Las CCAA limitan la elección de modelos

Los taxistas exigen que se cambie la ley para homologar sus vehículos

Los taxistas han denunciado ante el nuevo Ejecutivo que el sistema actual de homologaciones limita la adquisición de vehículos de algunas marcas, eléctricos y de cinco plazas. El sector pide que se unifique la normativa y que los fabricantes no impidan al gremio acceder a sus modelos más modernos. 
carril taxi vacío
Los taxistas exigen que se cambie la ley para homologar sus vehículos

El sector del taxi inicia 2020 con nuevos requerimientos al Gobierno, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. Tras conseguir en 2019 hitos tan importantes como la regulación de tarifas de precios cerrados y que éstas sean conocidas con antelación por los usuarios, la prioridad para este año es que el ahora Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana desarrolle una única norma que establezca “a nivel estatal unos requisitos técnicos y de dimensiones y equipamiento mínimo” de los vehículos que pueden prestar el servicio del taxi. Materia cuyas competencias recaen, a día de hoy, sobre los gobiernos municipales y autonómicos. Es el caso de Madrid y Barcelona, donde las ordenanzas limitan la elección de marcas, modelos y tipología energética de los motores.

De hecho, llama la atención que, en el caso de  la capital de España, marcas como Opel, Peugeot, Audi o BMW no aparezcan en la lista de vehículos municipales autorizados para obtener la licencia del taxi. También sorprende que en la misma ciudad, en otras como Citroën o Ford, sólo sea homologable un modelo el C-Elysee Eco y el Mondeo Híbrido, respectivamente.

El sector del taxi denuncia, a su vez, que estas limitaciones suponen una “barrera competitiva” con respecto a los VTC (Vehículos de Arrendamiento con Conductor), “que no se encuentran limitados en este sentido y que operan bajo una norma estatal, en vez de cientos de regulaciones locales y autonómicas como a las que tiene que someterse el sector del taxi”.

Por otra parte, los taxistas señalan a los fabricantes como parte del problema. Prestar el servicio de taxi requiere que estos autónomos homologuen un tipo y un modelo concreto de vehículo ante la autoridad competente en materia de Industria. La condición sine qua non es que se pueda instalar un taxímetro -lo cual se puede hacer en cualquier vehículo- y que el modelo se pueda caracterizar como taxi. Trámite que, a priori, no parece ser complejo .

Sin embargo, las empresas automovilísticas no son proclives a realizarlo. Según denunciaron desde Fedetaxi (Federación Española del Taxi), “muchas marcas de vehículos ni tan siquiera presentan sus coches a homologación para la tipología de taxi. En especial marcas de alta gama, que consideran que sus productos no son dignos de ser utilizados como taxis en muchas ciudades de España”. Según la organización,  “los fabricantes alegan que los costes de la burocracia que implica la homologación no revierten a la marca, lo que les disuade de acceder a dicho trámite”.

Barrera a la sostenibilidad medioambiental

Unificar los criterios de homologación para toda España, además de favorecer la unidad del mercado -un taxista que presta sus servicios en Madrid podría trasladarse a Barcelona sin necesidad de cambiar de vehículo- facilitaría que el sector del taxi diese un paso adelante en materia de sostenibilidad medioambiental.

De hecho, pese a que el vehículo eléctrico es más caro, muchos taxistas están dispuestos a asumir la inversión, entre otras cuestiones, por el ahorro que supone en carburante, superior al 80%, según los fabricantes. Asimismo, varias comunidades autónomas han aprobado ayudas para facilitar la transición a este tipo de modelos respetuosos con el medio ambiente. La Comunidad de Madrid subvenciona con dos millones de euros a los taxistas que opten por la compra de coches sostenibles de cero emisiones o vehículos eco, entre otros. Cuantía que duplica a la del pasado ejercicio.

No obstante, mientras las marcas no abran el abanico de vehículos homologados, “de poco va a servir”. Miguel Ruano, vicepresidente de Fedetaxi, insistió en la idea de que “no es de recibo que muchas marcas de automóviles impidan al gremio el acceso a sus modelos más modernos y de mayor eficiencia ambiental, en especial a híbridos y eléctricos”.

Por otra parte, la transición al taxi sostenible se encuentra con la falta de puntos de carga rápida para los vehículos. “Mientras no haya infraestructuras suficientes no se producirá una verdadera transición en el sector del taxi. Ayuntamientos y eléctricas deben esforzarse y colaborar para incrementar el número de postes públicos de carga rápida, además de los de las viviendas”, señalaron desde Fedetaxi.