Tres de las nuevas prestaciones serían extraordinarias

Estas son las cuatro modalidades de cese de actividad que propone el Gobierno para los autónomos

El Gobierno planteó este lunes a las organizaciones de autónomos la puesta en marcha de cuatro modalidades de cese de actividad para el colectivo. Tres serían similares a las ayudas que hubo durante la pandemia.
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Estas son las cuatro modalidades de cese de actividad que propone el Gobierno para los autónomos

El Gobierno propuso este lunes en la mesa de negociación para la reforma del sistema de cotización de los autónomos un esquema de protección que incluye cuatro modalidades de cese de actividad a las que podrían recurrir los trabajadores por cuenta propia de forma permanente, es decir, sin necesidad de más prórrogas. La propuesta consistiría en la puesta en marcha de tres prestaciones extraordinarias, en algunos casos similares a las ayudas que ha habido por la pandemia, y una reforma para hacer más accesible el cese ordinario, conocido como 'paro de los autónomos'. 

El planteamiento se abordó por primera vez en la reunión que mantuvieron las organizaciones representativas del colectivo con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para la implantación de la cotización por ingresos reales que quiere poner en marcha el Gobierno. Al parecer, el encuentro se saldó, una vez más, con las posturas muy alejadas en este último punto, aunque "sin muchas divergencias en el ámbito prestacional”, apuntó Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).

De momento sólo se habrían abordado los supuestos que cubriría este nuevo marco de protección y la idea sería poner en marcha cuatro modalidades de cese de actividad: "tres de ellas extraordinarias, parecidas a las de la pandemia y relacionadas con mecanismos de urgencia, crisis cíclicas o sectoriales. Otra consistiría en reformular el paro de los autónomos para hacerlo más accesible a todos los trabajadores por cuenta propia que se vean obligados a cerrar su negocio", según avanzaron a este diario fuentes cercanas a la negociación.

Así serían las cuatro modalidades de cese de actividad que plantea el Gobierno para los autónomos

De este modo, la propuesta -con la que en principio estarían de acuerdo las organizaciones representativas de los autónomos- consistiría en articular de manera estructural el cese de actividad extraordinario como se ha hecho con los ERTEs del sistema RED  para que pueda cubrir a los autónomos ante momentos de crisis e inesperados. "Habría una modalidad cíclica, otra modalidad sectorializada y una tercera para casos de fuerza mayor y catástrofes como fue el caso de La Palma", apuntaron las mismas fuentes.

La cuarta de las modalidades que pretende articular el Gobierno sería el mismo paro de los autónomos, que existe desde hace más de una década, aunque con algunos cambios para hacerlo más accesible. Cabe recordar que, según los últimos datos de Seguridad Social, el 40% de las solicitudes de la prestación por cese de actividad ordinaria presentadas durante el primer trimestre de 2019 fueron denegadas. Además, entre 2014 y 2017 apenas se presentaron un total de 20.000 solicitudes. Según las fuentes consultadas por este diario, la clave en esta reforma del cese ordinario está en "cómo demostrar la involuntariedad del cierre del negocio, que es el requisito fundamental para poder acceder al paro". 

Precisamente esta involuntariedad ha sido la que ha provocado durante una década que la mayoría de autónomos no puedan acceder al cese de actividad ordinario, ya que la dificultad de demostrar que el cierre no ha sido voluntario se ha tenido que medir con requisitos demasiado objetivos - a veces leoninos- como que se encadenen pérdidas durante años, o estar inmerso en un concurso de acreedores.

Las dos nuevas prestaciones extraordinarias: por causas cíclicas y sectoriales

Si bien la propuesta trasladada por el Gobierno a los agentes sociales para el nuevo marco prestacional está todavía en las primeras fases, sí se sabe que la intención es hacer con el cese de actividad algo similar a lo que se hizo con los ERTEs y el Mecanismo Red.

