en la potencia de su economía. “El negocio atrae al negocio y por muchas amenazas que se produzcan la apertura comercial es difícil de parar”, apunta Salvador Marín, presidente de Cofides (Compañía Española de Financiación del Desarrollo).

La mayor economía del mundo acapara la cuarta parte de la producción mundial, algo difícil de obviar para cualquier empresario que se precie y que se refleja en las cifras de la Compañía, que ha financiado 33 proyectos, de los cuales 13 de ellos pertenecen a pymes.

Para Almudena Semur, coordinadora del servicio de Estudios del IEE (Institutos de Estudios Económicos) “el mercado de Estados Unidos ofrece llegar a nuevos consumidores”, en concreto más de 326 millones, lo que implica “mayores niveles de producción y, consecuentemente, un incremento del PIB y del bienestar de la sociedad española”.

La clave está en competir en nichos de alto valor tecnológico

Aunque por sectores, infraestructuras, banca, energía, medio ambiente, agroalimentario, industria química y farmacéutica y automoción, son aquellos en los que más pujanza tienen las empresas y pymes españolas, Alfredo Bonet afirma que “se puede vender casi de todo”. No obstante, dadas las características del mercado estadounidense, insiste en que España ha de ser competitiva “en nichos de alto valor añadido. No podemos competir con China”.

Por otra parte, cabe destacar que el interés mutuo por parte de las empresas y el mercado estadounidense por el ‘made in Spain’. Algo que se puso de manifiesto durante el las Jornadas Destino EEUU: un país de oportunidades organizadas por Cofides, donde el mensaje fue claro: “Queremos que las empresas españolas vengan a invertir”, detalla Marín.

Rescatar el TTIP

Los 3.054,8 millones de euros de volumen exportado a Estados Unidos, llaman también la atención por ser superior al de todos los países con los que la Unión Europea cuenta con acuerdos de libre comercio. Por ejemplo, a Turquía, el país con mayor volumen, se exportó por 1.281,7 millones de euros. Es por ello por lo que ni la UE, ni las empresas, ni los principales agentes de la internacionalización descartan renegociar el TTIP (Tratado de Libre Comercio UE-EEUU).

Según un informe del IEE, de firmarse el tratado se generarían más de 83.500 empleos anualmente y las exportaciones crecerían un 1,60% adicional. Minería, alimentación, textil, seguros y otras manufacturas serían los sectores más favorecidos.