Reconocen que están acumulando stock

¿Son ciertos los rumores sobre un posible desabastecimiento en Navidad? Los actores del gran consumo responden

Las empresas del gran consumo alertan de una tensión en el abastecimiento de materias primas, que estarían notando también los pequeños negocios. Para hacer frente a esta situación, reconocen estar acumulando stock para afrontar la campaña de Navidad sin problemas.

¿Son ciertos los rumores sobre un posible desabastecimiento en Navidad? Los actores del gran consumo responden

Este año, la campaña de Black Friday y de Navidad para los pequeños negocios será aún más compleja que en ejercicios anteriores. A los problemas de competitividad a los que habitualmente se enfrentan los autónomos, que no pueden ajustar tanto el precio como las grandes empresas en periodos de rebajas o de Black Friday, se le une el temor a no contar con los productos suficientes a precios competitivos. Si bien los grandes actores del consumo señalan que aún no hay un problema de abastecimiento, reconocen que están empezando a tomar medidas para no tener problemas de falta de productos en los próximos meses.

El presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas, Antonio Pedraza, explicó que en estos momentos se está produciendo un “peligroso” cuello de botella en muchas fábricas e industrias españolas por la falta de llegada de materiales. “Se ha producido un despertar demasiado rápido de la demanda, de un mes a otro se ha producido un salto eufórico motivado por todo el ahorro embalsado por las familias durante la emergencia sanitaria. Sin embargo, en ese pico de demanda, la oferta había bajado el nivel de producción de las fábricas y estaban todavía trabajando bajo condiciones de pandemia. No ha habido una capacidad respuesta y se están creando cuellos de botellas. Hay fábricas industriales y tecnológicas que no están funcionando porque no vienen los chips” sentenció Pedraza.

En este contexto del cuello de botella entra en juego la crisis de los contenedores de China, que está impidiendo la llegada de mercancía a los puertos. Ha sido EEUU el país que más claramente ha experimentado problemas de desabastecimiento por un estrangulamiento en las cadenas de suministros. “Toda la mercancía se mueve a través de estos contenedores. El problema ya no es que éstos se hayan encarecido, es que también hay falta” dijo Pedraza.

No hay desabastecimiento pero sí tensión

Sería, precisamente, la crisis de transporte marítimo y los cuellos de botella los factores que estarían generando “tensiones” en la llegada de productos a las tiendas españoles. Al menos esa fue la sensación que transmitieron las empresas de consumo que participaron en el 36º Congreso de Gran Consumo, organizado por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC).

Durante su intervención, los responsables del área comercial de diferentes empresas calmaron los rumores de desabastecimiento, aclarando que simplemente se habían producido “tensiones” en la llegada de algunos productos. De hecho, el director de ventas de Samsung B2C, Daniel Molero, habló de que había “cierta incertidumbre por la llegada de los componentes”.

Mensaje que también corroboró el director de mercados de Leroy Merlín, Eduardo Nussio, que señaló que una de las características que tendrá este año la campaña de ventas de invierno será el “cierto nivel de incertidumbre que hay con respecto a la llegada de materias primas”.

La estrategia de las grandes empresas es acumular stock

Aunque, por un a lado, a las empresas de la gran distribución no les está preocupando en exceso las tensiones por la falta de productos. Por el otro lado, sí que están tomando medidas y precauciones de cara a tenerlo todo controlado para la campaña de Black Friday o Navidad. ¿Su estrategia? Están comenzando a planificar los pedidos con mayor antelación y a acumular stock.

El director de compras de Mediamarkt, Samuel González, aseguró están “relativamente satisfechos en cuanto a la cantidad de productos que vamos a poder poner a disposición de los clientes. Pero evidentemente no somos ajenos a algunas tensiones que pueden generar los ajustado plazos de tiempo de algunos artículos”. Pero ello, no había generado ningún problema de abastecimiento: “no vemos un problema de abastecimiento. Evidentemente vemos alguna tensión o algún ajuste de entrega cuando pedimos siete modelos de un producto y nos llegan seis” incidió.