Así pues quedarían dos prestaciones extraordinarias para los autónomos de forma permanente y que tendrían que ser activadas previsiblemente por Consejo de Ministros cuando se den algunas de las dos circunstancias que se detallan a continuación: 

  • Crisis cíclica:  Se trata de una prestación que se activaría por el Consejo de Ministros para todos los autónomos de cualquier sector que demuestren determinadas pérdidas, como ocurrió durante la pandemia. En este caso, se pondría en marcha cuando se apreciara una coyuntura macroeconómica general, como la crisis del coronavirus, y con la finalidad de evitar el cierre de los negocios. Los autónomos podrían seguir con su negocio abierto y percibiendo esta prestación durante prórrogas de un determinado número de meses.   

  • Crisis sectorial: Se podrá activar también por Consejo de Ministros cuando algún sector o sectores de actividad estén atravesando problemas. Sería el caso, por ejemplo, de las agencias de viaje tras la crisis del coronavirus o del transporte y los agricultores a raíz de la crisis actual por el aumento de costes.  En este caso, los autónomos, previsiblemente, también podrían permanecer abiertos y deberían justificar una determinada caída de ingresos.

Todavía no se ha detallado cuánto se percibiría con estas prestaciones pero, teniendo en cuenta las experiencias anteriores, es posible que la cuantía fuera de entre un 50% y un 70% de la base de cotización de los trabajadores por cuenta propia. 

 Una tercera prestación extraordinaria para causas de fuerza mayor 

La tercera de las prestaciones extraordinarias que planteó el Gobierno a los agentes sociales este lunes sería la misma que ha habido hasta el momento para catástrofes como la que ocurrió con el volcán de La Palma.. A día de hoy, hay más de 1.000 autónomos beneficiándose de este cese de actividad. La idea del Ejecutivo sería hacer esta prestación extraordinaria aunque, en este caso, podría no ser compatible con el desarrollo de la actividad.

Lógicamente, esta prestación estaría dirigida a proteger a los autónomos afectados por situaciones extremas, "de urgencia o catastróficas", como una riada que obligue a la paralización de un cultivo, o la erupción del volcán que hizo cerrar a cientos de autónomos de las zonas colindantes por la destrucción de su negocio o por la imposibilidad de abrirlo.

Al igual que con las prestaciones extraordinarias por causas cíclicas o sectoriales, en este nuevo modelo no se ha precisado qué cuantía correspondería. No obstante, a día de hoy, los autónomos de La Palma que están percibiendo el cese de actividad por estas causas cobran un 70% de su base de cotización.

Un paro más accesible por motivos económicos

Por último estaría la reforma del esquema de cese de actividad ordinario, es decir, el paro de los autónomos, que desde hace once años está disponible para los trabajadores por cuenta propia pero al que aún es muy difícil de acceder.  Al parecer,  donde estaría la clave sería en cómo hacerlo más accesible y, a la vez, "demostrar la involuntariedad del cierre del negocio", explicaron fuentes cercanas a la negociación.

Al tratarse de un 'paro', como podría ser el de los asalariados, la involuntariedad es, junto al cierre del negocio, la base de la prestación. El problema está en que lo involuntario e inevitable en el cierre de una actividad es una cuestión difícil de medir. Hasta ahora, para hacer objetivas estas cuestiones, se ha exigido que los autónomos cumplieran condiciones tan complicadas como llevar varios años encadenando pérdidas o estar inmersos en  un concurso de acreedores o en ejecuciones judiciales. Es decir, que no basta con cerrar el negocio para cobrar este paro.

Estos requisitos han provocado que en tres años (entre 2014 y 2017) apenas un 0,5% de los autónomos - unos 20.000- solicitaran la prestación y en 2019 -últimos datos antes de la pandemia-, casi la mitad de las peticiones fueran rechazadas. 

En este caso, todavía habrá que ver cuál es la idea del Gobierno para que los autónomos puedan acceder al paro en las mismas condiciones que los asalariados cuando cierren el negocio.