Pide el control inmediato de las VTC

El taxi de Madrid convoca una huelga indefinida a partir de las 6,00 h. del 21 de enero

Los taxistas madrileños han decidido mediante una votación convocar una huelga indefinida a partir de las 6,00 horas de la mañana del lunes 21 de enero en protesta por lo que consideran “inacción” de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de la capital en la regulación de las licencias de VTC, las utilizadas por Uber y Cabify. El Gobierno madrileño ya ha anunciado que hará "una reforma exprés". 

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El taxi de Madrid convoca una huelga indefinida a partir de las 6,00 h. del 21 de enero

Se reanuda el conflicto en el sector del taxi. A lo largo de los pasados días 15 y 16 de enero, los taxistas madrileños fueron convocados a las urnas por las principales asociaciones -entre ellas la Asociación Gremial del Taxi de Madrid, la mayoritaria- para que votasen las acciones reivindicativas en protesta por la “tardanza” de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de la capital en legislar sobre las VTC. El resultado de las votaciones ha sido convocar una huelga indefinida a partir de las 6,00 horas de la mañana del lunes 21 de enero. El presidente de la Gremial de Madrid, Miguel Ángel Leal, ha indicado que han acudido a votar 8.493 taxistas, más de la mitad de los existentes en Madrid, donde sólo en la capital trabajan más de 15.700, y el 94,6% se ha manifestado a favor de la huelga. “Somos un sector vivo, comprometido y democrático, que está dispuesto a salir a defender sus derechos, pero siempre a través del consenso y la legitimidad que otorgan las urnas”, ha asegurado.

El motivo de la huelga indefinida es antiguo pero se basa en lo ocurrido en los últimos meses. Los taxistas quieren presionar a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento de la capital para que legislen sobre el sector de los vehículos que trabajan con licencias VTC, es decir las plataformas Uber y Cabify, que en la actualidad llegan a las 7.000 en Madrid. Tras la huelga que paralizó al sector el pasado mes de julio, el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó un Real Decreto-Ley por el que se transfería a los Ejecutivos autonómicos y a los ayuntamientos las competencias para regular a los VTC. La norma entró en vigor el 1 de octubre de 2018 y las asociaciones convocantes consideran que no se está cumpliendo con lo dispuesto en esta norma. 

Fuentes de la Asociación Gremial del Taxi de Madrid (AGTM) explican que “ninguna de las dos Administraciones, ni la autonómica ni la municipal están cumpliendo con su deber ni ejerciendo sus competencias en una regulación que es muy necesaria para la movilidad urbana”. En la misma mañana del jueves, tras conocerse el resultado oficial de las votaciones, el presidente de la Comunidad de Madrid Ángel Garrido ha anunciado que convocará a las asociaciones de taxistas el próximo lunes para ofrecerles "una reforma exprés" de la Ley de Ordenación y Coordinación de los Transportes Urbanos "que defienda sus derechos".

Situación actual

El malestar de los taxistas, afirman en la AGTM, se reparte por igual entre la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento. Se han sucedido varias reuniones con la consejera de Transportes, Vivienda e Infraestructuras para hacerle llegar el deseo de una pronta regulación autonómica sobre las VTC pero ésta les trasladó que el Ejecutivo madrileño va a esperar. El RD-Ley ya está en vigor pero en estos momentos se encuentra en tramitación en el Congreso de los Diputados un proyecto de ley con el que se pretende recoger enmiendas de los grupos parlamentarios y aportaciones del sector. 

Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid elaboró un proyecto de ordenanza para regular la parte que le corresponde en cuanto al funcionamiento de los vehículos con VTC que pasó a consulta pública hace semanas. “Desde entonces no se ha vuelto a saber nada del proyecto de ordenanza”, se lamentan en la AGTM.

Los taxistas, además de reclamar el cumplimiento de la ley en lo que se refiere al ratio de una licencia VTC por cada 30 de taxis, exigen un trato diferenciado para los vehículos que las utilizan. Por ejemplo, que no capten viajeros en estaciones y aeropuertos o que no utilicen paradas en las calles para recoger clientes y que atiendan a éstos solo cuando llaman para pedir el servicio.