No obstante, y a pesar de la tranquilidad que transmitió, su entidad había tomado la decisión de planificar mejor la llegada del stock para adelantarse a cualquier imprevisto que pueda ocurrir. En este sentido comentó que si antes Mediamarkt para anticipar las compras de Black Friday y Navidad hacía los pedido con ocho o diez semanas de antelación, lo que están haciendo este año es pedirlo con 20 o 25 semanas.

Los transportistas por cuenta propia confirman la falta algunas mercancías

La crisis del transporte marítimo y de los cuellos de botella es algo que conocen muy bien los autónomos que se encargan luego de distribuir esas mercancías por carretera. El presidente de la Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías (Fetransa), Víctor González, confirmó que sí están viendo la falta de llegada de ciertos productos a España, especialmente de algunas materias primas como los chips, el hierro o el acero.

Según dijo Víctor, “lo que ahora estamos viendo es la punta del iceberg, para el problema que vamos a tener en unos meses. La falta de algunas materias primas perjudica a muchas empresas y fábricas que no pueden trabajar para elaborar sus productos”. Y nombró especialmente a los fabricantes de camiones, que no pueden sacar a la venta nuevos vehículos por la falta de chips. “Ahora mismo hay un plazo de un año para comprar un camión” dijo González.

González, aparte de de ser presidente de Fetransa, también se dedica al transporte portuario y explicó cómo toda la problemática del transporte marítimo se está trasladando al transporte por carretera. “Uno de los problemas que vemos, es que hay una falta importante de contenedores vacíos. Porque prácticamente, la mayoría de ellos están parados en China y en la costa este de Estados Unidos”.

Se trata de un problema que hace que falten contenedores vacíos en todo el mundo y que particularmente está perjudicando a la exportación española, que se se esté viendo muy condicionada. Ya que su coste se ha multiplicado, y si antes el precio de los contenedores rondaba los 2.000 o 3.000 euros traer un contenedor, ahora cuesta entre 9.000 y 11.000 euros.

  • El problema de las navieras

En este contexto, las navieras que son las empresas encargas de gestionar la llegada de los barcos a los puertos y de organizar el reparto, están tomando una serie de decisiones que estaría afectando a los transportistas autónomos. Según el presidente de Fetransa, Víctor González, "éstas actúan casi como un oligopolio. Y los cuatro grandes grupos han actuado de la misma forma, retirando barcos de la circulación tras la pandemia. Al haber menos espacio de carga, pues lógicamente el precio del transporte se encarece y los pedidos llegan más tarde, porque hay menos barcos haciendo la ruta". 

El problema de tener menos barcos en circulación es que hay menos trabajo para los transportistas de mercancía por tierra. Ya que son las navieras las que también controlan el transporte que se hace por tierra y han decidido no cederlo. El transporte marítimo, que controlan las navieras, genera dos tipos de transporte de mercancía por tierra y que, según González, son los siguientes:

  • El transporte cedido: es aquel que la naviera lo deja en manos de un transitario. Se trata de un empresa que contrata el contenedor, el buque y también contrata a los profesionales que harán el reparto por carretera de la mercancía. Muchos de ellos son autónomos. 
  • El transporte no cedido: es aquel transporte que la naviera hace con sus propios medios. Es decir, es controlado por la naviera y tiene una flota específica que bien puede ser camiones propios o unos transportistas que trabaje en exclusiva para ella.

"Las navieras han decido que todos los barcos de importación, es decir los contenedores llenos que llegan a los puertos españoles, no van a lo van a ceder. Es decir, no va a intervenir a un transitario. Lo que deja parado a los transportistas autónomos que trabajan para estas empresas" comentó González. Que añadió que esto también era un problema para los negocios que trabajan para las navieras ya que tienen temporadas muy intensas de trabajo, lo que genera estrés y nervios en los conductores, debido al colapso que produce en los puertos.