Casi la mitad creen que su negocio empeorará

El sector del ocio nocturno prevé este año una caída de hasta el 20% en sus ingresos

Cerca de un 50% de los autónomos y empresarios de la tarde y la noche vaticina que las ventas podrían caer más de un 20% por la inestabilidad política en España y por la salida de Reino Unido de la Unión Europea, principal país emisor de turistas. Un 26% prevé despedir empleados este año.

El sector del ocio nocturno prevé este año una caída de hasta el 20% en sus ingresos

El “tardeo” que se puso de moda en Albacete y Murcia -y que el anglicismo ha generalizado como 'afterwork'- no es ajeno a lo que ocurre entre los bastidores y escenarios de la política española y británica. Como tampoco lo son los autónomos y empresarios de las discotecas y bares de copas que protagonizan las noches de cualquier rincón de España.

Un 46% del sector del ocio nocturno opina que su actividad económica podría caer hasta un 20% este año 2019 con respecto al año anterior. En líneas generales (teniendo en cuenta el 23% de los que creen que las ventas se mantendrán igual y el 31% que considera que mejorarán) el ejercicio cerrará con un negativo del -3,1%, según el primer estudio Perspectivas Empresariales del Sector Recreativo 2019, elaborado por Fasyde (Federación de Asociaciones de Ocio Nocturno de España). La situación se agria aún más si tenemos en cuenta el 26,35% de propietarios de locales que afirman que tendrán que prescindir de empleados.

Dos son las principales razones que se encuentran detrás de estas preocupantes cifras para un sector que emplea a más de 200.000 personas de forma directa e indirecta en España y cuya facturación, de unos 20.000 millones de euros anuales, representa un 1,8% del PIB (Producto Interior Bruto). La primera la falta de un Gobierno estable en España. “Necesitamos estabilidad. Como cualquier otro sector empresarial la situación actual está paralizando las inversiones. Si el país funciona nosotros funcionamos”, afirmó Ramón Mas, presidente de Fasyde y representante del gremio de discotequeros de Barcelona y provincia  a Autónomos y Emprendedores. La segunda, la posible salida de Reino Unido de la Unión Europea prevista para el próximo 31 de octubre. “El turismo británico es uno de los gruesos de nuestro negocio. El sector está muy pendiente de si se produce o no el Brexit para tomar decisiones”, asegura Mas.

Esta tesitura tiene como telón de fondo la salida de la crisis de los consumidores de ocio nocturno, que para un 42,57% de los empresarios supone su primera preocupación. La realidad es que, a día de hoy, tomarse una copa cuesta lo mismo que cuando la economía entró en declive en 2008. “Los precios llevan estancados desde entonces, lo que ha hecho que nuestros márgenes se hayan reducido mucho”, explica el presidente de Fasyde que, además, es propietario de la discoteca Wolf de Barcelona y ha vivido en primera persona la evolución del sector. Circunstancia que achaca principalmente al consumo interior “el poder adquisitivo del cliente nacional es inferior al de hace una década y, pese a que sale y quiere gastar, lo hace de manera acorde a sus posibilidades económicas”.

Aunque los resultados del estudio son “conservadores”, analizados en su conjunto, Fasyde los valora “positivamente”. Ya que la recesión no afectó al sector hasta el segundo semestre de 2011 y se alargó hasta dos años después de sus estertores, “venimos de una muy potente crisis económica que empezamos a remontar entre 2015 y 2016”.

El salvavidas del turismo

La mejoría a la que hace referencia Mas se debe principalmente al turismo. “Somos una pata imprescindible para del sector turístico”. Si atendemos al último informe de Ostelea, 'Ocio nocturno a nivel global: un fenómeno de dinamización económica', publicado en abril de este año, el 23% de los turistas internacionales vienen atraídos por las oferta de la hostelería de tarde y noche. Es más, del 11% de peso que el turismo tiene en el PIB, un 3% se puede atribuir al sector del ocio nocturno.

De hecho, el estudio de Fasyde revela que el 30,9% del público que acude a los locales son turistas. De ellos, el 20,1% son extranjeros y el 10,8% nacionales. El resto son consumidores autóctonos. Bajo este prisma y teniendo en cuenta las amenazas coyunturales, los autónomos y empresarios del sector “tienen que evolucionar” si quieren ser competitivos, insiste Mas.

El ocio nocturno no es ajeno a los cambios que se avecinan y que, incluso, ya están produciendo en los usos y costumbres de los consumidores tanto españoles como internacionales. “Creamos tendencia pero también vivimos de las tendencias”, explica. Una afirmación que trae consigo el corolario de “diseñar y desarrollar nuevas ideas, innovar y ofrecer sensaciones al público. La puerta fría ya no existe y las redes sociales e internet han facilitado que los clientes comparen y sean mucho más selectivos a la hora de acudir a un local. Por tanto, invirtamos en contenido”.

En opinión de Mas, será precisamente de esto de lo que dependerá la supervivencia o no de los negocios, “independientemente de su tamaño. Primará la profesionalidad y la calidad de la oferta”. En este punto cabe destacar que ocho de cada diez los locales de ocio nocturno (el 77,6%) tiene una plantilla de 8,3 trabajadores de media y que siete de cada diez (72,7%) factura menos de 270.000 euros. Es decir, son pequeños negocios.

Depender de la consejería de turismo y empresa

Entre las demandas urgentes del sector está el cambio de catalogación. El ocio nocturno es competencia de las comunidades autónomas y, en sus orígenes pasó a depender de las consejerías de Interior por ser considerado una actividad de riesgo e insalubre. Ahora el sector pide depender de las consejerías de Turismo y Empresa de los gobiernos regionales “no nos gusta que se nos considere simples vendedores de alcohol. Somos empresas, la mayoría turísticas y promotoras y potenciadoras de la cultura”, afirma el presidente de Fasyde.

En materia de política fiscal y empleo, los autónomos y empresas del ocio nocturno piden al futuro Gobierno que no incremente la presión, ya que “sería un desastre. En España el empleo lo crean las pymes, sufriendo mucho y arriesgando nuestro patrimonio. Subir las cotizaciones y los impuestos al consumo y/o a las empresas supondría la ruina para muchos de nosotros”.

Asimismo, el sector pide reformar la Ley de Espectáculos y la firma del convenio con la Sociedad General de Autores y Editores. Cuestión esta que se prevé cerrar entre los meses de septiembre y diciembre.