Estas son las sanciones a las que se exponen los negocios

¿Qué sectores deberán adaptar este verano sus horarios de trabajo a las subidas de temperatura?

Los negocios que desarrollen su actividad al aire libre deberán tomar medidas, como modificar los horarios de trabajo, cuando se emita una alerta naranja o roja por altas temperaturas este verano. No hacerlo podría conllevar sanciones.
Miles de negocios tendrán que adaptar sus protocolos de riesgos laborales para los días de altas temperaturas.
Miles de negocios tendrán que adaptar sus protocolos de riesgos laborales para los días de altas temperaturas.
¿Qué sectores deberán adaptar este verano sus horarios de trabajo a las subidas de temperatura?

Desde el pasado 13 de mayo, miles de autónomos y negocios están obligados a modificar su protocolo de prevención de riesgos laborales para tomar medidas cuando existan episodios de alerta por altas temperaturas. Se trata de una cuestión que está creando confusión entre los trabajadores por cuenta propia, y que podría suponer, incluso, la modificación de los horarios de trabajo de sus asalariados durante estos momentos.

Los expertos consultados por este medio reconocieron sus dudas con respecto a las nuevas medidas, y valoraron que “su aplicación va a ser complicadísima en algunos casos.” Sin embargo, no hacerlo podría conllevar sanciones por parte de la Inspección de Trabajo o un recargo en las prestaciones por incapacidad de los asalariados que se den de baja por sufrir un golpe de calor.

Aunque las medidas incluyen a todos los negocios que desarrollen actividades al aire libre, la publicación del Boletín Oficial del Estado (BOE) no especifica qué sectores estarán sujetos a las medidas. De manera previsible, tal y como destacaron los expertos, los más afectados serán la construcción, las industrias de extracción o la agricultura, ganadería y actividades forestales. Pero ello no quita para que sectores como la Hostelería que trabaja en terrazas al aire libre o el comercio en las ferias que se celebran en verano no puedan verse afectados.  

Dependiendo de la comunidad autónoma, los límites establecidos para que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) lance un aviso naranja o rojo por altas temperaturas es diferente, aunque en todos los casos se sitúan entre los 37 y los 40 grados en el primer caso y entre los 40 y los 44 en el segundo. A partir de estos umbrales, miles de negocios tendrían que paralizar su actividad o cambiar los horarios de trabajo para cumplir con la nueva legislación.

Las medidas para episodios de altas temperaturas afectan especialmente a la construcción o la agricultura

Tal y como explicó a este diario Jaume Barcons, abogado laboralista de la gestoría Barcons, las nuevas medidas de prevención afectan a los “trabajos al aire libre que, cuando se den episodios de altas temperaturas por una ola de calor y así lo determinen las autoridades estatales o autonómicas, se tendrán que variar los horarios o establecer cómo se presta el servicio.”

En su opinión, la aplicación de estas medidas “va a ser complicadísima en algunos casos”, sobre todo en los de los autónomos con pocos asalariados o determinados sectores. Se trata de una cuestión incierta para los trabajadores por cuenta propia, quienes no saben, por ejemplo, “cómo se podrán modificar los horarios o si se va a poder cerrar la empresa. En algunos casos, no será viable”, explicó Jaume Barcons

En este sentido, los sectores más afectados serán aquellos en los que el trabajo durante el verano se realiza al aire libre, incluso durante los días en los que se active un protocolo de altas temperaturas. Por ejemplo, “los medios de transporte, las obras de construcción temporales o móviles, las industrias de extracción, los buques de pesca o los trabajos agrícolas y forestales”, enumeró el abogado laboralista.

  • Los hosteleros creen que las medidas no les afectarán de forma grave

También podría incluirse entre los sectores más afectados a la hostelería. Sin embargo, desde la Confederación de Empresarios de Hostelería de España (CEHE), explicaron a este medio que su colectivo no está demasiado preocupado por la entrada en vigor de las medidas. “Si hay unas temperaturas de alerta naranja o roja, no es que los camareros no estén en las terrazas, es que seguramente no haya nadie que quiera estar en las terrazas porque no es una temperatura para disfrutar”, explicaron.

Además, “desde un punto de vista práctico, en estos casos el trabajo se realizará en interiores. Y, en caso de que sea en exteriores, si se leen las condiciones del real decreto, los camareros no están constantemente al aire libre, sino que entran en los locales, tienen acceso a otras comodidades para aplacar el calor...”, concluyeron a este medio fuentes de CEHE. 

¿Qué medidas deberán tomar los negocios ante un episodio de altas temperaturas y a qué sanciones se enfrentan?

Tal y como se recogió en el Boletín Oficial del Estado (BOE), las medidas se incluyen como disposición adicional dentro del real decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo. A partir de ahora, se suma un apartado denominado “Condiciones ambientales en el trabajo al aire libre”, que consta de tres puntos principales:

  • “Cuando se desarrollen trabajos al aire libre y en los lugares de trabajo que, por la actividad desarrollada, no puedan quedar cerrados, deberán tomarse medidas adecuadas para la protección de las personas trabajadoras frente a cualquier riesgo relacionado con fenómenos meteorológicos adversos, incluyendo temperaturas extremas.”
  • Las medidas a las que se refiere el apartado anterior derivarán de la evaluación de riesgos laborales. Éstas “incluirán la prohibición de desarrollar determinadas tareas durante las horas del día en las que concurran fenómenos meteorológicos adversos, en aquellos casos en que no pueda garantizarse de otro modo la debida protección.”
  • En casos de alerta naranja o roja emitida por la AEMET o el órgano autonómico correspondiente, “resultará obligatoria la adaptación de las condiciones de trabajo, incluida la reducción o modificación de las horas de desarrollo de la jornada prevista.”

Es decir, a partir de este mismo verano, miles de negocios podrían verse obligados a modificar los horarios de los trabajadores o, incluso, cancelar la jornada laboral, cuando las autoridades competentes emitan una alerta naranja o roja. Dependiendo de la comunidad autónoma, podría producirse a partir de los 37 grados.

Con respecto a las sanciones, Jaume Barcons explicó a este medio que, al tratarse de “un añadido a las conductas típicas en materia de prevención de riesgos”, éstas son las establecidas en la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS), que pueden acarrear desde multas hasta un recargo en las prestaciones por incapacidad para los negocios si sus asalariados sufren una baja derivada de un golpe de calor.